Este mes de abril se celebran las Fiestas Patronales y los Moros y Cristianos en San Vicente del Raspeig. Y como viene siendo habitual, los festejos culminarán con el tradicional Baile del Farol y la Bomba Final.
Sin duda este baile folclórico se trata de una de las costumbres festeras más emblemáticas y singulares que tiene nuestro municipio. Las parejas participantes se reúnen en la plaza de España vestidos de mantilla y, frente a la iglesia del patrón que da nombre a la localidad, compiten por bailar al tiempo que sujetan un farolillo entre ambos procurando que no se apague la vela. Ahora bien, ¿de dónde procede esta simpática tradición?
Empieza el baile
No está muy claro quién fue el inventor o el precursor del Baile del Farol en San Vicente. Eso sí, hay cierta unanimidad de que se trata de una tradición que viene desde la Posguerra. “En sus inicios se solía llamar ‘baile folclórico’ o ‘baile del país’. Yo recuerdo de niña que no solo se competía con un farolillo, sino que las parejas se ponían incluso una patata en la frente y ganaba quienes conseguían conservarla más tiempo” nos cuenta Carmen Guijarro, histórica festera sanvicentera.
Al principio surgió como una tradición complementaria al día de Santa Faz. Muchos sanvicenteros se trasladaban a Alicante para realizar la Peregrina -igual que sigue ocurriendo a día de hoy- y luego al regresar al pueblo participaban en este divertido concurso.
“Incluso muchos alicantinos venían también hasta San Vicente para tomar una segunda mona y de paso concursar en el baile. Era una verbena popular que fue ganando cada vez más fuerza y la gente solía venir vestidos a la madrileña con su pañuelito y su clavel en la cabeza”, nos señala Guijarro.
El Baile del Farol adulto será el domingo 14 de abril, y el infantil el miércoles 10
Declive
Sin embargo, hacia los años ochenta esta tradición comenzó a decaer, quizás sobre todo porque la Romería de Santa Faz fue ganando cada vez más peso. Se habilitaron muchos puestos de mercadillo, bares e incluso una feria de atracciones alrededor del monasterio.
Todas estas distracciones incitaban más a que los peregrinos permanecieran por allí todo el día, e incluso surgió la costumbre de bajar luego hacia la playa de San Juan… es decir en dirección contraria hacia San Vicente.
“Yo creo que nos perjudicó mucho que el Día de San Vicente dejara de ser festivo en toda la Comunidad Valenciana. A raíz de esto muchos alicantinos que se pasaban aquí toda la semana en su casa de recreo, dejaron de venir” nos comenta Guijarro.
La tradición surgió en la Posguerra y se celebraba el día de la Romería de Santa Faz
Etapa moderna
En 1995 la Comisión Municipal de Fiestas decidió darle un nuevo aire al Baile del Farol cambiándolo al domingo. “Quisimos hacerlo coincidir con la Bomba Final, dado que a veces estaba prácticamente desierto de público. Así que pensamos que ambos eventos podrían retroalimentarse si se hacían el mismo día” nos comenta Guijarro, quien por aquel entonces era la presidenta del citado organismo.
De igual forma para incitar la participación en el baile se quiso subir el nivel de los premios otorgados. Aquel año, por primera vez, la pareja vencedora obtuvo un viaje gratis, concretamente a Mallorca. También se determinó que la agrupación musical ‘La Esperanza’ fuera la encargada oficial de amenizar el baile desde entonces.
“Recuerdo que nos esforzamos mucho en ambientar la plaza colocando mesas, rollitos o vino dulce. Queríamos que la gente lo tuviera como un día de reunión para estar todos juntos. Hay muchas personas que vienen solo para ver el concurso y se traen la cena” nos manifiesta Guijarro.
«Contactan con nosotros muchos pueblos interesados en organizar también este baile» C. Guijarro
Baile infantil
Así el baile recuperó todo su esplendor, hasta el punto de que pocos años después se creó también una versión infantil que tiene lugar unos días antes. “Llegó un momento en el que acudían muchos niños, y aquello le quitaba un poco de seriedad al concurso. Aunque les dejábamos bailar con los mayores, se molestaban por no poder entrar en la competencia. Por eso decidimos que tuvieran su propio baile” nos comenta la antigua presidenta de la Comisión de Fiestas.
El número de premios también se fue ampliando con el paso de los años, al involucrarse cada vez más comercios locales. Algunos son para premiar aspectos como la pareja vestida con el mejor mantón, la que mejor baila, la que más se mueve, etc. Otros se conceden directamente por sorteo entre los participantes.
“En muchos pueblos contactan con nosotros para preguntarnos sobre la organización porque es una idea que gusta mucho y les interesa importarla”, nos asegura Guijarro.
Esencia del antiguo pueblo
Este año el Baile del Farol infantil se celebrará el miércoles 10 de abril, mientras que el adulto tendrá lugar el domingo 14. Entre medias el jueves se organizará también un concurso de disfraces.
“A mí me encanta que aún se conserven cosas que me recuerdan a mi infancia. Este baile guarda todavía ese sabor a nuestras antiguas fiestas de pueblo. Al final no deja de ser una muestra de la esencia y forma de ser que tenemos en San Vicente. Por eso es un acto tan entrañable y a la vez tan importante” nos manifiesta Carmen Guijarro.