Entrevista > Juan Antonio Iborra / Secretario estatal de la ANEPPCE (Madrid, 22-abril-1969)
Probablemente todos recordaremos siempre por el resto de nuestras vidas aquello que nos tocó vivir en 2020. Las defunciones por coronavirus, los récords de hospitalizaciones, el confinamiento obligatorio en nuestras casas, las mascarillas, etc. Sin duda toda esta particular situación puso a prueba más que nunca la labor de los servicios de emergencias, y no faltaron los debates hacia su organización, los protocolos, la planificación política, la inversión económica, etc.
Juan Antonio Iborra es el secretario estatal de la Asociación Nacional de Especialistas Profesionales en Protección Civil y Emergencias (ANEPPCE), reside en la Comunitat Valenciana y actualmente da clases de Formación Profesional en el IES Leonardo Da Vinci de Alicante. Ahora que la incidencia de covid vuelve a estar al alza, hemos querido conversar con él para saber si hemos mejorado desde la pandemia en nuestras capacidades de respuesta ante una situación crítica a nivel nacional.
Antes de hablar de la actualidad, cuéntanos cuál es tu trayectoria profesional.
A mí me nacieron en Madrid, pero soy hijo de padres alicantinos y me he criado aquí de toda la vida. Empecé en este campo de Protección Civil, al igual que otra mucha gente, desde el voluntariado. Esto es algo de lo que se ha abusado mucho y hoy en día no se encuentra el paradigma que debe ocupar, cuando es una de las herramientas más importantes que existen para la generación de cultura preventiva.
Luego, por mis estudios, me desarrollé profesionalmente para ser técnico profesional de Protección Civil. He elaborado múltiples planes de emergencia municipales, territoriales y autonómicos. También he revisado estándares para los planes de autoprotección. Y ya últimamente, como uno se hace mayor, pues me estoy dedicando a dar clases de FP.
«Es un precedente muy peligroso que un gobierno haya podido cerrar el Congreso y el TC»
En 2021 te hicimos otra entrevista y nos comentaste que estabais sufriendo muchos problemas en los servicios de emergencias por instrucciones contradictorias, solapamientos de diferentes administraciones, falta de medios, etc. ¿Hemos mejorado desde entonces?
No. Uno de los principales escollos es que se estaba aplicando realmente un estado de excepción, pero bajo el paraguas de un estado de emergencia. Tal y como está ahora la cosa de la defensa de las libertades en nuestro continente, con una guerra porque un señor considera que tiene el derecho de pernada y conquista, y viendo como incluso dentro de las democracias europeas algunos le jalean… este precedente me parece tremendamente peligroso.
Con un mero estado de alarma decretado por un gobierno ya se pudo cerrar un parlamento. Y el Tribunal Constitucional (TC), cuya única misión en una situación de excepcionalidad así debería ser trabajar más que nunca, se fueron todos confinados a casa.
De todas formas el TC sí que se acabó pronunciado en contra del confinamiento, declarando que fue anticonstitucional. Aunque tardó más de un año en publicar dicha sentencia.
Afortunadamente dijo que aquello debería haberse hecho con un estado de excepción, el cual sí tiene unos requisitos parlamentarios que ofrece mayores garantías democráticas.
Aquí el problema es que estamos funcionando con una ley de Estados Excepcionales que es de 1981, antes de ‘Naranjito’. ¿Se ha hecho algo por actualizarla? No.
«Nuestra Ley de Estados Excepcionales es anterior incluso al estado autonómico»
En su día también se habló de elaborar una Ley de Pandemias… que tampoco se ha hecho.
Es que lo que hay que modificar es la Ley de Estados Excepcionales, que es la que nos quitan las libertades públicas en este tipo de situaciones. Yo creo que no hace falta una Ley de Pandemias. Con el sistema nacional de Protección Civil, que actualmente nadie entiende, se puede perfectamente gestionar una pandemia.
Hay que tener en cuenta que en 1981 todavía no había comunidades autónomas. De ahí que luego se hayan producido tantos solapamientos administrativos, sin saber muy bien a quién le pertenecía tal o cual competencia. Por eso el Congreso tendría que haber sacado este aprendizaje de la covid. Debería haber una comisión parlamentaria seria, no para buscar cabezas de turco de lo ocurrido, sino para analizar datos objetivos.
¿Qué otros problemas os han causado a los servicios de emergencias esta normativa tan desactualizada?
Muchos, pero ya no te hablo ni siquiera solo de nosotros. Por ejemplo la rehabilitación en España ha sido a base de endeudar a las empresas con préstamos ICO para pagar un cierre decretado por el Estado, cuando en el resto de Europa la ley establece que lo deben pagar los estados. Aquí los comerciantes aún siguen pagando todo aquello cada final de mes.
Seguramente esto ha provocado que toda esta capacidad financiera no se haya podido destinar para crear más tejido productivo e inversiones. Hemos sido el país que en el que más gente ha fallecido respecto a la población que tiene, y además el que más ha retrocedido en el PIB. A todas luces algo debemos de hacer, dado que el Estado no ha protegido a las personas.
Debemos analizar todo esto desde un punto de vista técnico para aprender y mejorar. Sin embargo, lo único que estamos hablando ahora de la covid es si un señor se lucró con las mascarillas. Parece que este es el único lamentable aprendizaje que han sacado los diferentes grupos políticos de todo esto.
«Fuimos el país con más muertes por población en la pandemia, y que más retrocedió en su PIB»
Entonces con este precedente establecido por el TC, si mañana hubiera otra pandemia… ¿Se nos podría confinar otra vez desde el Gobierno?
¿Mañana quién no nos dice que pueda llegar un presidente del Gobierno que diga que como están pasando aviones por el cielo dejando estelas blancas, eso es peligrosísimo y hay que encerrarnos a todos con un estado de emergencia? Y usando a las fuerzas de orden público en la calle para cazarnos, y todo ello con el parlamento y el TC cerrados.
Menos mal que tenemos esta sentencia. Un estado se crea para defender de la adversidad a las personas que lo habitan. El legislador tiene que entender que el primer paso es elaborar una nueva ley de Estados Excepcionales, de tal manera que cuando se active el estado de emergencias se empleé la ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
En aquellos momentos se criticó el plan estatal de emergencia, o más bien la ausencia de este…
Para empezar yo creo que el responsable de su redacción no debería ser el ministro del Interior, sino el presidente del Gobierno. Igual que en los municipios el director del plan es el alcalde. Al fin y al cabo esto es crear una estructura excepcional en el gobierno para atender una emergencia. Aquí no hay consejos interterritoriales de Sanidad, sino que simplemente se da una orden y se cumple.
Sin embargo el sistema de Protección Civil sí que te permite que, dependiendo de la gravedad del asunto, en unas comunidades autónomas puedas tener una autogestión mientras que en otras lo tengas más cerrado. Es decir, hacer un pacto común y ordenado de determinadas cuestiones. Y no necesariamente meter a la gente en casa, que es lo que se hacía hace cien años, sino poner unas trabas a la movilidad.
«Muchas muertes durante la pandemia fueron provocadas por la Ley de Protección de Datos»
También recuerdo que se debatió sobre si habría que modificar la Ley de Protección de Datos.
Es que te lo digo muy claro. En la covid quien más mató fue precisamente la Ley de Protección de Datos. Los centros sanitarios hacían una PCR, daba positivo y ese señor luego se iba a una terraza para tomarse un café. La Policía Local no podía disponer de este dato para obligarle a irse a su casa, aunque fuera una persona inconsciente que estaba contagiando a los demás.
Para controlar el tráfico los policías realizan pruebas de alcohol a los conductores y si dan positivo no se les permite seguir condiciendo. Entonces, ¿por qué en esta circunstancia, en la que la propia persona es quien transmite la enfermedad, no se comparte esta información con los cuerpos y fuerzas de seguridad para verificar que quede confinada?
Actualmente la incidencia ha vuelto a subir, aunque es verdad que ya estamos casi todos vacunados. ¿Te preocupa que volvamos a vivir cosas de hace cuatro años?
No. Esta pandemia ha demostrado que, gracias a dios, existe la Unión Europea. Los jóvenes no son conscientes de que hace algunos años cuando íbamos a Francia teníamos que parar ante una barrera y demostrarle a un policía francés que éramos buena gente. Sin embargo hoy en día es absolutamente impensable que Francia invada España o algo así.
Y esa gran unión entre países ha propiciado que un tiempo récord hayamos logrado una vacuna. Aunque quizás éstos mismos que alertan del peligro de las estelas de los aviones también declararían el estado de emergencia porque creen que a los vacunados nos van a salir antenas o algo parecido. Pero lo cierto es que han demostrado sus efectos.
«España ha demostrado ser un país muy cívico con su alto porcentaje de vacunación»
Además en España hemos tenido un grado muy alto de vacunación…
Sí. Hemos demostrado ser un país muy cívico, en el que se ha producido el mayor índice de vacunación aún sin necesidad de obligar a la gente. Claro que ha habido quien ha padecido efectos adversos, pero eso pasa con cualquier medicamento. Léase usted el prospecto de la amoxicilina o de una simple aspirina y verá también todo lo que puede producir.
Los técnicos de Protección Civil teníamos miedo de que en un escenario de riesgo biológico la capacidad del virus para matar avanzara más rápido que la investigación, pero resulta que ha ocurrido al contrario. Al final esto ha sido gracias al sistema investigador de varios países, y a una apuesta decidida de la UE por financiarlos. Pero este feliz final no ha sido por una respuesta estandarizada ante esta situación, que se ha demostrado haber sido francamente mala.
Quería aprovechar para preguntarte por algo desgraciadamente tan habitual del verano como son los incendios forestales. ¿Qué tal estamos en cuanto a medios?
Extremadamente mal. Existe un gran problema en cuanto a su configuración, en todo el país pero especialmente en la Comunidad Valenciana. Es impresentable que en esta región los servicios contra incendios no dispongan de asistencia sanitaria, y que esté prestado por un monopolio dentro de la Conselleria de Sanidad. En todo el mundo, salvo aquí, las atenciones de emergencias están cubiertas por el servicio de bomberos.
Además, nos vendría muy bien que los sistemas locales de Protección Civil en municipios mayores de 20.000 habitantes estuvieran desarrollados, con su centro de llamadas y su propio servicio de bomberos.
«Todos los municipios con más de 20.000 habitantes deberían disponer de su propio parque de bomberos»
Actualmente algunos municipios tienen bomberos municipales y en la mayoría están consorciados…
No estoy en contra de que estén consorciados, pero que haya un parque en cada municipio de cierto tamaño. Por ejemplo Novelda debería tener uno para que no que tengan que venir de Elda. Y dentro de este servicio, también sus propios sanitarios de respuesta ante emergencias.
Al final son los municipios las administraciones que realmente más protegieron a la población durante la covid, e incluso los que salvaron más empresas con las ayudas que ofrecieron. Antiguamente tenían su servicio de atención primaria, hasta que esta competencia fue asumida por las autonomías. Esto está bien para el mundo rural, pero no para las localidades grandes. A fin de cuentas si los vecinos piden un ambulatorio, es más probable que lo ponga un alcalde que un conseller.
De cara a otra emergencia sanitaria como la covid, ¿nos irían mejor las cosas si la atención primaria sanitaria fuera municipal?
Por supuesto. Imagínate con este sistema lo que habría pasado en las residencias de ancianos durante la pandemia. Los bomberos tienen trajes de protección NBQ, habrían podido entrar perfectamente aquí. Sin embargo tuvimos personas mayores que se han muerto detrás de una puerta. Esto es una cuestión de eficiencia en el uso de los recursos.