Jorge Torregrossa / Director de cine y televisión
‘La Señora’, ‘Fariña’ o ‘Élite’ son grandes producciones que tienen en común el sello personal e identificativo de Jorge Torregrossa (Alicante, 3-octubre-1973), quien nos atiende para hacer un amplio repaso a su brillante trayectoria y desvelarnos los entresijos del mundo del cine y las series, que a tantos nos atrapa.
El director, sin duda, se enamoró del cine desde la infancia, sobre todo tras visionar ‘La noche americana’ (1973). A partir de ese momento ‘jugaba’ con las cámaras, realizaba planos y montajes, “sintiéndome un poco como Steven Spielberg en ‘Los Fabelman’”, confiesa con una medio sonrisa.
Nos desvelará también las diferencias de rodar cine o televisión, “fundamentalmente los procesos y los tiempos”, y su satisfacción actual de poder elegir proyectos, algunos tan fascinantes como ‘El cuerpo en llamas’, de éxito mundial, o su próxima serie, todavía sin título, que se estrenará entre 2025 y 2026.
¿Amante del séptimo arte desde pequeño?
Encontré en el cine un sitio de magia y refugio. La televisión, aunque limitada, emitía mucho cine clásico, que me enamoró, y en las salas veía con mis padres las películas de la época. Soy un director muy vocacional: desde bien pequeño sabía a qué quería dedicarme.
¿Qué películas te marcaron?
Muchas de Alfred Hitchcock, pero si debo señalar una es ‘La noche americana’, de François Truffaut, que la vi con doce-trece años. Hasta entonces no me había preguntado mucho cómo se hacían las películas, qué había detrás.
El film, protagonizado por el propio Truffaut, narra las aventuras de rodar una película, las cosas que suceden. Fui consciente que detrás de las cámaras había un equipo y empezó mi interés real por el cine, hasta ese momento un mundo totalmente extraño y ajeno.
«Scorsese es una persona accesible, muy cálido y entusiasta, le recuerdo con mucho cariño»
Logras seguidamente unas becas.
Eché unas solicitudes en las escuelas de cine, sin muchas expectativas. Son escuelas sumamente caras y recibí primero una beca de la Fundación La Caixa, que pagó mis dos primeros años de máster en el Tisch School of the Arts, de la Universidad de Nueva York.
Martin Scorsese, ex alumno, tiene una beca que lleva su nombre y cubre la matrícula de un estudiante del último año, en mi curso yo.
¿Le llegaste a conocer en persona?
Sí, claro, tiene mucha vinculación con el programa, al igual que otros muchos ex alumnos: Spike Lee, Ang Lee, Oliver Stone… Algunos dan incluso clases.
Scorsese es una persona accesible, muy cálido y entusiasta, le recuerdo con mucho cariño. Además, el año que estás con su beca él observa lo que has hecho, te comenta, de una forma muy generosa; es una leyenda cinematográfica.
¿Qué aprendiste en Estados Unidos?
Muchas cosas. Llegué con veinte años y fue un periodo clave en mi formación profesional y personal. Conocí una forma de trabajar muy rigurosa.
Curiosamente, cuando regresé a Nueva York para rodar ‘La vida inesperada’ (2014) éramos un microcosmos de españoles y americanos haciendo la película. Fue muy gratificante porque me sentía miembro de ambos y de poder unir los dos mundos.
¿Tu estilo por eso a veces es muy americano, de mucha acción…?
Es muy complicado hablar de estilo americano o europeo, debido a que todos estamos contagiados de todos. Al final no sabes de dónde te nutres, porque además la Universidad de Nueva York, donde estudié, siempre ha sido la autoral e independiente, versus a UCLA, más cercana a la industria, a lo que conocemos como cine americano.
Todo está mucho más globalizado. Ahora hacemos ‘El cuerpo en llamas’, se estrena en Estados Unidos y triunfa una serie española que cuenta una historia real sucedida aquí.
¿Es igual rodar cine que televisión?
Esencialmente sí, las dos son igual de exigentes y estresantes. Lo que cambian son los procesos y tiempos. En el cine tardas muchos años en sacar los proyectos adelante -con una vida muy limitada- mientras en televisión es todo mucho más rápido, inmediato: en unos meses realizas la serie y poco después se está emitiendo.
En televisión a veces no está tan ligada a ti la obra, porque no eres el único director.
«Hoy es difícil hablar de estilo americano y europeo: estamos todos tan globalizados…»
Eres autor de ‘Fariña’, para muchos la mejor serie española de la historia.
Gracias. Junto a mi equipo hemos hecho muy buenas series de televisión, como lo es ‘Fariña’. Desde entonces cada año se realizan grandes obras, como es el presente curso, con lanzamientos como ‘Nos vemos en otra vida’, ‘La Mesías’ o ‘Balenciaga’.
¿Cómo es un día a día de rodaje?
Largo y cansado. Son once horas de rodaje, comenzando normalmente desde las ocho de la mañana. Llego con los deberes hechos para liderar un grupo de gente con muchas preguntas y jugar mucho con los tiempos, pues tenemos un plan de rodaje que se debe cumplir sí o sí.
¿Tan estresante es?
Es un drama porque no te puedes pasar de tiempo ni dejarte nada para el día siguiente. Debes tomar buenas decisiones al respecto, hacer o no más planos, tener más tomas o no…
Una pelea constante con tu capacidad de frustración y tu análisis en profundidad de lo que estás haciendo, de si estás contando la escena como la debes contar y de si tienes los elementos para hacerlo y pasar a la siguiente, porque el reloj no para.
¿No puedes dejarte alguna escena para mañana?
Tiene que ser algo excepcional, porque además debes volver al mismo sitio y muchas veces no regresas, porque es imposible. Cada día de rodaje es mucho dinero y está todo súper medido.
Los planes de rodaje habitualmente se articulan en función de las localizaciones, grabando varios capítulos a la vez, como todas las escenas en casa de Rosa Peral (‘El cuerpo en llamas’), que se hicieron juntas, durante muchos días consecutivos.
La media que rodamos en un día es entre dos y cuatro minutos de un capítulo.
¿Qué es lo más complicado que has rodado?
Diría que la parte del juicio de ‘El cuerpo en llamas’, la mayor parte de los capítulos siete y ocho. Fue como un enorme puzle -todo en desorden- que rodamos en apenas seis días, superando en mucho la media señalada anteriormente.
Asimismo, como en la vida real transcurrió un mes y medio, había muchos cambios de ropa, montado además con secuencias del pasado. Lo tenía todo sopesado en mi cabeza para que encajara.
«Cine y tv son igual de exigentes y estresantes, cambia únicamente los procesos y tiempos»
¿Hay escenas que únicamente se pueden rodar una vez?
Sí, y el estrés es máximo. Por ejemplo, cuando quemamos el coche de Pedro López, junto al pantano, solo se pudo hacer una vez. Pusimos una cámara más, eso sí. En ‘Fariña’ rodamos un accidente de coche y únicamente pudimos hacerlo una vez.
¿Es más fácil adaptar una historia real, como ‘Fariña’ o ‘El cuerpo en llamas’?
Al final lo que hacemos es una ficción, porque nosotros no sabemos exactamente cómo es Rosa Peral o Albert López. No quisimos tener ninguna vinculación con los personajes reales de la historia: es una adaptación.
Sí hicimos una labor muy minuciosa de investigación, incluso antes de ver ‘Crims’, documental dirigido por Carles Porta.
¿De qué forma te llegó ese proyecto?
Conocí el caso cuando les detuvieron, fue muy llamativo, buscando incluso fotos de los tres personajes para saber cómo eran. Estaba rodando ‘Fariña’, en 2017.
Tiempo después, finalizando los últimos capítulos de ‘Intimidad’ (2021), nos llamaron de Netflix para decirnos que tenían este proyecto, junto con la productora Arcadia. Laura Sarmiento, mi compañera de guion en tantas series, no conocía la historia y le remarqué que era fascinante. Apostamos de inmediato por hacerla.
¿El título lo escogiste tú?
Durante mucho tiempo funcionamos bajo el título de ‘El crimen del pantano de Foix’, al no poder poner guardia urbana. Pero sabía que ese nombre era feo, poco llamativo, y buscamos otro.
Un mes antes de rodar propuse ‘El cuerpo en llamas’, recordando ‘Fuego en el cuerpo’ (1981) de Lawrence Kasdan, con William Hurt y Kathleen Turner. La serie, sin ser igual, sí que tenía elementos del cine noir, negro, clásico, la mujer fatal, la utilización del sexo… Les mostré el título a Netflix y les gustó.
¿Cómo se ha traducido en inglés?
No me acaba de gustar. Propusimos ‘In flames’ (literalmente, en llamas), pero se llamó finalmente ‘Burning body’ (cuerpo quemándose). A nivel internacional ha sido un éxito impresionante: ¡en Netflix nos hacían la ola! (ríe).
«Un rodaje es como un puzle, en el que tienes que cumplir con el plan establecido sí o sí»
Una curiosidad, ¿por qué una serie tiene más de un director?
Es imposible que lo haga uno solo, física y financieramente. En Estados Unidos, por ejemplo, lo normal es que cada capítulo lo dirija uno distinto.
La maquinaria no se para y uno solo no puede preparar ocho capítulos al mismo tiempo. En ‘El cuerpo en llamas’ soy director y productor ejecutivo, dirigiendo los episodios uno, dos, tres, siete y ocho. Laura Mañá hizo lo propio en los otros tres (cuatro, cinco y seis).
¿Cuánto pasa desde que se finaliza una serie y se emite?
Es un poco relativo, porque todo se dilata en el tiempo. Desde que les envío a Netflix todos los capítulos, ya finalizados, necesitan mínimo cuatro meses para lanzarla. Se deben hacer muchos aspectos técnicos: véase doblaje, subtitulado o promoción, ¡porque estrenan en doscientos países a la vez!
Nosotros empezamos a rodar ‘El cuerpo en llamas’ el 19 de septiembre de 2022 y se estrenó el 8 de septiembre de un año después. Fueron veinte semanas de rodaje y otras veinte de posproducción.
¿Cuál va a ser tu próximo proyecto?
No puedo desvelar mucho, no tiene ni título. Estoy con una nueva serie para Netflix, con los que trabajo en exclusiva desde ‘Fariña’. Será un thriller y la idea es que se estrene a finales de 2025 o inicios de 2026.
¿Las series por qué enganchan tanto?
Primero porque están muy bien hechas y se han convertido en el entretenimiento visual número uno, sustituyendo a las películas.
Son más cortas, puedes ver más de un capítulo, empatizas más con los personajes, pasas más tiempo con ellos… También hay estrategias narrativas para que el espectador se quede con ganas de más, el llamado ‘cliff-hanging’.
Yo prefiero ver un capítulo al día que no una maratón, aprecias la serie mucho más.
¿Cuáles son tus preferidas?
‘A dos metros bajo tierra’ (2001), que vi varias veces; ‘Los Soprano’ (1999), ‘Twin Peaks’ (1990) y ‘Anillos de oro’ (1983).