El Racó de Sant Bonaventura-Canalons fue declarado Paraje Natural Municipal (PNM) por acuerdo del Consell de la Generalitat Valenciana del 8 de febrero de 2002, publicado en el DOGV el 15/02/2002. Este paraje, que dispone de una superficie aproximada de 18,34 ha. Forma un corredor ecológico entre los parques naturales del Carrascal de la Font Roja y la Sierra de Mariola, coincide con el tramo alto del río Polop y destaca principalmente por presentar curso de agua con la flora y vegetación características de este tipo de ecosistemas y para presentar un elevado valor paisajístico con grandes peñascos labrados sobre la caliza por la acción erosiva del río Polop.
En cuanto al topónimo, y según la documentación del siglo XVIII, el origen de la denominación proviene del nombre del propietario de la finca, Buenaventura Gisbert. En cuanto a su denominación actual, con el nombre “santificado”, es producto de la transformación en hagiónimo del nombre del propietario por influencia del administrador eclesiástico de la finca durante parte del siglo XX.
Por su proximidad al casco urbano, es este un espacio emblemático para la población alcoyana a causa de la gran tradición que hay entre los alcoyanos de frecuentar este paraje como área lúdica y de recreo, y especialmente para los naturistas alcoyanos allá en las décadas de 1920 y 1930, los años de la Sociedad Naturista Cultural.
Recordamos que la semana pasada anunciamos la última subvención que ha conseguido el Ayuntamiento para hacer mejoras en un paraje en el que el Ayuntamiento de Alcoy ha trabajado cada año con diferentes actuaciones:
Durante el año 2014, se realizó en el paraje una importante actuación, subvencionada por la Diputación de Alicante, consistente en la rehabilitación parcial del circuito hidráulico que utilizaban los antiguos molinos harineros y en la construcción de dos estanques para la conservación de reptiles y anfibios en un bancal abandonado entre los dos molinos. En concreto, la obra consistió en la rehabilitación de la acequia que recogía el agua en la presa aguas arriba y que se encargaba de la distribución de esta para los distintos usos, y en la que se construyó un nuevo sistema de trestelladores para suministrar agua en la red de los molinos; así mismo, se recuperaron las conducciones que hacían pasar el agua desde el cubo del primer molino hasta la acequia que la conducía hacia el segundo molino, que habían sido colapsadas por escombros anteriormente. De este modo, maniobrando los trestelladores se puede ver el agua circulante por la acequia hasta los estanques, por donde discurre hasta llegar nuevamente al río. La obra se completó con la construcción de cierres de seguridad a todo el trazado, limitando el acceso a los lugares peligrosos y asegurando los pozos de los cubos. Una valla con puerta permite el acceso a las visitas organizadas con personal autorizado.
Durante el año 2015 se llevaron a cabo tres actuaciones. La primera destinada a ejecutar actuaciones de conservación y mantenimiento de la biodiversidad local con una intervención sobre los estaques para contribuir a mejorar las condiciones de reproducción y supervivencia de las especies de la biodiversidad local. La segunda actuación tiene relación con la participación ciudadana y actuaciones de custodia fluvial: este estuvo formado por un programa de seguimiento participativo en la inspección de la calidad de las aguas, incluyendo la formación de voluntariado, y que se completó con diferentes jornadas para la identificación y seguimiento de anfibios, tortugas y quirópteros. El tercero y último apartado aborda actuaciones paisajísticas de conservación del patrimonio histórico y cultural que consistieron en la reconstrucción de márgenes de piedra en seco donde se sitúan los estanques y en la plantación de especies autóctonas para controlar la erosión y así crear hábitat adecuado a las especies que se quieren proteger y recuperar.
Se habilitó durante el año 2016 una zona con elementos de gimnasia, tres aparcamientos para bicicletas, se construyeron dos pasarelas para atravesar el río, reposición de mesas de picnic, dos para discapacidades, barandillas de seguridad y un apoyo para cartel informativo.
En 2017 se hicieron varias tareas de adecuación: se actuó en el itinerario que recorre el sendero municipal con la construcción de cuatro pasarelas de madera, se editó e instaló un cartel de madera con información sobre el Molino de agua de la parte superior del Paraje, se construyeron 8 m³ de muro para retener la erosión de márgenes, se adecuó un desagüe de agua para evitar deteriorar un tramo de senda y se hicieron trabajos forestales en la empapada existente para eliminar el riesgo para los visitantes y mejorar la evolución de la masa.
El año 2018 se sectorizó parte de la zona de uso público, para canalizar el tráfico de visitantes por zonas concretas, además de la restauración de la cubierta vegetal, recuperación de la olmeda existente afectada por la grafiosis con la introducción de variedades resistentes, y la instalación de nuevas mesas de madera con tejado para proveer de refugio a los visitantes en caso de lluvia y condicionar la zona de mobiliario suficiente y en buenas condiciones para recibir la gran afluencia de visitantes.
En 2019 se continuó con las actuaciones cumplidas en los años anteriores. En primer lugar, se procedió a las repoblaciones de variedad de Ulmus minor resistentes a la grafiosis para consolidar una olmeda en el paraje. Así mismo, y para regenerar la vegetación de la zona, se realizaron una sectorización de parte de la zona de uso público, enmiendas sobre el suelo y plantaciones de especies arbustivas y arbóreas de ribera.
Igual que en ocasiones anteriores, se continuó trabajando en el mantenimiento y mejora de la zona de uso público con la reposición de 2 mesas de madera, el cierre perimetral de los cortijos existentes y la instalación de talanquera para evitar el paso en dos zonas peligrosas para los visitantes.
Las actuaciones cumplidas en 2020, por un lado, estuvieron encaminadas a la adecuación de la zona de uso público, para mejorar el disfrute de los visitantes, compatibilizándolo con la conservación del Paraje, y por otra, actuando sobre las comunidades vegetales que conforman el ecosistema y el paisaje, que es la base sobre la que se sustentan las comunidades animales. Así las actuaciones hechas en 2020 fueron: Sectorización de la zona de uso público con enmiendas sobre el suelo y restauración de la cubierta vegetal, recuperación del bosque de ribera y de la olmeda existente afectada por la grafiosis con la introducción de clones resistentes, cierre perimetral del Molino de Bajo, instalación de mobiliario a la zona de uso público y la instalación de un tramo de valla de madera.
En 2021 se procedió a la construcción de un paso inundable sobre el río Polop para garantizar el paso y la seguridad en el paso de vehículos, en especial, el de camiones cuba que puedan ser necesarios en la lucha frente un posible incendio forestal. Con la construcción de este paso inundable quedó garantizado el paso de los vehículos de los servicios de emergencia a una zona de difícil acceso, y por tanto se mejoró la seguridad del paraje y de los ecosistemas que alberga.
El año 2022, siguiendo los objetivos del Plan Especial del Paraje se ejecutaron las siguientes actuaciones: consolidación y restauración vegetal de margen en proceso de degradación, construcción de una charca de agua para el fomento y conservación de diferentes especies ligadas al agua, sensibles o amenazadas existentes en el PNM. Así mismo, y dada la especial ubicación del charco, sirve como un punto especial por la observación y la educación ambiental hacia estas especies. También se hizo la sustitución de mobiliario deteriorado (dos mesas de madera), para recibir de forma ordenada los visitantes.
Finalmente, en 2023 se llevó a cabo la construcción de acequia para facilitar la salida del agua de la fuente del Molino de Bajo y de la charca de agua construida en 2022, hasta el lecho del río. También se hizo una campaña de educación ambiental los días 30 de septiembre, 1, 7, 8 y 9 de octubre, consistente en rutas desde Alcoy hasta el Racó de Sant Bonaventura incidiendo en aspectos ambientales del PNM en línea con los objetivos que fomentan la información y conservación de los valores del PNM. A cada jornada participaron 2 grupos de hasta 25 personas, cosa que supuso un total de 10 grupos.
«Ya dijimos que para nuestro Gobierno el mantenimiento es fundamental y así hemos trabajado desde hace años en nuestra ciudad y parajes. Aquí tenemos un ejemplo de diez años de mejoras en el Racó, para hacer de este un espacio mejor para toda la gente de Alcoy y las personas que nos visitan», ha explicado la regidora de Medio Ambiente, Teresa Sanjuán.