El milagro de la mistela. La conversión de la uva moscatel en pasa o pansa, fruto deshidratado, pero de concentrado dulzor. Y la transformación de esta, mezclada con licor, en la mistela o mixtela (de ‘mixtus’, mezclado). Daría, lo ha hecho realmente, para todo un tratado, al igual que un edificio fundamental para que todo esto ocurra: el riu-rau. Precisamente, triunfa en estos momentos, a la hora de practicar un turismo didáctico, una ruta sobre ello.
Construidos en mampostería, piedra o ladrillo, los riu-raus supervivientes se convierten así en motivo de visita guiada (participa en ello la propia Generalitat Valenciana), fundamentalmente por la Marina Alta alicantina, aunque, como veremos, estas edificaciones llegaron incluso más allá de las fronteras oficiales, junto con la elaboración de la mistela. Y en las guías escritas abundan las referencias a sus arcos… ¿ojivales?, ¿carpaneles?
Cuestión de diseño
Vale, ¿en qué quedamos? ¿Carpaneles u ojivales? Es que se habla de ojivales o incluso de medio punto, por ejemplo, hasta en páginas oficiales, a propósito de estos riu-raus tan relativamente abundantes aún hoy al norte de la provincia de Alicante. Bueno, es fácil centrarnos, ya que lo del arco es una simple cuestión de diseño.
El carpanel, fácilmente confundible con el elíptico, posee dos centros (para su dibujo) en la línea de las impostas (los saledizos entre el arco y la columna, o entre aquel y las jambas, los lados de la pared que dan al hueco de la puerta o ventana), y otro por debajo. El de medio punto (también cimbrado, formarete o redondo) tiene un solo centro a la altura de las impostas.
Triunfa ahora, como turismo didáctico, una ruta sobre ello
Composición utilitaria
Lo del ojival es más sencillo, incluso, el desmontarlo, ya que en este, claramente, ambas curvas del arco, a izquierda y derecha, forman un ángulo en la clave o dovela (la pieza central del arco, que a efectos visuales puede ser perfectamente un ladrillo o una piedra, en estas ocasiones, muchas veces, en cuña). ¿Por qué se recurría al carpanel (o rebajado, ya que es un tipo de estos) para los riu-raus?
Hay un montón de teorías al respecto, pero, teniendo en cuenta siempre que, en arquitectura, además del elemento decorativo, existe un evidente trasfondo funcional, especialmente en casos como estas construcciones, la de su uso por ser amplios, lo que facilitaba ventilación y acceso a las uvas, es la que gana puntos. Resultaban además bastante útiles, durante el proceso de pasificación de las uvas, para resguardar los frutos, protegidos con cañizos.
Facilitaba la ventilación y el acceso a las uvas
Relativa antigüedad
Estos arcos, asociados en realidad al pórtico o porche bajo, el que se secaba la uva (en casos, estaban asociados a viviendas de campo), acabaron dando, según diversos cronistas, el nombre a las construcciones (sería algo así como acompañar las curvas con sílabas), aunque la realidad es que posiblemente la palabra proceda del occitano ‘rural’ o ‘rurau’, o del árabe ‘ref-raf’ o ‘rafraf’, literalmente porche o cobertizo.
En ambos casos se ve claramente el trasfondo rural, ligado al agro. Ahora bien, ¿desde cuándo? Autores hay que afirman que la edificación en sí arrastra una considerable antigüedad, aunque realmente no existen constancias físicas de su existencia, por el momento, más allá del siglo XVIII. A partir del XIX, con la escalada en el comercio tanto de la uva, de su versión pasa y, por supuesto, de la mistela, será cuando comience su masiva construcción.
Las guerras y los recuperados vinos franceses agostaron el negocio
Exitosa propagación
La referida Ruta dels Riuraus nos lleva, por orden alfabético, a Benissa, Benitatxell, Dénia, El Verger, Gata de Gorgos, Llíber, Ondara, Orba, Parcent, Pedreguer, Teulada-Moraira, Xàbia y Xaló. Esto nos da una idea de por dónde se extendió concretamente por nuestra provincia, ya que se trata de una construcción autóctona. No obstante, en la ruta nos encontramos, por ejemplo, con una población valenciana, Ròtova, lo que nos da una pista de su éxito.
De hecho, además de La Safor, comarca a la que pertenece Ròtova, también pueden encontrarse en la Hoya de Buñol (en el propio Buñol), la Marina Baixa (existen restos por la Vall de Guadalest, y especialmente en Altea), la Vall d’Albaida (con posibilidad de visita en Ontinyent). Aunque no hay que sorprenderse si nos encontramos con restos de riu-raus en cualquier otro lugar. Viene asociado a un producto, la mistela, y esta fue exportada incluso a Chile.
Difícil supervivencia
Pero hablamos de restos. ¿Ya no hay riu-raus? Pero si todavía se fabrica mistela. Y tanto; y a nivel industrial (aunque no existan cifras unificadas), pese a la considerable merma en la uva moscatel provocada por la sequía y, denuncian desde el agro, confusas geopolíticas. Por un lado, la producción se modernizó, por otro el comercio clásico cayó en España.
La guerra civil (1936-1939) y la recuperación de los viñedos franceses, tras haber sufrido una brutal epidemia de filoxera, más la caída del comercio internacional debido a la segunda guerra mundial (1939-1945), agostaron un negocio que tardó en coger de nuevo vuelos. Por suerte, las reutilizaciones de los riu-raus para otros menesteres acabó por salvar muchos.