Sólo unos días antes, el mismo protagonista había fallado un penalti en Granada que podría haber supuesto el ascenso directo. Pero en el fútbol únicamente valen los tres puntos de cada jornada y de nada sirve lamentarse, así que tanto él como el resto de sus compañeros tuvieron que poner el contador a cero y jugarse todo un año en la siempre incierta (y casi siempre injusta) promoción por el ascenso.
Enmendando aquel error en la ciudad de la Alhambra, Javi Cabezas se convirtió en el héroe del momento, al marcar el primero de los dos goles con los que el Club de Fútbol (CF) La Nucía derrotaría al Arenas de Getxo para lograr el pase a Primera RFEF, la categoría de bronce del balompié español. De aquello han pasado sólo dos años, pero viendo la situación actual de aquel club que fue la envidia de la comarca, bien podría haber sido una eternidad.
Únicamente dos años separan el histórico ascenso a Primera RFEF de la delicada situación actual
Dudas en las alturas
La campaña 2022-2023 iba a ser la de la adaptación. Se confeccionó para ello una plantilla que, si bien no estaba diseñada para estar en los puestos de arriba, tenía que ser suficiente como para no sufrir en exceso para mantener la recién estrenada categoría. Y la cosa empezó relativamente bien, con una victoria en casa del Bilbao Athletic (filial del actual campeón de Copa) y un empate en el Camilo Cano frente a un histórico como el Nàstic de Tarragona.
Pero algo no terminaba de encajar. Las jornadas se iban sucediendo y los triunfos, tan importantes en una competición tan igualada como esa, no terminaban de llegar. Parte de la afición comenzaba ya a señalar a César Ferrando, el hombre que había capitaneado el barco desde el banquillo en dos etapas hasta situar a La Nucía en el mejor momento de su historia.
Ceses y jornada de infarto
El caso es que hubo dudas y no fue hasta justo después del parón navideño cuando la directiva optó por el despido del entrenador manchego, promocionando hasta el puesto al responsable del filial, que sí estaba completando una temporada de ensueño (una vez más).
La mejora no fue la esperada y antes de terminar la campaña con descenso todavía habría más cambios en un banquillo que, visto en perspectiva, se ha convertido en uno de los más peligrosos del fútbol nacional. Pese a todo, La Nucía llegó a la última jornada jugándose la salvación ante el Real Unión de Irún. Los vascos se impusieron 2-0 y se salvaron. Los nucieros, claro, se fueron al ‘hoyo’.
Con la huida del grupo inversor ISMX se precipitó una situación muy delicada en lo económico
Abandono inversor
Un descenso en la temporada de debut en la categoría de bronce del fútbol español era algo que, aunque no fuera deseado, entraba dentro de lo que podría considerarse la lógica del fútbol. Un equipo, por muy buena plantilla que confeccione en verano, siempre necesita un tiempo de aclimatación a esa nueva exigencia, y a La Nucía eso se le atragantó.
Pero no fue eso lo que hirió de muerte el proyecto ‘rojillo’ que, todo sea dicho, había vuelto a meter a su conjunto filial en la promoción de ascenso y ascendido a su equipo femenino a la Tercera Federación. Lo que podría calificarse como el tiro de gracia fue el abandono de ISMX Group, el inversor estadounidense que, terminada la campaña, “dio la espantada y nos dejó tirados”, como lamentan fuentes cercanas a aquella negociación.
Deudas
Lo cierto es que los rumores sobre desacuerdos entre los responsables del grupo inversor con sede en Los Ángeles y los directivos locales del club venían sucediéndose desde hacía meses, pero el férreo hermetismo con el que la entidad ha tratado siempre sus cosas impide sacar a la luz esos detalles que, si bien son compartidos en privado por las partes, no pueden ser contrastados con la suficiente veracidad.
Así las cosas, la temporada se cerró con muchas deudas que provocaron, incluso, serias dudas sobre la viabilidad y continuidad de la propia entidad, nacida en 1995 por iniciativa municipal y que, huidos los dólares yanquis, no sabía cómo iba a solventar esa delicada situación.
Tras confirmarse el descenso matemático, los jugadores sufrieron un cobarde ataque vandálico
Sobre la campana
De nuevo, el secretismo y la falta de transparencia impiden hacer una radiografía concreta de la situación económica que, desde la salida de ISMX Group, vive el CF La Nucía, pero los rumores y filtraciones más o menos interesadas apuntan siempre a una deuda que superaría con creces el millón de euros y que afectaría tanto a jugadores, entrenadores, empleados e, incluso, a Hacienda y la Seguridad Social.
Sea como fuere y ya sobre la campana, el CF La Nucía pudo, bien entrado el mes de agosto (cuando el resto de sus rivales ya llevaban semanas entrenando para el inminente inicio de la competición), salvar la bola de partido en lo económico y empezar a trabajar en la confección de la plantilla de su regreso a la Segunda RFEF.
Arranque con moral
Tarde y mal se empezó la temporada 2023-2024. De nuevo, la plantilla, y así lo reconocen los propios jugadores, era una de las mejores de la categoría y, al menos en teoría, sólo quedaba resolver la duda de cuándo alcanzaría el equipo rojillo la velocidad de crucero y, sobre todo, si esa circunstancia se produciría a tiempo para pelear por el ascenso.
El día 3 de septiembre de 2023, con apenas un par de semanas de trabajo a las espaldas, La Nucía arrancó la liga perdiendo en casa ante el Lleida, pero sólo una semana más tarde, actuando como visitante, se impuso por 1-2 al Espanyol B en lo que, a todas luces, era una señal de muy buen presagio.
La plantilla ha denunciado represalias por parte del club
Crisis económica y deportiva
Pero eso fue sólo un espejismo. Desde aquello que los clásicos llaman ‘el entorno’ nunca se dejó de hablar de la delicadísima situación institucional de la entidad. En aquel tiempo (y también en meses posteriores) pasaron por las oficinas del Estadi Olímpic Camilo Cano diversos potenciales inversores, pero ninguno terminó de dar el paso definitivo para hacerse con las riendas del club.
Mientras las cosas se complicaban en los despachos, sobre el césped apareció la crudísima realidad. Tras la victoria ante el filial de los pericos, se encadenaron nueve partidos sin conocer la victoria, con un balance de tres puntos de veintisiete posibles. Una losa que, estando todavía en noviembre, ya parecía imposible de levantar.
Sin apoyo popular
De nuevo, el banquillo nuciero era una silla eléctrica. Los entrenadores iban y venían e, incluso, se llegó a anunciar la llegada de un inversor, cuya estancia en el Camilo Cano apenas superó el par de semanas.
A su vez, las gradas del estadio, con capacidad para 4.000 aficionados, aparecían cada fin de semana más vacías hasta poder contar el número de asistentes a algunos partidos por decenas. Y así se fueron sucediendo las jornadas, de depresión en depresión, hasta que el día 31 de marzo de 2024, cuando faltando todavía cinco jornadas para el final de la competición, una derrota en Terrassa (3-1) certificó el descenso matemático.
Desde la directiva de la entidad todavía no se ha dado explicación alguna
Cobardía y vandalismo
Lo peor del año, sin embargo, todavía estaba por llegar. Esa noche, tras el larguísimo viaje de algo más de quinientos kilómetros en autobús, los jugadores se encontraron a su llegada a la Ciutat Esportiva Camilo Cano las ruedas de sus coches pinchadas, en un cobarde acto de vandalismo del que, al menos por el momento, no se ha podido identificar al o a los responsables.
Llegados a ese punto, se podía esperar una primera aparición pública de alguno de los dirigentes del club para, al menos, mostrar su apoyo a la plantilla; pero eso tampoco sucedió. La entidad se limitó a condenar ese acto a través de un mensaje en sus redes sociales antes de encerrarse, una vez más, en su hermetismo.
Represalias
Fue entonces cuando jugadores y empleados del club comenzaron, en privado, a responder afirmativamente a las insistentes preguntas sobre los rumores que apuntaban a que, de nuevo, llevaban meses sin cobrar sus salarios. Así, a finales del mes de abril ya eran tres las mensualidades que se les adeudaban a los miembros de la primera plantilla, algo que ellos mismos han reconocido ya de manera pública a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
En esa misiva, la plantilla denuncia, incluso, represalias por parte del club contra los jugadores y la ausencia de cuerpo médico en los partidos oficiales del primer equipo, algo que llevó a Adri León, incluso, a agradecer en redes sociales a los servicios sanitarios de un equipo rival por haberle atendido tras haber sufrido un golpe en ese choque.