Desde la noche de los tiempos o, al menos, desde que el ser humano dio ese pequeño y definitivo paso evolutivo que nos separó del mono, la tradición oral ha sido la principal vía de transmisión de conocimiento entre individuos y generaciones. En realidad, y si tomamos como referencia los millones de años que llevamos dominando este planeta, la época que separa nuestros días de la creación de la imprenta en el siglo XV es, únicamente, un pequeño parpadeo en la historia.
Fue gracias a ese genial invento de Gutenberg que todo ese conocimiento acumulado durante siglos pudo, al fin, dejarse fijado para la posteridad negro sobre blanco; pero eso no quiere decir que la transmisión oral de las historias, las costumbres, las leyendas o los cuentos hayan desaparecido. De hecho, así es como seguimos dándole la bienvenida al mundo a nuestros pequeños, y es así, mediante la voz, como ellos forman sus primeros recuerdos de infancia.
Nuevos tiempos
A punto de arrancar la segunda mitad de la tercera década del siglo XXI, el que pasará a la historia como el de la gran revolución tecnológica y de la comunicación, podría uno pensar que esa tradición oral ha quedado completamente en desuso, pero nada más lejos de la realidad.
Hoy en día, dominados ya por las plataformas multimedia, las pantallas, las alertas en los móviles y, quién sabe, a punto de ser esclavos de la inteligencia artificial, las reuniones en las que la palabra hablada es la gran protagonista son, si cabe, más necesarias que nunca. Un momento de comunión, quizás ya no alrededor de una hoguera, pero sí fundamental para poder, aunque sea por unos minutos, mirarnos a los ojos y redescubrir la humanidad que cada uno guarda cada vez más escondida.
Se celebrarán al aire libre el 90% de las actividades, previstas del 20 al 26 de mayo
Veintiún años de historias
Y es precisamente eso, mantener viva la llama de la tradición oral y de la importancia de las enseñanzas, que nos llegan directamente desde el inicio de los tiempos a través de cuentos, historias y leyendas, lo que volverá a proponer en Altea, del 20 al 26 de mayo, la vigésima primera edición de ‘Encontes’.
En esos días, y una vez más, cuentos, leyendas, historias y fábulas llenarán las calles y plazas de Altea en una nueva edición de ‘Encontes’, que como indica la edil de Cultura, Pepa Victoria Pérez, es “un proyecto de la concejalía de Cultura y de la Biblioteca de Altea que está más que consolidado, que ningún año ha dejado de celebrarse, destinado a todas las edades y que, además del éxito de público que obtiene, cada año nos presenta una novedad”.
La iniciativa visitará, entre otros puntos, los centros escolares del municipio y la residencia Les Boqueres
Cartel internacional
La responsable local del área de Cultura añade que “todo el mundo de Altea conoce este festival, que está capitaneado por Blai Senabre y Aktes Teatre, y que nunca nos deja indiferentes”. Con el famoso ‘cuentacuentos’ de la Marina Baixa al frente, Pérez considera que este longevo festival de la Villa Blanca “es un proyecto muy enriquecedor, destinado a todas las edades en el que tenemos programadas actividades para todo tipo de públicos, en los colegios, en la Residencia Les Boqueres y en diferentes emplazamientos del municipio”.
En cuanto a los detalles de ese programa de actividades que se desarrollará del 20 al 26 de mayo, Blai Senabre ha querido poner el foco, en primer lugar, en el cartel anunciador, “realizado por Patricia Ramos, una estudiante de diseño en prácticas procedente de Portugal, que le da una visión externa del festival al cartel y que ha resultado sorprendente con una mezcla de estilos como el collage, fotografía y diseño”.
Van a mantener el intercambio de cuentos por alimentos para ser donados a una ONG
Festival al aire libre
Senabre, además, ha adelantado que “seguirán llevándose los cuentos a los diferentes centros educativos del municipio, siendo el 90% de las actividades al aire libre”. Así las cosas, el responsable del evento subraya que volverán a organizarse “los vermuts de contes, que también son una actividad familiar en la que se disfruta de las historias en terrazas de algunos locales de restauración de Altea”.
Además, “este año, como novedad, celebraremos la primera fiesta de pijamas de muñecas y peluches en las bibliotecas de Altea. Esta actividad consiste en que cada niño o persona mayor lleve a la biblioteca su muñeca o ‘mascota’ de peluche para que este pase la noche en la biblioteca”.
De la misma forma, y “al día siguiente, cuando sus dueños los recojan, verán que estos van acompañados de un libro en préstamo. Esta puede ser una forma de ayudar a pequeños y mayores a separarse por una noche de su acompañante, que vea que no pasa nada”, ha apuntado Senabre.
Historias solidarias
Así mismo, en esta vigesimoprimera edición de ‘Encontes’ se mantendrá el mercado de intercambio de cuentos que se hace todos los años, en el que se llevan alimentos no perecederos y se reciben libros. Los alimentos reunidos serán donados a una ONG.
De la misma manera, también seguirá celebrándose la sesión de cuentos en la Residencia Les Boqueres. “Es un momento muy entrañable y los residentes están cada año esperándonos con ilusión”, ha expresado Senabre, quien ha desvelado que se mantienen las sesiones de cuentos en El Poador.