Entrevista > Jorge Fuentes / Director del IES Alameda (Buñol, 7-mayo-1975)
Pasados casi dos meses del fatídico 29 de octubre dialogamos con Jorge Fuentes, director del IES Alameda, para que nos relate cuál es la situación del centro -ampliamente devastado-, si podrán regresar para el próximo curso y cómo han reubicado tanto a los alumnos como al profesorado.
“El nuestro es el centro educativo decano en Utiel, con más de medio siglo brindando un servicio de educación pública”, quiere poner en valor Fuentes, que cuenta con una amplia trayectoria en la docencia incluyendo doce años en la Universidad de Magisterio.
También a resaltar la labor y nivel de implicación de los alumnos, dispuestos desde el primer momento a reconstruir su ‘casa’, un instituto que estiman. Igualmente antiguos, de cursos pasados, han venido con sus tractores o remolques diciéndome “Jorge, ¿qué necesitas?, estoy aquí para lo que sea”.
¿Cuáles han sido las zonas más afectadas?
Sobre todo las instalaciones deportivas: frontón, mini galocheta -para pelota valenciana-, vestuarios, gimnasio cubierto… El frontón, por ejemplo, ha desaparecido totalmente. Ya al otro lado del río, toda la planta baja del edificio principal está destruida.
¿Cómo se afronta ahora la reconstrucción?
Todavía no disponemos de una comunicación oficial por parte de Conselleria respecto a qué va a pasar. El 4 de noviembre acudió una representación de la Dirección General de Infraestructuras Educativas e hicieron una primera valoración (verbal), indicando que el centro podría ser reconstruido al no verse afectadas las estructuras básicas.
«Todavía no disponemos de una comunicación oficial de Conselleria respecto a qué va a pasar»
¿Se ha hecho algo desde la tragedia?
Sí. A inicios de diciembre envié una carta -dirigida a todos los responsables de Conselleria- en la que detallaba el proceso desde el 29 de octubre y solicitaba que pudieran informarnos de un modo oficial sobre qué iba a suceder con el IES Alameda.
Una semana más tarde, tras conversar con el director general de Infraestructuras Educativas, José María Larena, dos técnicos vinieron para conocer la situación actual del centro, si se debe demoler o reconstruir.
¿La idea es retornar el curso que viene?
Valoramos muchas posibilidades: la peor, la que nos tememos, es que todo el proceso se retrase y nos veamos obligados a mantener a los cuatrocientos alumnos reubicados en cinco espacios, todos ellos en Utiel.
Si en junio-julio no ha habido ningún movimiento y seguimos en esta situación, acogidos entre otros por la Escuela Oficial de Idiomas, el CEIP Canónigo Muñoz o la Escuela de Hostelería -a los que agradezco su solidaridad-, entendemos que la calidad y normalidad a la hora de impartir clase no es la que deseamos.
«Veríamos de una forma muy positiva emplear la primera planta del IES Alameda, que está intacta»
¿Qué otras opciones hay?
La primera planta del IES Alameda está intacta. No sé hasta qué punto podría acelerarse acondicionar los accesos y poder arrancar allí en marzo o abril, por ejemplo. Se tendría que hacer un estudio de cuántos alumnos caben en esa zona.
Para nosotros sería una muy buena noticia, al recuperar cierta normalidad, pese a los inconvenientes que supondría estar sobre una planta que se está remodelando.
¿Cómo lo han asumido los propios alumnos?
En pocos días reubicamos al alumnado y desde el 11 de noviembre están recibiendo docencia, adelantándonos a que Conselleria nos dijera dónde debían ir. Ellos, por otro lado, nos ha dado un ejemplo: primero a la hora de la limpieza del instituto, ya desde el 31 de octubre.
Todos ellos han sentido que el IES Alameda forma parte de su vida y han estado contribuyendo en su mejora. Seguidamente, tras la reubicación, se han adaptado a los nuevos espacios y rutinas, igual que el profesorado.
¿Cuál es el estado de ánimo actual?
Tenemos una sensación agridulce: por un lado, se ha perdido un centro educativo, con lo que ello conlleva, además de las muertes producidas, pero también la solidaridad tremenda que hemos recibido ha sido como un chute enorme de energía. ¡Poco a poco saldremos adelante!
«Desde la noche anterior ya estábamos mirando los avisos»
Carmina Febré Valero, concejala de Educación, nos cuenta como lo vivió ella ese día
Fue un día terrible. Todo comenzó la noche anterior, cuando ya estábamos en contacto varios concejales del grupo de gobierno analizando la situación, puesto que se había decretado la alerta naranja; en esos momentos en algunos grupos de WhatsApp se rumoreaba la cancelación de las clases.
A partir de las seis de la mañana volvimos a ponernos en contacto, debido a la extraordinaria cantidad de agua que caía. Recuerdo que el alcalde contactó con otros alcaldes de poblaciones vecinas y la empresa de transporte, que le trasladó su preocupación de desarrollar el transporte por carretera sin incidencias.
Decisión de suspender
Sobre las seis y media leí algunos mensajes que iban llegando de las direcciones de los centros. Les dije que en cuanto tuviéramos la decisión, les avisaríamos. En breve el alcalde se puso en contacto con todos los centros educativos para transmitir nuestra preocupación en base a la información de otros municipios y la empresa de transporte.
Finalmente, sobre las siete de la mañana tomamos la decisión de suspender las clases, y avisamos a todos los directores para que a su vez avisaran a alumnado y profesores.
Una responsabilidad excesiva
La decisión del alcalde de suspender las clases fue acertada, pero creo que es excesiva la responsabilidad que se les exige a los alcaldes y ayuntamientos para tomar decisiones tan importantes sin tener toda la información. Recordemos que en Utiel había alerta naranja, y no roja.
Solo por poner otro ejemplo, los días 12 y 13 de noviembre hubo otros episodios de emergencia en la Comunidad Valenciana. Volvimos a estar en contacto el equipo de gobierno para valorar en base a los datos que teníamos. El director del IES Alameda nos trasladó que en otros municipios se suspendían las clases. Sin embargo nosotros, con la información que teníamos, decidimos no suspender… y también se acertó con esa decisión.