Desde finales de enero ya ha entrado en vigor oficialmente la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Alicante, cumpliendo así con este requisito marcado por la legislación europea.
En la práctica la implantación de la ZBE no supone nuevas restricciones para circular con vehículo privado por el casco urbano de Alicante, tal y como sí ha ocurrido en otras ciudades. No obstante, desde el equipo de gobierno municipal aseguran que sí permitirá controlar mejor los volúmenes de polución atmosférica en tiempo real, ya que se han instalado diversos sensores medioambientales y cámaras de vigilancia.
Sensores medioambientales
“Alicante no tiene un problema de contaminación real. De hecho algunos estudios nos sitúan como la menos contaminada entre las grandes ciudades de España. Aún así estamos llevando a cabo diversas actuaciones concretas para que sea todavía menor. Ahora toda esta infraestructura que se ha montado puede ayudarnos mucho” nos comenta Manuel Villar, vicealcalde y concejal de Sostenibilidad Ambiental.
Así pues, se han instalado catorce sensores en diversos puntos de la ciudad como el Mercado de Benalúa, la Plaza de Toros, el estadio José Rico Pérez, la Estación o el Hospital General. Estas mediciones permitirán al Ayuntamiento tomar decisiones, como pudiera ser cerrar temporalmente el tráfico, si los niveles de polución se muestran alarmantemente elevados.
“Normalmente los peores episodios de contaminación que sufrimos en Alicante no son causados por los coches, sino por las entradas de calima que a veces nos vienen desde el Sáhara. Aún así, en los últimos años no hemos llegado a niveles muy drásticos y no creo que sea necesario tomar medidas extremas. En cualquier caso, ahora dispondremos de datos objetivos para actuar objetivamente” nos aduce el vicealcalde.
«Las nuevas cámaras nos permitirán reconducir los flujos de tráfico» M. Villar (Sostenibilidad Ambiental)
Cámaras de grabación
Por otra parte también se han instalado nuevas cámaras de videovigilancia para controlar el tráfico. En un principio han comenzado a funcionar alrededor de un centenar, si bien se ha implantado una fibra óptica que podría llegar a abarcar hasta trescientos dispositivos de grabación.
“Estas cámaras no se van a utilizar para sancionar a los conductores, sino para darnos información que nos permita mejorar la movilidad en la ciudad y poder reconducir los flujos de movimiento con el fin de que los tránsitos sean menores” nos explica Villar.
La ZBE abarca oficialmente tres anillos formados por la Gran Vía, el Centro Tradicional y el Casco Antiguo. En esta última zona sí se van a aplicar restricciones de tráfico, pero de la misma forma que ya se venía haciendo desde 2011. Es decir solo los residentes, propietarios de garajes y trabajadores pueden circular por estas calles. Aquí sí habrá sanciones, e incluso próximamente aumentará la cuantía de las multas.
“En la Federación de Municipios se ha llegado a un acuerdo para elevar las sanciones a aquellos vehículos que incumplan las condiciones de las ZBE. Actualmente en Alicante rondan los 80 euros según la ordenanza de tráfico, pero probablemente subirán a unos 200 euros” nos comenta Villar.
Las sanciones para los vehículos que entren ilegalmente en el Casco Antiguo se incrementarán
Más población en la ciudad
Si bien el aire de Alicante suele sacar buenas calificaciones en las mediciones de calidad, sin duda ayudado por el efecto renovador que aporta la brisa marina, también es cierto que la población de nuestra ciudad lleva varios años aumentando a un ritmo considerable.
Hace diez años éramos 328.000 personas censadas, y actualmente cerramos 2024 con 359.000. Este fenómeno demográfico nos ha hecho superar a Bilbao para auparnos a la décima posición de las ciudades más pobladas de España.
“De momento los niveles de contaminación en Alicante se han mantenido estables en estos últimos años, a pesar de que tenemos más habitantes y por lo tanto más vehículos. Hemos tomado medidas que han surgido efecto como peatonalizar o reducir carriles para calmar el tráfico en diversas calles. Ésta es la línea que queremos seguir en el futuro” nos asegura Villar.
La peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento no incluirá las calles Jorge Juan y Rafael Altamira
Zona del Ayuntamiento
En este sentido, recientemente el alcalde Luis Barcala ha anunciado la pretensión de peatonalizar la Plaza del Ayuntamiento. De hecho ya durante el pasado otoño se vivió esta situación, pero de manera forzosa ya que el desprendimiento de varios cascotes de la fachada del edificio consistorial obligó a cortar el tráfico durante algunas semanas.
“Este lamentable incidente nos ha permitido ver que la ciudad puede seguir funcionando sin este tráfico. Además, en la mayoría de los lugares, tanto de España como del extranjero, normalmente los coches no circulan por las plazas donde están los ayuntamientos” nos comenta el edil de Sostenibilidad Ambiental.
El proyecto consistirá en peatonalizar solo el trazado que se ubica en la propia plaza, es decir las calles Rafael Altamira y Jorge Juan seguirán abiertas al tráfico. El siguiente paso será realizar los pertinentes estudios para determinar las alternativas para los vehículos, especialmente pensando en las líneas de autobuses que circulan por aquí. El Ayuntamiento espera que las obras puedan comenzar a finales de este año con el fin de que estén culminadas en 2026.
Otras medidas
De igual forma desde el equipo de gobierno nos aseguran que se seguirán acometiendo otras acciones para reducir los niveles de contaminación.
“Próximamente ya toda la flota de autobuses estará compuesta de vehículos eléctricos o híbridos. Además en cada obra que hacemos procuramos aumentar la presencia de árboles e incrementar el tamaño de las aceras. También vamos a fomentar el uso de bicicletas y patinetes para dar medios alternativos al coche” nos comenta el vicealcalde.