Entrevista > Francisco Sala / Cronista de Torrevieja (Torrevieja, 10-septiembre-1956)
Francisco Sala es desde hace cuatro décadas el cronista oficial de nuestra localidad, labor que le ha servido -entre otras muchas funciones- para publicar una serie de libros, el último en septiembre pasado, ‘Biobibliografía’, en colaboración con Enrique García Rebagliato.
Este trabajo como cronista, sin retribución, “totalmente altruista”, se debe a una vocación que ya mostró en su adolescencia, cuando escribía relatos y comenzaba a investigar. “Siempre quise saber la historia de mi pueblo”, expresa.
Enfermero de profesión -trabajó muchos años en el Hospital Vega Baja y en el Centro de Salud de Torrevieja-, se especializó años más tarde en Antropología, “para poder dirigir y realizar mejor mis trabajos”.
¿Siempre tuvo pasión por la escritura?
Sobre los once-doce años me gustaba hacer redacciones e investigar la historia de mi localidad. Mi primera publicación fue un artículo en la revista ‘Vistalegre’, en 1971, con catorce años.
¿De qué modo prosiguió esta labor?
Con más trabajos de investigación y en prensa, reuniendo un archivo de documentación de Torrevieja. He publicado diversos libros, además de colaboraciones y otros que estoy pendiente de finalizar.
«Ya a los once o doce años me gustaba hacer redacciones e investigar la historia de mi pueblo»
Siendo enfermero, ¿cómo se hace cronista?
Lo mío siempre ha sido vocacional. A inicios de los ochenta la localidad ya tenía uno, Luis Blanco Calero, pero estaba muy mayor. Por ello me nombraron cronista en una sesión plenaria.
Durante un breve periodo de tiempo Torrevieja contó con dos cronistas e incluso llegamos a coincidir en algunos trabajos.
¿Qué aprendió de su predecesor?
Sobre todo me facilitó muchos datos y me mostró cómo saber moverme por los archivos municipales y bibliotecas.
¿Cómo ha cambiado su trabajo?
Ahora gracias a internet todo es mucho más sencillo, pues la mayoría de archivos y prensa están digitalizados. Puedes meterte en hemerotecas y leer la prensa de antaño, muy diferente a cómo trabajábamos antes.
¿Cuáles fueron sus dos primeros libros?
En 1983 escribí ‘La historia sobre la Semana Santa de Torrevieja’, centrado en los actos más representativos que se llevan a cabo durante esas jornadas festivas.
El segundo libro tenía dos tomos, llamados ‘Un siglo de historia gráfica’ (1986): fotografías antiguas del municipio.
«Durante un breve periodo Torrevieja llegó a tener dos cronistas y colaboramos en algún trabajo»
¿En qué obras más ha colaborado?
Fui coautor, junto al profesor Tomás Fierro, de un libro que se hizo con motivo del veinticinco aniversario del instituto de bachiller. Se llamó ‘El instituto de Torrevieja: una ilusión colectiva’ (1996).
Colaboré asimismo en ‘El espacio geográfico de Torrevieja a través del tiempo’ (2004) y por mi cuenta, ‘Torrevieja, de villa a ciudad (1925-1995)’, de 2006, relatando los cambios que ha experimentado la localidad.
Por último, en 2010, escribí ‘Aquella Torrevieja’, con motivo del cincuenta aniversario del Día del Ausente, celebrado en 1960. Quise mostrar cómo era la vida en Torrevieja en aquellos tiempos, antes de la eclosión del turismo.
Publicó su último libro en septiembre pasado.
Más que un libro mío es una coordinación hecha junto a Enrique García Rebagliato. Hemos confeccionado ‘Biobibliografía’, que recoge mi biografía y la relación de todos los trabajos y libros que he publicado en estos últimos cuarenta años.
Es un recopilatorio que permite conocer un poco más cómo ha sido mi trabajo de investigación, mis artículos, en qué revistas y fechas está publicado.
¿Ha sido publicado por usted mismo?
Todo ha sido gestionado por mí. En esta primera edición se han imprimido 150-170 ejemplares, que he repartido entre familiares, amigos e interesados en mi persona. No está a la venta.
«Nuestra labor ahora es mucho más sencilla gracias a internet, pues todos los archivos están digitalizados»
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
En el mes de mayo daré una conferencia en el casino sobre las mujeres salineras, cuáles fueron sus oficios y a qué se han dedicado.
Se trataba de una labor muy distinta a la actual, focalizada ahora en las industrias. En aquella época estaban las llamadas aguadoras, que llenaban el agua los botijos de los trabajadores, mujeres que limpiaban y oficinistas (muy pocas).
Realmente no ha parado.
También me sirve de entretenimiento. Ahora mismo, por ejemplo, estoy ayudando a unos universitarios que tienen la intención de presentar una exposición sobre la historia del Certamen de Habaneras en Torrevieja.
¿Algo más que agregar?
Sí, tengo en casa dos libros más por publicar, todavía inacabados. Uno, bastante extenso, trata la biografía de Joaquín Chapaprieta, abogado y político nacido en Torrevieja, diversas veces ministro y que llegó a ser presidente del Consejo de Ministros durante la Segunda República.
Chapaprieta dejó escritas unas memorias de su etapa como político, pero de sus primeros pasos, sus inicios y etapa estudiantil, apenas se sabe. El segundo, aún sin título, estudia la evolución del comercio y la hostelería en Torrevieja.