A finales de la década de 1960, las personas con discapacidad tenían muy limitadas sus posibilidades de integrarse en la sociedad. El primer problema era luchar contra el estigma que suponía tener una persona con discapacidad en casa, lo que motivó a un grupo de familias con coraje a organizarse en torno a las necesidades comunes de sus hijos.
Junto con los Ayuntamientos de Paterna, Manises y Quart de Poblet, crearon una Comisión Intermunicipal para impulsar la creación de recursos que dieran respuesta a esas necesidades.
En 1973 nació la Asociación Patronato Intermunicipal Francisco Esteve, poniendo en marcha el Centro de Educación Especial con treinta y ocho alumnos y un Taller Ocupacional con dieciocho personas adultas con discapacidad intelectual.
Dos décadas después se inauguraron el Centro de Atención Temprana y el Centro de Día. Además de tener un espacio al que acudir y no quedar recluidos en sus casas, desde muy pronto se trató de estimular sus habilidades manuales y funcionales, demostrando un enfoque innovador para la época.
«Desde sus inicios apostó por la inclusión laboral para ofrecer oportunidades a personas con discapacidad intelectual» E. Luna
Utilidad Pública
Hoy en día el Patronato Intermunicipal Francisco Esteve, entidad sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública, asume la atención de unas cuatrocientas personas con distintos grados de discapacidad intelectual, siendo un apoyo indispensable para ellos y también para sus familias. Desde sus primeros años, hasta que logran obtener el mayor grado posible de autonomía, el Patronato los acompaña durante todo ese trayecto.
Eva Luna, CEO de dicho Patronato, destaca que el fin último es «que ganen la mayor independencia posible». Comenta que «desde sus inicios ya se trabajó la posibilidad de contactar con empresas que pudieran proporcionar algún tipo de trabajo a los usuarios, permitiéndoles adquirir experiencia laboral con la posibilidad de integrarse en el mercado laboral». Este enfoque en la inclusión ha estado presente desde los años 70 hasta la actualidad.
Destaca que, al revisar la historia para el cincuenta aniversario, le sorprendió cómo las familias, desde un primer momento, compartieron la visión de encontrar un espacio en el que las personas con discapacidad pudieran desarrollarse al máximo de sus posibilidades para ser útiles e independientes.
Cada vez más necesario
Hace dos décadas el Patronato abrió el Centro de Atención Temprana y el Centro de Día. El primero está dirigido a niños de cero a seis años que nacen con una discapacidad o están en riesgo de padecerla, funcionando como un servicio ambulatorio. El Centro de Día, por su parte, atiende a personas con grandes necesidades de apoyo.
Posteriormente, se produjo una expansión de servicios, incluyendo el Programa de Empleo con Apoyo, el Programa de Apoyo a la Vida Independiente y un servicio de atención a familias que abarca asesoría jurídica, conciliación familiar y ocio.
El Patronato también ha implementado acciones de soporte emocional y logístico, como el Servicio de Respiro, que proporciona apoyo a las familias en situaciones de emergencia. A pesar de contar con una amplia red de servicios, la entidad sigue teniendo por delante un objetivo por el que lleva décadas peleando: ofrecer servicios residenciales.
«El Programa de Empleo con Apoyo garantiza la integración laboral y social de muchas personas» C. Boiza
Necesidad de una residencia
Eva Luna señala que existe un proyecto de creación de una residencia, cuya puesta en marcha ha encontrado obstáculos administrativos. Con el edificio ya construido hace más de una década, el Ayuntamiento de Paterna cedió la residencia a la Consellería, pero todavía está a la espera de que pueda entrar en funcionamiento. Este recurso permitiría atender a las necesidades de los usuarios de mayor edad y necesidad de atención.
Sí dispone, no obstante, del Programa de Apoyo a la Vida Independiente, destinado a personas con discapacidad intelectual que ya viven solas o tienen un proyecto de vida independiente.
Profesionales y voluntarios
Actualmente, el equipo del Patronato está compuesto por ciento siete personas que trabajan en cuatro centros: colegio, centro ocupacional, centro de día y centro de atención temprana, además de sacar adelante los distintos programas de apoyo. Asimismo, cuentan con un equipo de voluntariado compuesto por unas cuarenta personas, cuya labor se concentra principalmente en el programa de ocio, aunque pueden colaborar en cualquiera de los centros.
En cuanto a las principales necesidades de la entidad, Eva destaca la importancia de alcanzar una mayor estabilidad financiera. Aun siendo el Patronato una entidad muy solvente, la dependencia de los pagos de la Administración Pública puede generar tensiones de tesorería en momentos puntuales.
Además, buscan incrementar el apoyo financiero privad mediante colaboraciones con empresas y donaciones particulares, con el objetivo de implementar servicios adicionales, como un servicio de psicología especializado en familias, y también ampliar infraestructuras.
«A lo largo de cincuenta años ha evolucionado desde la asistencia básica hasta la inclusión total» E. Luna
Entrar en el mercado laboral
En términos de impacto, el Patronato atiende a aproximadamente cuatrocientas personas junto con sus familias a través de todos sus centros y programas. El proceso de atención se basa en la metodología de planificación centrada en la persona, diseñando planes individualizados que se evalúan periódicamente.
Uno de sus pilares fundamentales es el Programa de Empleo con Apoyo, que ayuda a las personas con discapacidad intelectual a integrarse en el mercado laboral. Se realiza una valoración inicial de las aptitudes y preferencias de cada persona, ajustando expectativas y proporcionando formación específica.
En los últimos años, diversas empresas han apostado por la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual, ofreciendo formación y empleo en áreas como almacén y tiendas.
En paralelo, otro de los logros es el éxito obtenido en la preparación de oposiciones específicas para personas con discapacidad intelectual, con dos personas ya incorporadas como funcionarias de carrera que han salido de estas instalaciones.
«Luchan por un modelo de vida independiente que les permita ser parte activa de la sociedad» C. Usach
Acompañamiento al empleo
Carmen Boiza es responsable de este servicio, y nos comenta que su función es «formar y buscar empleo a las personas que atendemos». Actualmente trabajan con ochenta personas, de las cuales treinta y cinco están empleadas.
«Ofrecemos formación en diferentes áreas en las que detectamos posibilidades de empleabilidad, como conserjería, limpieza y reposición, además de darles formación sobre cuestiones de utilidad como talleres sobre el uso del teléfono móvil, gestión del euro o transporte», indica.
Además, explica que «cuando encontramos una oferta de empleo, realizamos todo el proceso: desde enviar el currículum y acompañarla a la entrevista, hasta apoyarla en el puesto de trabajo. Una vez que la persona ha aprendido las tareas, nos vamos retirando progresivamente, pero el apoyo y la supervisión siempre están presentes».
Para ella, «a lo largo de los años hemos visto una evolución positiva en la contratación de personas con discapacidad intelectual. Cada vez más empresas están abiertas a esta labor y nosotros también trabajamos en su sensibilización».
«Crear servicios residenciales para las personas con discapacidad intelectual es uno de los retos pendientes» E. Luna
El éxito de la inserción
Se trata de una labor clave en el Patronato, a través de la cual «analizamos los puestos, identificamos qué tareas pueden desempeñar y formamos tanto a los empleados como a sus compañeros para que la inserción sea un éxito». Gracias al empleo con apoyo, se ha logrado que muchas personas se mantengan en sus trabajos durante años, garantizando su integración laboral y social.
Otro de los servicios que permite que las personas con discapacidad ganen en calidad de vida y en sentirse mejor con ellos mismos es el Programa de Apoyo a la Vida Independiente.
Funciona desde 2013 y su objetivo es que las personas con discapacidad intelectual ganen autonomía y puedan desempeñarse por sí mismos. «Queremos que dejen de estar en un segundo plano y sean parte activa de la sociedad», comenta Clara Usach que desempeña la labor de educadora.
Empoderamiento personal
«Nuestra misión consiste en acompañarlos en aspectos esenciales como la gestión económica, la organización del hogar, la realización de compras y trámites burocráticos, así como en la asistencia a citas médicas. También trabajamos el empoderamiento personal y fomentamos su participación en actividades comunitarias, porque la inclusión real solo ocurre cuando están plenamente insertados en su entorno», explica.
Además, a través de este programa, logran romper barreras y cambiar la percepción de la sociedad sobre la discapacidad. «Es fundamental que se les reconozca como personas capaces, con derechos y con mucho que aportar. Cada paso que damos con ellos hacia una vida más autónoma es un avance en esta transformación social», señala Clara.
Uno de los aspectos más positivos alcanzados gracias a la labor de entidades como el Patronato Intermunicipal Francisco Esteve es el cambio de actitud de las empresas en los últimos quince años.
En palabras de Eva Luna, «han pasado de una reticencia inicial a una mayor receptividad e integración de personas con discapacidad intelectual en sus plantillas». Y es que, «además de los incentivos económicos y fiscales para ellas, se ha demostrado que la inclusión laboral de estas personas cohesiona los equipos y fortalece la responsabilidad social corporativa», señala la CEO del Patronato.
«Las empresas son cada vez más receptivas a la contratación de personas con discapacidad intelectual» E. Luna
Nuevos desafíos
De cara al futuro, el principal reto del Patronato es la desinstitucionalización y la apertura a la comunidad. Luna subraya que, «aunque en los años 70 las familias buscaban centros donde sus familiares pudieran estar atendidos, en la actualidad el enfoque ha evolucionado hacia la integración plena en la comunidad».
Por ello, han desarrollado un itinerario específico para jóvenes con discapacidad intelectual en el centro ocupacional, con el objetivo de impulsar su independencia y evitar que su destino finalista sea un centro de atención.
En esta línea se sigue avanzando con una clara misión: garantizar que las personas con discapacidad intelectual sean reconocidas como ciudadanos de pleno derecho, con oportunidades reales de inclusión en la sociedad y en el mercado laboral.
Cómo apoyar su labor
Las personas y empresas pueden colaborar con el Patronato Intermunicipal Francisco Esteve de diversas maneras. Una de ellas es el voluntariado, donde se puede participar en actividades de ocio o en otros servicios que desarrollan. También es posible realizar donaciones económicas, que permiten financiar proyectos esenciales como el servicio de psicología para familias o la mejora de infraestructuras.
Las empresas pueden contribuir mediante patrocinios, donaciones o colaboraciones estratégicas, además de facilitar la inclusión laboral contratando a personas con discapacidad intelectual a través del Programa de Empleo con Apoyo. También pueden apadrinar proyectos específicos, como la formación para jóvenes o los servicios de respiro familiar.
Otra forma importante de ayuda es la difusión y sensibilización, compartiendo la labor del Patronato en redes sociales o medios de comunicación para fomentar una mayor conciencia sobre la inclusión. Para colaborar, solo es necesario contactar con el Patronato a través de su web familiasdelpatronato.org o visitando sus instalaciones en Paterna.