Entrevista > Carlos Quesada / Pintor (Crevillent, 11-abril-1954)
El artista Carlos Quesada destaca principalmente por sus pinturas realistas, las inspiradas principalmente en nuestro mar Mediterráneo, aunque hay quien le conoce por sus propuestas cerámicas o diseño textil. Son innumerables los certámenes y exposiciones en los que ha participado, en la mayoría con éxito. “Todo lo que mostraba lo acababa vendiendo”, remarca el también ganador de diversos premios en Crevillent, Elda, Sant Joan…
Entre sus obras más destacadas, las focalizadas en las salinas, pues “de todos los paisajes que brinda nuestra provincia, las situadas en Santa Pola son una de las más bellas y enigmáticas imágenes que podemos contemplar”.
Quesada intenta acudir a su estudio todos los días, “es mi segunda casa”, e iniciar su ritual artístico, primero escogiendo un paisaje, un motivo o un bodegón. A reseñar asimismo las dos décadas que dedicó al diseño y dibujo de alfombras.
¿Cómo te iniciaste en el arte de la pintura?
Según recuerdo pinto desde siempre, en parte influenciado por mis padres: mi madre regentaba una tienda de bellas artes en Crevillent y a mi alcance estaban lienzos, pinturas y pinceles. Asimismo, mi padre también tenía talento; mi profesión -porque para mí es mucho más que una afición- estaba clara.
¿Quién te enseñó la técnica?
Al comprobar que no se me daba mal, a los catorce-quince años me apuntaron en la Escuela Profesional de Bellas Artes de Alicante, graduándome en Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Aprendí a dibujar y a pintar mis primeros bodegones de la mano de grandes maestros, como Miguel Baeza, Gastón Castelló o Pedro Picó.
«Pasé por todos los estilos, sobre todo impresionismo y abstracto, hasta encontrar el mío, el realismo»
De todos fuiste nutriéndote.
Exacto, hasta que tomé mi estilo propio, unos años más tarde, siguiendo mi camino. Es la pintura la que te va indicando. Pasé por todos los usos, impresionismo y abstracto, sobre todo, hasta que encontré el mío, en este caso el realismo.
¿En qué te inspiras?
La luz del Mediterráneo nos lo da casi todo, se puede decir que te invita a pintar. Sale solo, siendo excepcionales los matices que ofrece las tardes de verano, tan largas. En invierno prefiero por las mañanas, con más luz.
¿Dónde has expuesto?
En muchos lugares. De hecho, el primer certamen en el que participé fue el de Artes Plásticas del Instituto de Estudios Alicantinos (IDEA), allá por 1971. A partir de ahí he expuesto en mi pueblo natal, Madrid, Campo de Criptana (Ciudad Real), Elda, Novelda, etc.
Mi última exposición fue en primavera, en la Asociación de Artistas de Alicante. Ciertamente no he dejado de mostrar mis obras en estos más de cincuenta años de carrera. Ahora estamos preparando, entre los amigos pintores, una nueva muestra en La Canalosa.
«En verano me encanta pintar por las tardes, tan largas, mientras en invierno prefiero hacerlo por las mañanas»
¿Trabajas por encargo?
Habitualmente sí, pero en muchas ocasiones regalo los cuadros que realizo. Ahora mismo estoy preparando uno para la Hermandad de la Santa Cruz, en concreto ‘El descendimiento’, con seis figuras.
¿Se pueden adquirir online?
En contadas ocasiones. Casi siempre he vendido en exposiciones y me ha ido bastante bien, pues muestra a la que asistía me compraban prácticamente todos los cuadros.
Por lo tanto, puedes vivir del arte.
Hacerlo en España es complicado, mucho; yo también he tenido suerte, porque son muchos los que apenas venden. Igualmente he pasado por altibajos, aunque he tenido tres hijos y a los tres los he podido sacar adelante ¡con mi arte y el diseño textil!
«Es muy complicado vivir del arte en España, pero yo he tenido suerte, vendía casi todo lo que exponía»
¿Te valoran más los foráneos?
Lamentablemente es así. En España también tenemos muy buenos entendidos en arte y son muchos los que lo valoran, pero mi sensación es que el internacional tiene más sensibilidad en ese sentido, quizás más cultura artística.
Háblanos un poco más de tu actual proyecto.
Siempre ando buscando nuevos motivos para pintar. Un amigo de la hermandad me pidió que les pintara algo relacionado con la Semana Santa y me dio a elegir.
Podría haber optado por un Ecce Homo, que es una figura muy normal, pero preferí El Descendimiento, compuesto por seis figuras, mucho más laborioso. Tardaré en finalizarlo unos dos meses y después se lo ofreceré como regalo.
¿Qué otros proyectos tienes en mente?
Como señalaba, intento no parar mirando motivos para pintar. Sé que tengo edad para estar jugando a la petanca (ríe), pero pintar es mi vida, con lo que más disfruto.
¿Cuáles son tus pintores favoritos?
De los actuales, Antonio López. Me fascina también Isabel Quintanilla y el estilo del irlandés Francis Bacon -no confundir con el político y filósofo inglés-, caracterizado por el uso continuo de la deformación pictórica y gran ambigüedad en el plano intencional. Curiosamente falleció en Madrid en 1992.