El pasado 15 de enero se puso en marcha, al menos de forma simbólica, una nueva edición de las 200 millas a2, la regata que cada año une, en recorrido de ida y vuelta, la bahía de Altea con Ibiza y que está considerada una de las citas más duras del calendario invernal (y, por lo tanto, anual) de la clase cruceros.
A imagen de lo que sucede con la prestigiosísima Jarra de las Cien Guineas, trofeo de la Copa del América, el trofeo que cada año se le concede al club náutico vencedor de la regata alteana (para optar a ello, se deben presentar, al menos, tres embarcaciones a la salida) también regresa al Club Náutico de la Villa Blanca para que vuelva a ser puesto en juego, y eso es lo que sucedió en ese tercer miércoles del año.
Campeonato de Europa 2026
Fueron entonces los representantes del Real Club Náutico de Torrevieja los ganadores en 2024, gracias a la tercera posición de la embarcación Fala Pouco, el puesto número quince del Zarpa y el dieciséis del Trabuco. Desde entonces, y como ganador, el club torrevejense ha guardado el trofeo en su sede y ha inscrito su nombre en la base del mismo. Ahora, ya de vuelta en Altea, ese premio espera a pasar otros doce meses en su nueva casa.
Con todo, la edición 2025 de las 200 millas a2 de Altea, que zarpará el día 28 de febrero, promete ser una de las más especiales. Y lo será no sólo su historia, sino también por las novedades que la organización ha preparado para conmemorar sus treinta y nueve años y, sobre todo, preparar la cuadragésima edición de 2026, en la que la regata será, además, el Campeonato de Europa A2.
En la prueba más dura del invierno mediterráneo la regata volverá a unir la bahía de Altea con las islas Pitiusas
Nuevas clases
El cambio más destacado está en las nuevas modalidades de competición que se han añadido para la edición de este año. Así, se incorporará una nueva clase y serán tres los cortes que se aplicará en el listado de inscritos, según el certificado de medición ORC internacional: Clase A (APH desde 420.0 hasta 519.9), Clase B (APH desde 520.0 hasta 559.9 s/NM) y Clase C (APH desde 560.0 hasta 630.0 s/NM).
Dado el nivel de la prueba y, sobre todo, de cara a adaptarla al European Championship Double Hand 2026, este año sólo se podrá participar con el certificado completo ORC internacional, que asegura la medición completa de las embarcaciones.
Los lingotes de plata esperan ya en la sede del Club Náutico al próximo vencedor de la cita
Historia de perseverancia
Las 200 millas a2 nacieron como una competición que desafiaba los límites del talento, la estrategia y la resistencia en un entorno marino adverso por las fechas en las que se celebra, en pleno invierno mediterráneo y, por lo tanto, en un momento muy propicio para los temporales.
A lo largo de estas casi cuatro décadas y de forma ininterrumpida, la cita de la Villa Blanca ha logrado mantener viva su esencia mientras ha sido capaz de ir adaptándose a los tiempos modernos, cada vez con más tecnología a bordo, sin tener que renunciar a esa esencia de aventura de dos tripulantes contra el mar.
Será en su 40º aniversario, que se celebrará en 2026, cuando la cita alteana dará el salto al calendario internacional
Un tesoro de plata
Para lograrlo, la capacidad de las 200 millas a2 y de sus organizadores de innovar y sorprender han sido claves junto a su nivel de excelencia, algo que ha permitido ir sumando ediciones de éxito continuado.
Lo que sí ha mantenido siempre es ese pilar fundamental de unir la bahía de Altea con las islas Pitiusas, la fecha invernal de celebración y sus ya icónicos lingotes de plata como reconocimiento a los vencedores.
Todo ello ha hecho que la regata haya desarrollado una gran fidelidad por parte de sus regatistas, que cada año regresan al Club Náutico de Altea para disputar esta prueba y compartir una nueva edición que guardar en sus memorias. Verdaderos expertos que con distintas embarcaciones, experiencias, tácticas y suerte se ponen a prueba para ser los ganadores.
Empeño en la seguridad
Una esencia de aventura y una exigencia por llevar al límite la capacidad de tripulaciones y embarcaciones que, en línea con las demandas actuales, no puede ni debe estar reñida con la seguridad. Así, la organización de la más dura de las regatas invernales del Mediterráneo, ha implementado en 2025 medidas para reducir el riesgo del evento y servir de ejemplo a todos los navegantes.
Al igual que se hace en la vela ligera, todos los participantes harán uso del chaleco salvavidas mientras se encuentren en la cubierta, de forma obligatoria durante todo el tiempo en regata. Además, y por segundo año consecutivo, se organizará el curso de la World Sailing de supervivencia, primeros auxilios y navegación con mal tiempo. Una formación que se impartirá los días 7, 8 y 9 de febrero en el propio Club Náutico de Altea.