Quince puertos de la Comunidad Valenciana colaboran en el proyecto ‘Digital Marine Litter Passport’ (DMP) de la Fundación Ecoalf, ITWILLBE y AIMPLAS, para transformar basura marina mediante innovación tecnológica y la implicación de pescadores de distintas cofradías pesqueras, con el fin de darle una segunda vida a los residuos y convertirlos en materiales reciclados.
Una iniciativa que reúne a un total de 35 puertos españoles y permite que estos residuos sean transformados en material deportivo como bloques de yoga u otros objetos similares, gracias al trabajo de AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico. Además, la ONG ITWILLBE también participa en este proyecto para analizar el impacto social y medioambiental de la labor voluntaria que realizan las cofradías pesqueras.
Este proyecto se desarrolla con la colaboración de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, y se cofinancia por la Unión Europea por el FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura).
DMP está desarrollando una plataforma digital a través de la tecnología blockchain que permite la trazabilidad integral de la basura marina, que es extraída por pescadores de 15 puertos de la Comunidad Valenciana (Castellón: Vinaròs, Benicarló, Peñíscola, Castelló, Borriana. Valencia: València, Cullera, Gandía. Alicante: Dénia, Xàbia, Calp, Altea, La Vila Joiosa, Santa Pola, Torrevieja) y cuatro de la Región de Murcia (San Pedro del Pinatar, Cartagena, Mazarrón, Águilas).
Por otra parte, también participarán pescadores de 16 puertos de Cataluña (Girona: Llançà, Port de la Selva, Roses, Palamós, Blanes. Barcelona: Arenys de Mar, Badalona, Barcelona, Vilanova i la Geltrú. Tarragona: Tarragona, Cambrils, L’Ametlla de Mar, L’Ampolla, Deltebre, Sant Carles de la Rápita, Les Cases d’Alcanar).
En paralelo, DMP busca aumentar la cantidad de basura marina reciclada, introduciendo la mayor cantidad de este material en el producto final y manteniendo unas propiedades óptimas para su uso industrial. En este aspecto, AIMPLAS es el encargado de implementar un piloto de reciclaje mecánico en el que las basuras marinas serán acondicionadas para obtener un formato que facilite los procesos de transformación posteriores.
De esta forma, se les está dando una segunda vida a los residuos marinos, se está impulsando la economía circular, al tiempo que se promueve la transparencia en su gestión y se fomenta la sostenibilidad de los océanos. Además, todos los actores, incluidos los consumidores finales de los productos reciclados, podrán comprender mejor los materiales y productos que utilizan y su impacto social y ambiental incorporado.
En palabras de Andrea Ruzo, directora de la Fundación Ecoalf, “la basura marina es muy heterogénea, por lo que una vez que la recogemos, la llevamos a plantas de gestión de residuos, en donde la separamos por categorías siguiendo estrictos protocolos medioambientales. Los plásticos son uno de esos materiales que encontramos y que sabemos que pueden ser reciclados”. Andrea Ruzo también ha destacado que esta labor, además de limpiar los mares, fomenta que “cuando los materiales reciclados sean transformados en nuevos productos, el consumidor puede entender el origen de los materiales y tomar decisiones de consumo basadas en el impacto social y ambiental”.
Igualdad de género en el sector pesquero e impacto social
El proyecto ‘Digital Marine Litter Passport’ incluye un componente de igualdad de género. La presencia de mujeres en el sector de la pesca en España ha sido históricamente invisibilizada, a pesar de su papel fundamental en la cadena de valor de la actividad pesquera. A pesar de los desafíos, las mujeres están ganando visibilidad y ocupando espacios en la toma de decisiones, contribuyendo a la sostenibilidad y modernización del sector. Por ello, el proyecto busca también visibilizar esos perfiles femeninos que están tomando cada vez más espacios, tanto a nivel extractivo como administrativo y de liderazgo.
Asimismo, la directora de la Fundación Ecoalf ha puesto en valor el impacto social que se está teniendo la labor voluntaria que están haciendo todas las cofradías que participan a la hora de fortalecer el vínculo entre la sostenibilidad medioambiental y el bienestar de las comunidades pesqueras.
Por ello, a través de la organización ITWILLBE, buscan cuantificar el impacto social de la labor voluntaria que realizan los pescadores. Para ello, ITWILLBE ya ha realizado visitas a puertos de Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, durante las cuales se han mantenido sesiones formativas y conversaciones con distintos pescadores y cofradías. Se trata del primer paso para comprender la situación del sector, sus motivaciones a la hora de recoger basura marina y sus necesidades. Y así lograr incentivar y multiplicar su participación voluntaria en el proyecto y conseguir, como objetivo final, que más y más basura marina sea retirada de los mares.
«Debemos ser capaces de visibilizar y dar a conocer lo que el sector está haciendo por todos sin recibir ni esperar nada a cambio. Mostrando con datos el impacto de su acción voluntaria seremos capaces de lograr que la sociedad les valore, algo que es justo y necesario», ha añadido Ruzo.
Finalmente, cabe señalar que esta iniciativa continúa demostrando que, mediante la innovación y la colaboración, es posible abordar el desafío global de la basura marina, contribuyendo a la conservación de los océanos y al bienestar de las comunidades costeras.