El rapidísimo ritmo al que, de la mano de la tecnología, está cambiando nuestra sociedad ha obligado a no pocos sectores a reinventarse no una ni dos veces, sino de manera constante a lo largo de las últimas dos o tres décadas. En la Marina Baixa y en el resto de la Costa Blanca, un claro ejemplo de esta volatilidad de los estándares establecidos lo encontramos en su principal industria, el turismo, pero ese es sólo un ejemplo de los muchos que se podrían señalar.
La construcción, la automoción, la medicina, el comercio, las comunicaciones… prácticamente nada ha quedado fuera de esta revolución constante. Y, por supuesto, tampoco lo ha hecho la educación. Sin embargo, y al ser un área tan sensible para la mayor parte de la sociedad, cualquier innovación o transformación que se quiera implementar en las aulas, parece tener que ser fruto de un consenso imposible que no hace más que retrasar lo inevitable.
Formación necesaria
Pero para transformar y, sobre todo, adaptar la educación a la realidad de esta tercera década del siglo XXI, no basta con introducir ordenadores, tablets y demás avances en las aulas. Lo realmente crucial llegados a este punto es que toda la comunidad educativa (profesorado, familias y alumnado) sepan hacer el correcto uso de todas esas herramientas.
Para ello, el Centro de Formación, Innovación y Recursos Educativos (Cefire) de La Nucía, se ha convertido ya en una suerte de punta de lanza en este campo gracias a la puesta en marcha del ‘aula transformadora de espacios y metodologías educativas’, conocida en el gremio como ‘aula del futuro’, donde se formará al profesorado y al alumnado en competencias digitales.
«Cedemos el espacio para la puesta en funcionamiento del aula transformadora, la del futuro de la educación» B. Cano
Colaboración entre administraciones
Tal y como ha destacado Sonia Amelia Sancho de Vicente, directora General de Personal Docente de la Conselleria de Educación, “esta nueva ‘aula del futuro’ ha sido posible gracias a la colaboración entre las dos instituciones: el Ayuntamiento de La Nucía, que ha cedido el espacio, un aula del Lab_Educa; y la Conselleria de Educación, que ha aportado la equipación de mobiliario, ordenadores, robótica, equipo multimedia, impresora 3D, croma, gafas de realidad virtual, etc.”.
En una visita guiada recientemente a esta instalación junto a la directora General de Personal Docente de la Conselleria de Educación, la subdirectora general de Formación del Profesorado y la jefa del Servicio de Planificación y Gestión de la Formación Permanente, Bernabé Cano quiso poner de manifiesto que La Nucía ha cedido “los espacios en Lab_Nucia para la sede del Cefire de Les Marines, que presta servicio a cerca de 6.000 profesores de los 127 centros educativos de las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa”.
«Este servicio es muy importante para la formación de nuestros docentes» S. A. Sancho de Vicente
Un servicio de vital importancia
El alcalde de La Nucía subrayó que, además, “cedemos el espacio para la puesta en funcionamiento del aula transformadora, el aula del futuro de la educación. Por todo ello, nos sentimos muy ilusionados de mostrar el compromiso del Ayuntamiento de La Nucía con la educación, tanto en nuestros alumnos como en el profesorado que acude a esta sede del Cefire en La Nucía”.
Por su parte, Sonia Amelia Sancho de Vicente ha recalcado que “esta iniciativa es un excelente ejemplo de colaboración entre Conselleria de Educación, Universidades y Empleo y el Ayuntamiento de La Nucía. Queremos agradecer la cesión de los espacios en Lab_Nucia y esta nueva aula transformadora, el aula del futuro. Se debe tener en cuenta que este servicio es muy importante para la formación de nuestros docentes”.
«Profesores y alumnos testarán nuevas metodologías de enseñanza para incorporar competencias digitales en su día a día» N. Soler
Formación competencial
La subdirectora general de Formación del Profesorado, Nuria Soler, considera que esta ‘aula del futuro’ “es una oportunidad para que el profesorado pueda trabajar a través de metodologías activas entre el alumnado y conseguir una formación más competencial”.
Para lograrlo, añade Soler, “en el aula tenemos material tecnológico junto a una diversidad de espacios flexibles, que permiten conseguir ese trabajo competencial del alumnado. Esta aula dispone de mobiliario que permite diferentes disposiciones en el espacio, tiene una pantalla interactiva, impresora 3D, material de robótica y otros derivados tecnológicos que permite trabajar contenidos adaptados al futuro de la educación”.
Además se ofrece a los profesores un portal con diversos recursos formativos
Un laboratorio educativo
Soler ha subrayado la idea de que “esta nueva aula transformadora de espacios y metodologías educativas es un laboratorio donde profesores y alumnos testarán nuevas metodologías de enseñanza para incorporar competencias digitales en su día a día”.
Para conseguirlo, este espacio se estructura en varias áreas: Investiga, Explora, Interactúa, Desarrolla, Crea y Presenta. De esta manera, prosigue Soler, “se incentiva al alumnado a compartir ideas, investigar, realizar presentaciones con una pantalla táctil de gran tamaño o potenciar la creatividad con un croma y una impresora 3D para fabricar prototipos”. Además, “el mobiliario está concebido para articular fácilmente configuraciones que posibiliten el trabajo en equipo o de manera individual”.
Enseñanza y acompañamiento
Con todo ello, lo que se pretende es alcanzar el objetivo último del aula transformadora, que no es otro que “asesorar, guiar y formar al profesorado de manera individual o a los equipos docentes en su conjunto, que desean implantar de forma estructurada y duradera cambios en su centro educativo”.
Además, se ofrece a los profesores un portal con diversos recursos formativos, entre los que destaca una guía para la transformación de centros siguiendo este modelo.