Entrevista > Sylvia Andrés / Directora gerente del Palacio de Congresos (València, 14-octubre-1968)
Dentro de nuestra ciudad son muchos los edificios que sobresalen, aunque uno lo hace desde su creación con luz propia. Nos referimos al Palacio de Congresos, que tiene el honor de haber sido seleccionado hasta en dos ocasiones como el mejor del mundo.
Hablamos de las virtudes del Palacio con su directora gerente, Sylvia Andrés, que nos atiende después de celebrar el pasado 14 de diciembre el veinticinco aniversario de su inauguración; evento que no nos quisimos perder y al que acudió nuestro director, Ángel Fernández.
Les aseguramos que son muchas las prestaciones que proporciona este bello rincón de València, como es la capacidad de vivir una experiencia única, “mediante la versatilidad de nuestras salas y la mejor tecnología”, sin olvidarnos de la gastronomía, uno de los envidiados atractivos de nuestra tierra.
«Es un orgullo haber ayudado a mejorar el posicionamiento internacional del Palacio»
¿Desde cuándo trabajas en el Palacio de Congresos?
Comencé con su apertura, en julio de 1998; inicialmente como directora comercial, hasta 2004, cuando pasé a ser subdirectora del Palacio.
Soy directora gerente desde finales de septiembre de 2015.
¿Qué representa dirigir una entidad de esa magnitud?
Es un orgullo, por la evolución tan positiva que hemos tenido en este cuarto de siglo y haber podido participar desde el inicio.
Supone representar la ciudad de València y haber contribuido a mejorar el posicionamiento a nivel internacional del Palacio, que actualmente es el número 28 en Europa y 36 del mundo.
¿Cómo fue el acto del veinticinco aniversario?
Emotivo y precioso, porque permitió que todas las personas vinculadas con este proyecto desde 1998 estuvieran presentes, desde todos los enfoques.
Por un lado, estaban los miembros del Consejo de Administración -que son los que aprueban todas nuestras propuestas y nos permiten avanzar-; el Ayuntamiento de València -el dueño del edificio-; y los medios de comunicación, que hacéis eco de todo lo que se celebra en el Palacio.
«Disponemos de multitud de salas de diferentes aforos, destacando los tres auditorios»
También clientes, obviamente.
Desde luego, como pieza relevante, pudieron asistir nuestros clientes (embajadores), que siempre se dejan seducir por nuestros nuevos proyectos. Gracias a ellos se presenta, año a año, un número importante de candidaturas y llenar el edificio de conocimientos y eventos.
Asimismo, nuestro equipo humano (interno y externo), las veintiuna personas que me acompañan, y nuestros aliados estratégicos, que son los proveedores; nos aseguran estar especializados en todo tipo de materia y poder impulsar nuevos desafíos.
¿Con qué espacios contáis?
Disponemos de multitud de salas, de distintos aforos. Las más relevantes son los tres auditorios, que se pueden dividir en cuatro. El mayor es para 1.500 personas, seguido de otro para quinientas y un tercero para trescientas (divisible en dos).
Estos vienen acompañados de un total de once y multitud de despachos. El Palacio, diseñado por el prestigioso arquitecto Norman Foster, buscaba ser principalmente un edificio para captar congresos, eventos que agrupan a muchísima gente.
¿Cuál es la mejor virtud del edificio?
La enorme versatilidad que tienen las distintas salas, que permiten tener todo tipo de eventos.
«Damos la posibilidad al cliente de vivir una experiencia, porque pretendemos dejar huella»
De hecho, diseñáis experiencias.
Exacto, damos la posibilidad al cliente de vivir una experiencia, porque lo que pretendemos cuando uno se reúna en nuestro recinto, es que marquemos huella.
Sin duda, aquí viven una experiencia diferente: desde el propio evento, las salas, la tecnología y la gastronomía, que tiene una importancia elevadísima, además de cómo diseñamos los espacios lo más llamativo posible.
¿Cuáles son los eventos que recuerdas con especial cariño?
Todos son importantes; pero si tengo que escoger alguno, sería el congreso de la Sociedad Española de Neurología, que hasta 2013 se había hecho en Barcelona y que la primera vez que se hizo fuera de la Ciudad Condal se celebró en València. Lo organizamos cuatro años seguidos, ahora también en 2023 y 2024, y optamos a tres ediciones más.
Otro muy especial fue la Asamblea del Banco Mundial Africano de Desarrollo, que siempre había sido en continente africano. Fue un congreso muy bonito, colorido, pero igualmente muy delicado por temas de seguridad. Y, finalmente, la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en 2008, con amplias medidas de seguridad y complicado de gestionar por los conflictos que había entre unos países y otros. Fue todo un reto.
¿Lleváis a cabo también eventos sostenibles?
Sí. Como entidad pública, entendemos que debemos sensibilizar a todo el que pasa por el Palacio. Tratamos, por lo tanto, de ser una sede lo más sostenible posible, aunque lógicamente el cliente tiene también su papel.
Por ejemplo, si vienen de Estados Unidos, deben tomar un avión, generando una huella de carbono. Nosotros intentamos darle soluciones para que el evento sea lo más respetuoso con el planeta. Contamos, de igual modo, con cartelería digital para evitar todos los cartones que se generaban anteriormente.