Máximo Huerta / Escritor y periodista
El reconocido escritor Máximo Huerta (Utiel, 26-enero-1971) hace una pequeña escala en la promoción de su nueva novela, ‘París despertaba tarde’, para atendernos y dialogar, además de esta apasionante historia de amor, “en la que he estado diez años documentándome”, de su amplia trayectoria profesional.
Huerta nos traslada mediante su relato al París de los felices años 20 -del siglo XX-, donde la ferviente capital francesa se preparaba para la celebración de los octavos Juegos Olímpicos. “Para el lector será un viaje en el tiempo, a esos años locos”, expresa el autor, para quien el libro muestra la alegría de vivir.
En la Ciudad de la Luz recupera a Alice Humbert -protagonista de ‘Una tienda en París (2012)’- para entremezclarla con numerosos personajes reales, como Coco Chanel, Ernest Hemingway, Claude Monet o el propio Johnny Weissmuller, medalla de oro en diversas disciplinas de natación varios años antes de interpretar a Tarzán.
Televisión y política
Licenciado en Periodismo en València, se inició en las radios municipales de Utiel y Buñol, pasando seguidamente a los informativos de la extinta Canal 9. Poco después, en 2000, dio el salto a Telecinco, convirtiéndose en uno de los rostros más conocidos de la cadena, popularidad que aumentó tras su fichaje por el programa de Ana Rosa Quintana.
Tuvo también un fugaz y polémico periplo por la política, ejerciendo durante una semana la función de Ministro de Cultura y Deporte. Regresó a su estimado Buñol hace pocos años, para cuidar mejor a su madre, poder escribir con mayor libertad y fundar ‘La librería de Doña Leo’, “un anhelado deseo de juventud”.
¿Estás en uno de los mejores momentos de tu vida?
Uno siempre piensa que vendrán mejores, es parte de la naturaleza del ser humano, constantemente insatisfecho, pero a día de hoy me siento muy tranquilo, contento y satisfecho.
¿Volver a Buñol tiene mucho que ver en ello?
No lo sé, pero estar en casa, entre los amigos de siempre y el entorno que ya conozco, me da mucha paz. Volver ha sido, sin duda, clave.
«Tener una librería era un sueño: un punto de encuentro, turístico y un centro de visitas de autores»
Tuviste que regresar por la enfermedad de tu madre.
Ése fue el detonante, su enfermedad y el cuidado. Pero al regresar a Buñol intento también disfrutar del lugar.
¿Gestionar una librería era uno de tus sueños?
Más que un sueño, era un deseo tener una librería que sirva de punto de encuentro, de atractivo turístico y de centro de visitas de autores, como está siendo. En Buñol nunca hubo una librería, sino papelerías con algunos ejemplares.
¿A qué es debido ese singular nombre?
Se llama ‘La librería de Doña Leo’ por mi perra, de nombre Doña Leo, y porque las librerías son un refugio, como vino ella de uno. Además, leo es la primera persona del verbo leer.
¿Por qué desde bien pequeño empiezas a escribir?
Debido a que me apetecía contar historias, me gustaba inventármelas, y porque a veces la imaginación tiene que desembocar en algún lugar: unos pintan, otros componen canciones… Era una época en la que no había móviles, ni tablets y muchos menos ordenadores, haciendo que la imaginación se desbordara por otros muchos lados.
¿Se vivía mejor en aquellos años?
Es difícil decirlo y compararlo, pero la calle era mucho más importante. Los niños de ahora tienen muchos impactos visuales y poca concentración. Ahora se frustran mucho más, porque piensan que todo se puede conseguir más fácil.
«Comencé a escribir de bien pequeño porque quería contar historias, me gustaba inventármelas»
¿Echas de menos la televisión?
No, la pongo cuando quiero (ironía). Ciertamente no la echo de menos, aunque si viene algo que sea atractivo y me guste, lo haré. Sin embargo, ahora tengo otras prioridades. Tampoco extraño todo lo que envuelve a la televisión: el ruido, Madrid, ese ambiente. Cuando quiero voy, lo disfruto y vuelvo, más como turista que como ciudadano.
¿Cómo fue ‘La vida al Màxim’, en À Punt?
Fue un programa maravilloso, en el que estaba encantado, en un formato precioso. Me sentía feliz, pero no se renovó porque el director y los consejos de administración querían invitados que hablaran valenciano.
Por ejemplo, Ana Milán no lo habla, al igual que Inma Cuesta o Miguel Ángel Silvestre, todos ellos excelentes profesionales nacidos en la Comunitat Valenciana.
En 2022 presentaste el Benidorm Fest…
La primera edición, también la más esperada y la de más éxito, quedando como un gran recuerdo para mí, divertidísimo. Presenté el evento junto a Inés Hernand y Alaska.
Fue una experiencia única, en una tierra que me gusta y los astros se alinearon para juntar muchísimos buenos artistas, como Rayden, Rigoberta Bandini, Chanel, Tanxugueiras… Todas las canciones que participaron se hicieron muy conocidas.
Y la radio, ¿la extrañas?
Tampoco, porque si quisiera hacerla, Carles Mesa, de Radio Nacional, siempre me invita a que participe. Pero no tengo tanto tiempo, no puedo hacer tantas cosas.
«No echo de menos la tv ni todo lo que la envuelve, pero si llega algo atractivo y que me agrade, lo haré»
¿Entre televisión y radio con cuál te quedarías?
Con la que el programa fuera mejor.
Acabas de publicar ‘París despertaba tarde’.
Sí, se trata de un libro para disfrutar, para que los lectores se metan en la máquina del tiempo y viajen hasta 1924, los años locos de París, el de los Juegos Olímpicos. El libro habla de la alegría de vivir. Es una novela histórica, de época, en la que se vive un gran relato de amor.
¿Es una continuación de ‘Una tienda en París’?
No, es una novela independiente. aunque sí cuento con la misma protagonista, Alice Humbert, un personaje que ya conozco y me parece estupenda para regresar a los años 20 del pasado siglo.
¿De qué forma transcurrió la presentación en Buñol?
Fue una gran celebración y un gran orgullo como vecino; una gran fiesta, preciosa, en casa: se llenó a rebosar el teatro municipal, siendo el acto presentado por mi amigo y periodista de la Cadena Ser Chimo Masmano. Asimismo, actuó el grupo de Toni Cambres con música en vivo de los años 20 y se proyectó una película muda de ese mismo periodo. Vino gente de todo el país para la primera firma.
Quise que fuera en Buñol, después ha habido presentaciones en Barcelona, Bilbao, Vigo, Santiago, Oviedo, Almería, Sevilla, Zaragoza, Albacete…
¿Qué significa París para ti?
Es inspiradora, una ciudad que genera buena vibración en todos los sentidos, como turista, a nivel musical, cinematográfico, literario.
Para escribir el libro he viajado tantas veces a París que perdí la cuenta. Pero el resultado ha sido bueno, ha valido la pena: he disfrutado mucho haciendo la novela y espero que ahora lo hagan los lectores.
¿Cómo te documentaste?
Leyendo muchos libros franceses, viendo mucha película de la época, buscando fotografías, investigando sobre telas y la vida de esos diez fantásticos años, una década deslumbrante, insolente, maravillosa e ingeniosa.
También has empleado personajes históricos.
Exacto, es un relato de ficción con personajes reales, porque es una novela histórica y quería que el lector hiciera un viaje en el tiempo, sintiéndose en 1924.
«’París despertaba tarde’ es una novela histórica para disfrutar y para que los lectores viajen al año 1924»
¿Cuál ha sido tu método de trabajo?
Estoy muy ocupado, debido a que por las mañanas escribo y paso las tardes en la librería.
Para realizar la novela he estado investigando diez años, quería tener toda la documentación. Mientras la escribía elaboraba otras, pero ‘París despierta tarde’ deseaba que contara con todos los detalles, conseguir el espíritu y la atmósfera de esa época.
¿Al finalizar ‘Una tienda de París’ sabías que habría otra novela sobre la capital francesa?
Y habrá muchas más, como ya fueron ‘No me dejes (Ne me quitte pas)’ (2015) o ‘La parte escondida del iceberg’ (2017). Es una ciudad que, literariamente, me inspira.
Aparte de París, ¿qué más te inspira?
Un paseo por el campo con mi perra, unas cañas con amigos, otro libro, una canción, una película, estar en casa… Cualquier cosa sirve de inspiración.
¿Qué respuesta estás recibiendo de tus lectores?
Muy buena, así como la acogida, tanto en Buñol -como señalé- como en el resto de España. Estoy muy agradecido.
¿Sigues pensando que tu mejor novela es ‘Adiós, pequeño’?
La mejor novela siempre es la última, la que acabas de escribir, porque tienes más experiencia o porque la has disfrutado con otro tono. Defiendo la última especialmente porque es la que necesita de todos mis mimos.
Pero ‘Adios pequeño’ fue muy especial.
Sí, por el premio Fernando Lara 2022 y porque es una novela que no volveré a escribir por las circunstancias e historia que cuenta, tan personal.
Ahora, en plena promoción, ¿tienes ya en mente tu próximo proyecto?
Tengo un capricho para finales de año. No puedo avanzar nada más.
¿Qué más te queda por hacer?
Numerosas cosas, como teatro, que alguna novela se convierta en formato de cine y muchas novelas más.
¿Quizás de nuevo algún pinito en alguna serie?
Participé en tres capítulos de ‘L’Alqueria Blanca’, jugando a favor de À Punt. Ni me sale bien, ni valgo. La cadena me lo pidió y, como estaba de presentador, me pareció bien.