El pasodoble ‘Amparito Roca’ cumple este curso 99 años de vida, desde que fuera compuesto en 1925 por Jaume Teixidor Dalmau. Es una obra reconocible ya desde sus primeros compases y de las más interpretadas en nuestras fiestas, especialmente durante los desfiles de Moros y Cristianos.
Habitual hoy en día en las verbenas populares de todo el país y los repertorios de las orquestas, el maestro catalán la ideó cuando residía en la localidad valenciana de Horno de Alcedo y era director de la Primitiva de Carlet, donde asimismo impartía clases de violín y piano.
‘Amparito Roca’ se estrenó el 11 de septiembre de 1925 en el Teatro El Siglo de Carlet a cargo de la mencionada banda, dirigida por el propio Teixidor.
Dedicada a una alumna
La obra está dedicada a Amparo Roca Ibáñez (1912-1993), alumna de Teixidor, a la que daba clases de piano, y era una de las mejores amigas de su hija María Teresa.
Años después la joven Amparo finalizó sus estudios de música y pintura y se casó en 1934, a los veintidós años, con Vicente Alonso, un conocido empresario exportador de frutas.
Existe la teoría, menos probable, de que el pasodoble realmente se compuso en honor a otra Amparito Roca, de segundo apellido Rebullida, una cupletista y tonadillera nacida en 1905 en la comarca turolense de Matarraña y que dicen fue amante del general José Sanjurjo, uno de los sublevados contra la República.
El pasodoble es reconocible desde sus primeros compases y muy interpretado en fiestas
Su simbología
El pasodoble se convirtió con el paso de las décadas en mucho más que una simple composición, considerado en muchos lugares de España todo un himno que ameniza las fiestas populares, en nuestro caso Fallas, Hogueras…
“Se trata de una de nuestras obras más conocidas y se interpreta no únicamente en España, sino en todo el planeta”, nos han recalcado diversos directores de banda valencianos, aunque apuntan sorprendentemente que ya no se toca tanto.
‘Amparito Roca’ sí sigue siendo un clásico en la celebración de Santa Tecla, patrona de Tarragona, cuando se toca y canta sin cesar por los lugareños a lo largo de la Baixada de l’Aliga, la noche del 21 al 22 de septiembre.
En Villena sobresale la utilización que hacen de ‘Amparito Roca’ en su numerosa Comparsa de Estudiantes, pasando a ser su himno no oficial.
La delegación española desfiló bajo su música en la ceremonia de clausura de Sydney 2000
En otras localidades
De igual modo es interpretado como canción festiva en Zestoa (Guipúzcoa), en honor a su patrona, la Natividad de Nuestra Señora, la Virgen de septiembre. La banda de música inicia su recorrido frente al ayuntamiento al son de ‘Amparito Roca’, ante los aplausos de los asistentes.
El público va accediendo a la plaza, reconvertida en coso taurino, y si la lidia es buena vuelve a sonar el pasodoble.
Las fiestas de Atienza (Guadalajara) dan comienzo siempre con la interpretación del pasodoble durante el paseo que realiza la comitiva formada por la corporación municipal y la cofradía, desde la sede del ayuntamiento hasta la iglesia de San Bartolomé, para acudir al miserere y la misa en honor al Santo Cristo, patrón del municipio.
‘Amparito Roca’ cuenta con una calle en Carlet y es el nombre de un restaurante de Madrid
En la cultura popular
Curiosamente, ‘Amparito Roca’ fue la obra con la que la delegación española desfiló en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Sídney, en 2000.
Carlet, localidad natal de Amparo Roca, cuenta con una calle dedicada al pasodoble, mientras en Madrid, cuna de la gastronomía nacional, hay un céntrico restaurante llamado ‘Amparito Roca’, de origen alcarreño y con una oferta tradicional en su carta.
Al investigador Bernat Soria, ministro de Sanidad y Consumo entre 2007 y 2009, siempre le gusta remarcar que es sobrino de Amparo Roca.
Jaume Teixidor
Nació en Barcelona el 16 de abril de 1884, donde se formó como músico. Poco después ingresó en el ejército y fue destinado a Melilla, época en la que escribió sus primeras composiciones.
En 1924, tras abandonar la carrera militar, se trasladó a Carlet para ejercer como director de la banda Primitiva, compaginando esta labor con las clases de piano y violín en su domicilio. Es en este periodo cuando conoce a Amparo Roca Ibáñez y compone el famoso pasodoble.
Un par de años más tarde se marchó a Manises y, a finales de la misma década, obtuvo plaza como director de la banda municipal de música de Barakaldo (Vizcaya), localidad en la que permaneció hasta la conclusión de la Guerra Civil.
Finalizada la contienda fue destituido, dedicándose a partir de ese instante a la composición y la enseñanza en la propia ciudad vasca, donde murió el 23 de febrero de 1957. Su hija María Teresa también fue una renombrada compositora.