Entrevista > David Cerdán Pastor/ Periodista (Aspe, 2-noviembre-1974)
¿Qué pasaría si una de las organizaciones empresariales más influyentes de una provincia desapareciera casi sin dejar rastro? Con la habilidad de un arqueólogo del pasado reciente, David Cerdán se sumerge en las entrañas de Coepa para reconstruir, pieza a pieza, el mosaico que durante décadas dio forma al tejido socioeconómico de Alicante.
En su libro ‘Coepa, principio y fin de un pilar socioeconómico de la provincia de Alicante’, no sólo desvela las claves de la influencia de la patronal, sino que examina sus aciertos, desventuras y lecciones, todo ello en un contexto histórico convulso y acelerado.
En esta entrevista, Cerdán nos narra las peripecias de su investigación, el hallazgo de testimonios olvidados y el esfuerzo por encajar documentos dispersos. Más que un simple repaso a la historia de una institución, su relato nos sitúa ante un espejo en el que contemplar el pasado para comprender mejor el presente. Una invitación, en definitiva, a reflexionar sobre la memoria empresarial y la importancia de rescatar los hilos que, con mayor o menor fortuna, han tejido la identidad económica de un territorio.
¿Cuál fue el motivo para escribir un libro sobre la historia de Coepa?
La idea de escribir este libro no es mía, sino del presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (UEPAL).
Es una iniciativa de ellos, financiada por la patronal alicantina y, en concreto, por su presidente, César Quintanilla, que plantea recuperar la historia de la patronal: lo que significó, representó y todo lo positivo que generó para esta tierra, desde el principio hasta el fin, contando también los aciertos que hubo. Por azares de la vida contactan conmigo, yo colaboro con UEPAL a través de mi agencia, y acordamos ponernos manos a la obra.
Tenía mucha curiosidad porque Coepa fue muy importante y desapareció sin dejar rastro. Era motivador, no había nada escrito, ningún estudio, ninguna tesis, nada. Parece que los archivos también desaparecieron. Era como hacer arqueología periodística, y eso, como periodista, me resultó muy atractivo. Lo he disfrutado mucho.
Dado que Coepa cierra definitivamente en 2018, ¿por qué UEPAL se plantea ahora, varios años después, rescatar esta historia?
Esa pregunta sería más para UEPAL, pero entiendo que, pasado el tiempo, las heridas que aquello generó quizá no hayan cicatrizado del todo, pero sí están menos abiertas. Podría ser el momento de contextualizar aquellos hechos que supusieron iniciativas muy potentes y dinámicas que incentivaron la economía de la provincia, y también analizar los errores cometidos.
Como dijo César Quintanilla en la presentación, era el momento adecuado para curar las heridas haciendo justicia, que consiste en contar la realidad con sosiego y sin generar nuevas trincheras, sino para empezar a construir un proyecto de futuro. No podemos partir de la nada porque Coepa fue un pilar socioeconómico fundamental. Sirvió para conciliar la democracia y desarrollar una economía que salía de una dictadura y necesitaba modernizarse. Poner todo eso en valor creo que ha motivado a UEPAL a lanzar este proyecto.
«Este libro puede servir de catarsis, para entender, cerrar heridas y mirar al futuro con más claridad»
¿De qué forma definirías el impacto que tuvo Coepa en la historia socioeconómica de la provincia de Alicante?
Tras investigar con los pocos recursos disponibles (el archivo desapareció), me quedo con dos visiones fundamentales. Una es el origen de Coepa, inicialmente Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (CEPA), antes de que apareciera la ‘O’.
Fueron siete empresarios jóvenes, franquistas y de derechas, que tuvieron la habilidad, inteligencia, sentido común y responsabilidad de sumarse los primeros a la democracia. Si el movimiento obrero y sindical fue importante, el movimiento empresarial que se sumó también lo fue.
¿Qué nos puedes contar sobre los fundadores?
Estos siete ‘magníficos’ no tenían recursos ni experiencia democrática. Al mismo tiempo que se legalizaban sindicatos, se creaban las patronales. Alicante fue cofundadora de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y articuló una gran patronal provincial.
Esto fue clave porque colaboró en la constitución y desarrollo de la autonomía de la Comunidad Valenciana, en la defensa del aeropuerto, la Universidad de Alicante, infraestructuras y múltiples hitos que impulsaron el desarrollo socioeconómico provincial.
¿Cuáles fueron sus primeros pasos?
Con la democracia ya consolidada, Coepa ofreció asesoramiento a empresas, facilitó conexiones con la Unión Europea, promovió formación e incluso cursos de Medio Ambiente cuando nadie hablaba de ello. Fueron pioneros y, gracias a sus trabajadores, se anticiparon a muchas necesidades, Es una pieza clave del engranaje histórico. Ese es el valor de Coepa: el trabajo de mucha gente a favor del territorio.
«No se entienden esos 40 años sin Coepa, ni ésta sin el contexto histórico que la vio nacer y crecer»
Como periodista e historiador circunstancial, ¿cómo fue el proceso de investigación sin archivos ni documentación?
Han sido dieciséis meses sin disponer de actas, documentos, fotos o vídeos. De cuarenta años de Coepa apenas conseguimos unas pocas actas y presupuestos. A partir de 1994 se conservan memorias digitalizadas, y eso ayudó.
El resto, a base de muchas horas de hemeroteca, revisando tomos de periódicos en el Archivo Municipal de Alicante. Fundamentalmente consultamos los diarios de la época, número a número, con algunas pistas de entrevistas. La memoria a veces falla, así que tocaba contrastar y atar cabos.
También entrevistamos a trabajadores, presidentes y personas vinculadas. Algunos tenían algo de documentación. Fue complicado, casi como arqueología periodística, pero al final encajamos las piezas.
¿Ese fue el mayor desafío o hubo otro?
Hubo dos desafíos. El técnico, encajar cada pieza para armar una historia completa que reflejara la importancia de Coepa y contextualizarla. No se entiende la patronal sin el momento histórico que vivió, los años 80 y 90, y no se entienden esos años en la provincia sin Coepa.
¿Y el segundo?
El otro desafío fue no caer en visiones sesgadas. Cada uno ve la realidad a su manera, así que había que ser honestos con los hechos. No podíamos dejarnos influir por opiniones o sensaciones personales. Hemos intentado hacer un relato periodístico e histórico, no un cúmulo de impresiones subjetivas.
«Muchas instituciones han marcado hitos que nos pueden guiar hacia el futuro»
¿Cómo ha sido la colaboración con expresidentes y otros actores vinculados a Coepa?
Nadie se mostró reticente ni desconfiado. Todos colaboraron, cada uno a su manera. Los presidentes aportaron información, defendieron sus errores y aciertos con honestidad. Los trabajadores, incluso los que salieron mal parados por el cierre, también colaboraron. Todos entendieron el espíritu de la obra y su importancia. Nadie puso mala cara.
¿Qué momentos clave de su historia destacarías?
Cada momento tuvo su importancia. A mí me emocionó especialmente el origen, cómo en 1977-78 se constituyó Coepa y cómo siete empresarios supieron organizarse rápidamente sumándose a la democracia. La consolidación de Coepa va de la mano de la consolidación democrática. Aquellos años 70 y 80 fueron fundamentales para el país.
Entre tantas personas, ¿alguna por encima del resto?
Admiro especialmente a dos presidentes, Pepe Llorca e Isidro Martín, de los últimos de los 80, que mantuvieron el espíritu fundacional en condiciones muy duras. El resto de presidentes también aportaron mucho: formación, modernización, informática, Internet, conexión con Europa. Todos dejaron su huella. Si acaso, me quedo con el origen y esa parte intermedia.
La documentación fue compleja debido a la desaparición del archivo de Coepa
¿El libro también aborda los errores cometidos?
Sí, todos reconocen que Coepa se hizo más grande de lo que debía y se volvió demasiado dependiente de la Administración Pública. Con la crisis de 2008, esa dependencia pasó factura. Hoy se entiende que las entidades deben sostenerse con recursos propios y mantener con la política una relación de lobby positivo, no de dependencia.
¿Fue esa vinculación el mayor error?
Fue un problema colectivo, no solo de Coepa. También cayeron la patronal de Castellón y Cierval. La de Valencia se mantuvo porque la Comunidad Valenciana no podía quedarse sin una patronal. Así que no fue solo un problema de Coepa, sino un mal general del asociacionismo empresarial.
Para ti, ¿cómo crees que afectó su desaparición al asociacionismo empresarial en Alicante?
Se perdió protagonismo, independencia y cierta personalidad propia del territorio. No se trata de volver al pasado, pero sí es cierto que se ha perdido algo que habría que recuperar en cierta medida.
«Hemos intentado hacer un relato periodístico e histórico, no un cúmulo de impresiones subjetivas»
¿Qué similitudes o diferencias hay entre el espíritu de Coepa y el de UEPAL?
Muchas. Se ha aprendido del error. UEPAL depende de sí misma, sus colaboraciones con la Administración son puntuales. No busca enfrentamientos, sino sumar. Falta recorrido histórico, pero está en el camino de demostrar su utilidad a la sociedad. La idea es la misma: el desarrollo socioeconómico del territorio con la aportación de todos.
¿Crees que Alicante ha superado las heridas?
Puede que este libro ayude. El tiempo mitiga, y una visión global de lo sucedido ayuda a reconciliarse con el pasado. Este libro puede servir de catarsis, para entender, cerrar heridas y mirar al futuro con más claridad.
Si tuvieras que resumir el legado de Coepa en una frase, ¿cuál sería?
El mismo nombre del libro, ‘Un pilar socioeconómico de la provincia de Alicante’. No se entienden esos cuarenta años sin Coepa, ni se entiende Coepa sin el contexto histórico que la vio nacer y crecer.
«Se hizo más grande de lo que debía y se volvió demasiado dependiente de la Administración Pública»
¿Cómo esperas que sea recibido el libro?
Espero que se lea en positivo, como una forma de aprender del pasado. Coepa mostró el valor de sumar esfuerzos. Todos cometieron errores, incluidas las administraciones. Si hacemos una lectura positiva, afrontaremos mejor el futuro.
Después de esta experiencia, ¿te planteas otros proyectos similares?
Sí, se puede investigar más sobre otras entidades que han marcado el futuro de esta tierra. No es el primer libro que escribo, pero sí el primero que firmo. Hay mucho que reivindicar: sindicatos, entidades bancarias, la Cámara de Comercio, el Puerto de Alicante… Muchas instituciones han marcado hitos que nos pueden guiar hacia el futuro.
Para terminar, si alguien duda en leer este libro, ¿qué le dirías?
Si queremos entender los últimos cuarenta años de la provincia de Alicante, debemos conocer la historia de Coepa. Este texto es fundamental para comprender el contexto general de esas cuatro décadas. Es una pieza clave del engranaje histórico.