Las Fallas atraen cada año a miles de visitantes de todo el mundo. Durante esta festividad, la ciudad de València se transforma en un escenario vibrante lleno de color, música y fuegos artificiales. Miles de turistas nacionales e internacionales acuden a conocer lo que los valencianos denominan ‘la millor festa del món’.
Se convierten, por tanto, en una oportunidad para mostrar al mundo la riqueza cultural y tradicional de València. La festividad promueve la difusión de las costumbres locales, como la indumentaria tradicional, la música y la gastronomía, ayudando a preservar y valorar la identidad cultural valenciana.
Estas fiestas son, también, una fuente de beneficios tangibles e intangibles para València, que van desde el impulso económico y turístico hasta la promoción cultural y el fortalecimiento de la comunidad local. En AQUÍ en València os preparamos una pequeña guía de actos imprescindibles y consultamos con algunas personalidades del mundo fallero para que nos hagan alguna recomendación.
La Plantà: respiración contenida
Normalmente los visitantes a las Fallas no suelen ir a la Plantà (el 15 de marzo por la noche) y, por ejemplo, Pere Fuset -regidor de Compromís y expresidente de Junta Central Fallera (JCF)- señala que no se pierde “más de una noche de ronda viendo plantar fallas”.
Asimismo, la periodista valenciana Ana Cuesta -que además formó parte de la Corte de Honor en 2019- añade que “es un espectáculo ver cómo se montan en las plazas. Contener el aire cuando colocan el remate, comprobar cómo los artistas cuidan hasta el último detalle o la emoción de las comisiones al ver plantado su monumento”.
València se transforma en un escenario vibrante lleno de color, música y fuegos artificiales
Mascletà: explosión de emociones
La mascletà es uno de los eventos más esperados de las Fallas. Cada día desde el 1 hasta el 19 de marzo, a las dos de la tarde en punto, la plaza del Ayuntamiento se llena de gente ansiosa por presenciar este espectáculo pirotécnico único. La combinación perfecta de petardos y el ritmo trepidante generan una experiencia sensorial inolvidable.
De hecho, según Ana Cuesta (periodista valenciana residente en Madrid que no falta a su cita anual), “son la perfecta definición de esta fiesta: son música, potencia, emoción… Una cita imprescindible (también el ritual posterior / anterior con su buen aperitivo)”.
«La mascletà es la perfecta definición de esta fiesta: música, potencia y emoción» A. Cuesta (periodista)
Monumentos: arte efímero
En esta línea, Marta Querol (escritora y Fallera Mayor de València en 1988) recomienda a los visitantes “que no se pierdan alguna mascletà” y aconseja además “que se camine mucho para ver las fallas que le salgan al encuentro, que intente ver al menos las Fallas de Especial y Primera”.
El diseño y construcción de los monumentos falleros es un proceso artístico complejo que involucra a artistas y artesanos locales. Esto fomenta la creatividad, el talento artístico y el trabajo manual, contribuyendo al desarrollo y reconocimiento del arte y la artesanía en València.
Por su parte, Pere Fuset -expresidente de JCF- pone de relevancia “visitar demarcaciones falleras más allá del masificado centro para entender el auténtico sentido de la fiesta de barrio. Y hablando de fallas, como muestra del arte efímero en la calle, (…) que visiten las que apuestan por la innovación y las que lo hacen por el ingenio y la gracia”.
Los monumentos, la Ofrenda y la Cremà son algunos de los imprescindibles para conocer a fondo las Fallas
La Ofrenda: devoción y sentimientos
La Ofrenda es el acto por excelencia del mundo fallero. Desde toda la ciudad de València, y localidades cercanas, acuden las comisiones -casi cuatrocientas sólo en la ciudad- a rendir homenaje a la Virgen de los Desamparados, y vestir su manto y formar el dibujo con los claveles que portan.
Dos días de pasión, fervor y muchas emociones convierten el centro de València en un desfile de sedas, plata, oro y muchos sentimientos; todo ello envuelto en un aroma a jardín de flores que hace que los visitantes y turistas no puedan dejar de pedir fotos a todas aquellas falleras que desfilan hacia la plaza de la Virgen.
Por otro lado, Ana Cuesta destaca “la Ofrenda al Maestro Serrano que hacemos en Ruzafa y Gran Vía la mañana del 18 de marzo. Es un acto algo más íntimo, emotivo y que te permite reencontrarte con las comisiones vecinas y amigas”.
La Nit del Foc y la Cremà: cielo iluminado y catarsis
La Nit del Foc es uno de los puntos culminantes de las celebraciones pirotécnicas. Los mejores pirotécnicos del mundo compiten para ofrecer un espectáculo de luz y color que deja a los espectadores boquiabiertos. La ciudad se sumerge en un ambiente mágico mientras el cielo se ilumina con deslumbrantes fuegos artificiales.
Querol y Fuset coinciden en que es su acto favorito de las Fiestas Josefinas. De hecho, Pere Fuset recuerda que “en la fiesta del fuego plantamos para quemar y este acto es el que da sentido a la fiesta, purificando y recibiendo a la primavera”. Algunos falleros consideran este momento como su ‘Año Nuevo’. Un momento de catarsis donde empezar de nuevo bajo el auspicio del fuego purificador.