Durante años el ping-pong pasó a llamarse solo tenis de mesa, posiblemente para recuperar la importancia perdida, corrobora Johann Guerini, presidente del Club Tenis Taula Xàbia. “Ahora ya se aceptan ambas denominaciones”, apunta.
Fundada hace dos décadas, la entidad pasó por diversas etapas, pues “en los primeros tiempos simplemente eran unos pocos compañeros los que jugaban”. Se puede decir que el club en sí se creó hace seis años, cuando se incorporaron a la Federación Española para poder participar en todo tipo de competiciones.
En la actualidad albergan unos cuarenta socios, “veinte más si sumamos la rama de bádminton, adsorbida en 2023”, indica el dirigente francés. Sara Ramírez, entrenadora, aclara que las principales edades van entre diez y catorce años, incluida la campeona de España inclusiva, Júlia Maronda.
Irina, nueva entrenadora
Respecto al nivel del club, coinciden que es muy alto, sobre todo en chicas. Destaca asimismo la alevina Varvara Karpova, campeona de España por equipos, y las respectivas Irenes (Bas y Navarro), campeona y subcampeona autonómica.
“En chicos también gozamos de excelentes jugadores”, argumenta Ramírez, “logrando muchísimas medallas en el autonómico”. Se dividen en federados -con más de seis años de experiencia- y escolares. Sara se trasladó a Xàbia hace seis años, pero ya no puede asumir tantos entrenamientos.
Eso provocó al inicio de temporada el fichaje de Irina Ermakova, también “porque el club no para de crecer: tenemos más chicos cada año y anhelábamos contar con una preparadora que se ocupara en exclusiva”.
A día de hoy el club cuenta con unos cuarenta asociados, sesenta sumando la rama de bádminton
Seguir creciendo
En palabras de Guerini, la idea es crecer, con esfuerzos como el realizado. “Ahora disponemos de una sala de calidad para entrenar, que no es nuestra, pero a la que tenemos acceso”. De igual modo, opina que Irina posee altas cualificaciones, con un seguimiento continuo de los alumnos.
Se trata de una labor en la que todos están involucrados, como Francisco Roselló y José Izquierdo de la junta directiva y entrenadoras. “Es cierto que somos un club pequeño, pero hemos logrado de los mejores resultados de la Comunitat Valenciana”, remarca orgulloso.
El currículo de Sara, por otro lado, es digno de mencionar: doble olímpica (Pekín y Londres), ha ganado medallas en europeos, mundiales y Juegos del Mediterráneo. “Soy la única jugadora española de la historia que ha participado en el Final Master, donde compiten las veinte mejores del mundo”, rememora.
Han hecho el esfuerzo de contratar a una entrenadora a tiempo completo, Irina Ermakova
Mental y físico
Ramírez sostiene que el tenis de mesa es un deporte en el que tienes que entrenar a diario. En el club antes se hacía dos veces por semana, “ahora tres y en ocasiones los fines de semana”. Por eso era preciso una entrenadora a tiempo completo.
Es igualmente mental, “te desconcentras y en dos minutos pierdes el set”, aunque ese entrenamiento psicológico lo trabajan en el día a día, como emociones de todo tipo, véase frustración o tristeza.
Para ser un buen jugador, sugiere, primero le deben brillar los ojos, “sentir que el ping-pong es su deporte. La nuestra es una actividad muy atractiva, en la que se ven puntos y sets muy disputados, apasionantes”.
En este deporte debes ponerte objetivos reales que se puedan conseguir, sin frustrarte
Los chinos, los mejores
Cuestionados por qué los chinos son los mejores, aseguran que por las repeticiones que llevan a cabo, millones. Sara ha viajado a China desde que tenía diez años, comprobando que allí es el deporte más relevante, “como lo es el fútbol en España”.
Además, “ellos tienen muchísima más población y el proceso de selección es muy estricto, únicamente lo superan los mejores”. Su mentalidad es diferente: si te dedicas al ping-pong no tienes que estudiar, te preparan como si fueras una máquina y pasas 24 horas al día pensando en este deporte.
A nivel europeo los mejores son los franceses, seguido de los suecos, expresa Guerini. El seguimiento televisivo, no obstante, es mínimo por una cuestión económica, “porque el tenis de mesa se practica en todos los colegios”. Pero ni hay patrocinadores ni tantas facilidades como otros deportes, lamenta.
Valores del ping-pong
El ping-pong, así como cualquier deporte, genera emociones, “especialmente si hay algo que te importa”, explica Sara. Estás concentrado, tienes unos objetivos y te marcas unos retos, que pueden ser grandes, pequeños, en los entrenamientos, competiciones…
“Si los logras, la autoestima crece muchísimo”, subraya. En el caso de no conseguirlos, debes ponerte otros más pequeños, para minimizar la frustración: son los entrenadores los que deben marcarle al jugador unos objetivos reales.
De cara al presente curso, Guerini comenta que, en la liga autonómica, “el reto de uno de los equipos es mantener la categoría; el otro aspira a quedar lo más arriba posible”. Ya en chicas, en Primera División Nacional, “deseamos acabar en la parte alta de la tabla, como estamos ahora”.