Entrevista > Antonio Aledo / Catedrático de Sociología Ambiental de la UA (Alicante, 30-marzo-1963)
El investigador Antonio Aledo es miembro del Observatorio Socioeconómico de Inundaciones y Sequías (OBSIS) que pertenece a la Universidad de Alicante (UA), y tiene como misión analizar la dimensión humana en inundaciones y sequías en el mundo, con especial atención en España. Está integrado además por los investigadores Josep TurIker, Guadalupe Ortiz, E. Colten y Pablo Aznar, entre otros.
OBSIS surge de la necesidad de recoger, analizar y generar información y conocimiento sobre los aspectos socioeconómicos de la gestión de este tipo de eventos extremos, y cómo se debe actuar. En estos días, tras la reciente tragedia de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), los científicos que la integran tienen mucho que hacer y decir.
¿Dónde estaba usted la tarde de la DANA?
A mí me cogió muy lejos, en Zimbabue (África), dando precisamente una conferencia sobre emergencias ante situaciones como la que se estaba viviendo en Valencia sin saberlo todavía. Allí estas cosas pasan desgraciadamente a menudo porque no tienen cuerpos como el de Protección Civil, ni infraestructuras adecuadas.
Les ponía a España como ejemplo, como país con los medios adecuados ante una emergencia así, y con instituciones potentes para solucionarlo; y mira por dónde estaba ocurriendo todo lo contrario. Me volví en cuanto pude.
¿Demasiados errores cometidos?
Demasiados. Lo primero que quiero decir es que, ante tal magnitud y la enormidad de la amenaza, era imposible evitar la riada y que las instituciones también se desbordaran. Ahora bien, para eso están los protocolos que te permiten pedir ayuda y que no se utilizaron correctamente. España incluso pertenece a un sistema europeo de Protección Civil, que nos permite pedir ayuda para que intervengan, al igual que hacemos nosotros con otros países, y tampoco se reclamó.
Habiendo como había músculo institucional, no se utilizó de la forma adecuada. Esto lógicamente ha provocado un enorme dolor e indignación que se podía haber evitado. Faltó coordinación, faltó información y faltó de todo.
«La sociedad tiene que cambiar la percepción de todo lo que conlleva el cambio climático»
¿Cuáles han sido los principales errores?
Hay un sistema de protocolos que se tiene que seguir, y evidentemente ha habido descoordinación por parte de todos. En primera instancia la Generalitat Valenciana, pero tampoco me parece que algunas actuaciones del Estado central hayan sido las correctas.
Lo que me parece vergonzoso es que, ante algo tan grave, los políticos se pongan a echarse las culpas unos a otros y a perder el tiempo, en lugar de centrarse en solucionar este desastre, o de utilizar una tragedia de esta magnitud como arma política. Es inaceptable.
¿Va a haber un antes y un después tras esta DANA?
Espero que sí. Entre otras cosas porque el coste político ha sido muy alto, y porque la ciudadanía, tal y como están los ánimos, no va a permitir otra situación así. Pero también la sociedad tiene que cambiar la percepción de todo lo que conlleva el cambio climático que estamos viviendo. La alerta roja estaba, pero nunca nos creemos que pueda suceder algo así.
Debemos aprender que en situaciones así no hay que salir a la calle, ni bajar a sacar el coche del garaje, ni ir a trabajar aun a riesgo de perder el empleo, porque siempre será mejor que perder la vida.
«Faltó coordinación e información durante la DANA»
En este sentido, ¿qué otra idea sugiere?
Que, igual que se hacen simulacros para casos de incendio, que se hagan también ante este tipo de riesgos, para estar preparados y saber cómo comportarnos, porque esto no acaba aquí. Que se dé toda la información necesaria en los barrios, en los colegios, empresas, etc., para que no volvamos a cometer los mismos errores.
Habéis realizado una investigación sobre el teléfono de emergencias 112. ¿Se han aplicado vuestras conclusiones?
Tras la DANA del 2019 en la Vega Baja, elaboramos un estudio sobre la biblioteca de mensajes que se deben difundir a través del 112 en caso de alerta. Emitir un mensaje de alerta no es fácil; se debe dar una información muy equilibrada y concisa para no provocar pánico, pero que sea clara y efectiva.
Elaboramos una biblioteca con 95 mensajes, desde la fase previa a la fase ‘post’ de la emergencia. Lo entregamos en el 2022, y a pesar de que preguntamos para saber si se estaba utilizando, no hemos obtenido respuesta. Esto debe ir acompañado de campañas de información para que la gente cuando vea estos mensajes no dude en seguir las instrucciones.
«Habiendo como había músculo institucional, no se utilizó de la forma adecuada»
¿Qué influencia está teniendo el negacionismo frente al cambio climático?
Tiene una influencia tan nociva como el movimiento anticientífico, que prolifera en internet y redes sociales generando un daño irreparable, porque desgraciadamente la falta de conocimientos les hace ganar muchos adeptos.
Son los indocumentados encargados de lanzar bulos y mensajes, como que la AEMET debe desaparecer porque dicen que nunca acierta, u otros bulos como que el cambio climático es un cuento chino, y les da igual lo que digamos los científicos.
¿Se ha gestionado correctamente la labor de los voluntarios?
En mi opinión no. No se les puede dejar sin atención y sin coordinación. Hay que dotarlos de la indumentaria necesaria para poder trabajar protegidos y con las herramientas necesarias. Y alguien tiene que marcarles unas directrices sobre lo que deben hacer y dónde son más necesarios para que sean efectivos, y no dejarles a su libre albedrío.
Lo mismo ocurre con los cuerpos de seguridad, que hacen todo lo que pueden, eso es indudable, pero también deben recibir ya una formación concreta para este tipo de desastres.