Entrevista > Bibiana Martínez / Traductora audiovisual (Elche, 29-abril-1997)
Traducir y subtitular películas es un trabajo meticuloso que implica investigación, creatividad y un oído agudo para el lenguaje. El objetivo final es ofrecer una experiencia cinematográfica auténtica y accesible para todo el público.
Cuando Bibiana Martínez salió de la universidad, su objetivo era encontrar trabajo, y enfocó su carrera en especializarse en traducción audiovisual. Pronto la suerte le sonrió.
Contrato de confidencialidad
Desde hace unos años trabaja como traductora en el doblaje y subtítulos de grandes producciones, para plataformas audiovisuales tan importantes como Netflix y Disney.
Ha firmado un contrato de confidencialidad, ya que la mayoría del contenido con el que trabaja todavía no se ha estrenado y no puede caer en la tentación de hacer ‘spoiler’.
¿En qué consiste tu trabajo?
Mi trabajo básicamente consiste en permitir que el contenido audiovisual de plataformas como Netflix esté disponible en español. Me encargo de traducir los guiones y los subtítulos de las películas y series que se consumen en España.
Sobre todo, trabajo con contenido para Disney+, Netflix y SkyShowtime, aunque también he hecho algún proyecto para HBO y Prime Video (Amazon).
«El texto que nosotros producimos es el que luego utilizan los actores de doblaje»
¿Qué diferencia hay entre traducir y doblar?
Esta es una buena pregunta, porque a veces hay confusión y se piensa que es lo mismo. Los traductores nos encargamos de traducir el guion. Es decir, el estudio de doblaje o la empresa en cuestión nos lo proporciona en el idioma original y lo traducimos al español.
El texto que nosotros producimos es el que luego utilizan los actores de doblaje para poner las voces a los personajes.
¿Cuáles son las principales complicaciones de la traducción audiovisual?
La traducción audiovisual tiene distintas complicaciones dependiendo de si traduces para doblaje o subtitulado. El principal limitante en el doblaje es la duración de los diálogos. Hay que cuadrar el texto en español con el original para que duren lo mismo, sobre todo si el personaje que habla mira a cámara. Por ejemplo, si la traducción es demasiado larga, sería un poco raro ver cómo el personaje no mueve la boca, pero se le oye hablar.
En subtitulado hay unas normas de formato que se deben seguir, y que hacen que a veces haya que condensar mucho la información. Por regla general, no puede haber más de dos líneas en la pantalla y cada línea debe tener 42 caracteres como máximo.
«La traducción audiovisual tiene distintas complicaciones dependiendo de si traduces para doblaje o subtitulado»
¿Has tenido que firmar un contrato de confidencialidad?
Sí, todas las empresas te hacen firmar un contrato de confidencialidad, ya que la mayoría del contenido con el que trabajamos todavía no se ha estrenado, y de filtrarse podría suponer un problema y conllevar pérdidas para el cliente.
Además, no solo no puedes mostrar el contenido, sino que hasta que no se anuncie el estreno tampoco puedes hablar del proyecto.
¿Qué sientes cuando ves a un actor famoso en una película con el doblaje que tú has escrito?
Es muy satisfactorio ver tu trabajo en la pantalla. Es cierto que a los actores de doblaje no se les ve, pero siempre reconforta escuchar las líneas que tú has escrito. Muchas veces te las sabes de memoria y las recitas mientras ves la película o la serie.
«Es muy satisfactorio ver tu trabajo en la pantalla, y tu nombre en los créditos»
Trabajas con la película delante de ti. ¿Hay algún género que te guste menos y que te resulte incómodo subtitular o doblar?
Exacto, siempre tenemos el material audiovisual delante para verlo mientras trabajamos. Y, sí, hay muchos géneros que no me gustan.
Por ejemplo, hay documentales que se hacen un poco pesados, porque la temática no te interesa, y otros que son incómodos, como el género de terror. No me gustan nada las películas de miedo, pero si te toca alguna… es lo que hay.
¿Cómo te aseguras de mantener la esencia y la intención original de un guion al traducirlo a otro idioma?
Como todo, esto es algo que lleva práctica. Ya desde el principio de la carrera aprendes que traducir no es escribir palabras en otro idioma, sino transmitir un mensaje.
Al final, tu objetivo debe ser que el público del texto original y el del texto traducido disfruten del contenido de la misma manera, solo que en otro idioma. Esto a veces implica cambiar radicalmente lo que dice el original. Por ejemplo, si hay un juego de palabras o un chiste que en español no tiene sentido, no se puede traducir literalmente porque no va a provocar la reacción esperada.
«Me encanta el contenido infantil, me resulta muy fácil meterme en el papel»
¿Es fácil meterte en la fantasía de Disney para poder transmitirla a los niños?
Personalmente, a mí me encanta traducir contenido infantil; y sí, se me hace fácil meterme en el papel. Creo que en este caso ayuda mucho ser consumidor de ese tipo de contenido.
Sin embargo, tiene la peculiaridad de que hay que seleccionar bien el registro que se utiliza, ya que debe ser atractivo para los niños y tienen que entenderlo todo bien.
¿Cómo ves el futuro de la industria de la traducción y el doblaje, en el contexto del crecimiento del streaming y la distribución digital de contenidos audiovisuales?
Creo que se puede ver afectada positivamente, incluso potenciada, diría yo. Cada vez se crea más contenido en otros idiomas y eso crea la necesidad, al menos en España, de traducirlo.
Es cierto que el número de personas que consume contenido audiovisual en el idioma original va en aumento, pero suele ser con el apoyo de subtítulos. Además, en España el tema del doblaje está bastante arraigado en la cultura, nos guste más o menos, y a mí personalmente se me haría raro un futuro en el que vas al cine y las películas no están en español.
«Todas las empresas te hacen firmar un contrato de confidencialidad, ya que la mayoría del contenido con el que trabajamos todavía no se ha estrenado»
¿Qué aspectos te resultan más gratificantes de tu trabajo como traductora de películas?
Lo que más me gusta, lógicamente, es ver mi trabajo en la pantalla. Es muy gratificante saber que algo que has hecho tú llega a tanta gente y que, en cierta medida, sirve para hacer accesible un contenido que, de otra manera, solo podrían consumir quienes entienden el idioma original.
¿Hay alguna serie o película de las que has traducido que recomiendes ver?
De Disney+, mis favoritas son ‘Black-ish’, ‘La vida y Beth’, ‘City of Angels|City of death’, esta última es una serie documental sobre asesinos en serie. ‘Bluey’, aunque es para niños, y ‘Los secretos de los elefantes’, una miniserie documental muy bonita sobre cómo viven los elefantes en distintas partes del mundo.