Entrevista > Rubén Alfaro / Secretario general del PSOE en la provincia de Alicante (Elda, 29-abril-1979)
Transcripción: David Rubio / Fotografías: Salva González
A principios de este mes de abril el PSOE de la provincia de Alicante celebró su congreso para elegir la nueva secretaría general que suceda a la liderada hasta ahora por Alejandro Soler.
El elegido ha sido el socialista eldense Rubén Alfaro, que lleva ejerciendo de alcalde de su ciudad desde 2015. También ha sido presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Ahora asume este nuevo reto político, con las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2027 en el horizonte.
Te hicimos la primera entrevista para nuestro periódico en 2018. ¿En qué dirías que ha cambiado políticamente el Rubén Alfaro de entonces al actual?
Diría que sobre todo en la experiencia. Al final estar al frente de la alcaldía, en la primera línea del municipalismo, te da cierta madurez. Creo que hemos desarrollado en la ciudad un trabajo de planificación, mirar hacia el futuro, tener un modelo claro y ofrecer una modernización.
Todo esto te hace tener más experiencia para asumir cargos como el de secretario general del PSOE. Así que espero aportar a mis compañeros que van a formar las candidaturas, con el objetivo de replicar lo conseguido en Elda y que podamos gobernar en más municipios que ahora.
«Los ayuntamientos ya son mayores de edad y deberían tener más autonomía para gestionar»
En tu ciudad has sido avalado por los ciudadanos en tres elecciones…
Sí, hemos recibido un soporte electoral importante en Elda. Esto significa que está funcionando lo que estamos haciendo, y por eso queremos exportar estas ideas para ayudar a compañeros en otros municipios.
Vicente Arques (portavoz socialista en la Diputación) ha declarado que hace falta más ayudas a los municipios, pero también mayor autonomía para que los ayuntamientos puedan gestionar las obras. ¿Cómo se puede hacer esto?
Estoy de acuerdo. Al final estamos hablando de modernizar un modelo. Siempre decimos que los ayuntamientos democráticos ya son mayores de edad y están suficientemente preparados para gestionar sus recursos. Se le tiene que dar más autonomía a los municipios, aunque por desgracia no todos los partidos consideran esto.
En Alicante tenemos una diputación obsoleta que está ahora mismo paralizada. Esto merma su propia capacidad de utilidad hacia los ayuntamientos. Muchas veces vemos bases de ejecuciones que los municipios no necesitan y se piden por pedir. Yo he escuchado decir a alcaldes de todos los colores que les han asfaltado el mismo camino rural tres veces en diez años.
«En Alicante tenemos una diputación obsoleta que está ahora mismo paralizada»
¿Esto cambiaría si los ayuntamientos tuvieran más potestades?
Claro. Si estos recursos fueran directamente a los ayuntamientos y la decisión recayera en la corporación seguramente se ganaría en eficacia. Porque nosotros somos los mejores expertos en sacar la máxima rentabilidad al euro público.
Por eso creo que a la Diputación le hace falta una profunda modernización y repensada. Esto también es culpa de que no ha cambiado de color político en los últimos veinte años. Al final parece ya una institución hereditaria y no es útil para los ayuntamientos.
De hecho los territorios que sí han modernizado sus diputaciones, aplicando planes al servicio de la vanguardia y el progreso de su tierra, están avanzando y nos han adelantado en competitividad. Tener una diputación tan anquilosada merma la capacidad de crecimiento de nuestra provincia.
Tu predecesor, Alejandro Soler, ha dejado el cargo precisamente para ser secretario general de política municipal del PSOE. ¿Qué crees que puede aportar a los municipios, especialmente a los alicantinos, desde este cargo?
Alejandro es un valor importantísimo dentro de nuestro partido, y desde luego está en su secretaría federal idónea. Él puede aportar su experiencia desde el municipalismo como alcalde que ha sido, además de haber ocupado diversos puestos de responsabilidad en la Federación Española de Municipios y Provincias. También siendo secretario general de la provincia ha tenido mucha cercanía con los alcaldes y portavoces de la oposición.
Así que creo que contribuirá mucho al proyecto de Pedro Sánchez, trabajando en toda España con los compañeros para que desde el municipalismo construyamos unos cimientos fuertes del PSOE.
«Esta provincia ha apoyado mucho al turismo, que es algo muy bueno, pero ha descuidado la industria y agricultura»
Imagino que una de tus principales acciones será la elaboración de las listas electorales para las elecciones municipales de 2027. ¿Cuál es la situación para candidaturas problemáticas como Alicante o Elche?
Nosotros vamos a aplicar las conclusiones del Congreso Federal, donde Pedro Sánchez nos lanzó el claro mensaje de que debemos presentar a los mejores equipos. El PSOE es el más capacitado para ello. Hay que dejar claro, tanto internamente como a la ciudadanía, que nosotros queremos el poder para gobernar y transformar nuestras ciudades.
Quizás está mal que yo lo diga… pero creo que un caso claro es Elda. Cuando nos presentamos a las elecciones municipales con un equipo de gente preparada y capaz que quería ofrecer a la ciudad nuestro proyecto, tuvimos la fortuna de gobernar y desde entonces estamos transformando. Eso se ve en la calle, en el bienestar de la gente y en todas las acciones políticas que hacemos. Igual que una empresa tiene que modernizarse, aquí también.
¿Podrías decirme un ejemplo de esta modernización?
Por ejemplo cuando llegamos al ayuntamiento no había política de Fondos Europeos, y desde que soy alcalde hemos conseguido más de once millones. Es una financiación extra que no sale de los fondos corrientes.
Esto es una demostración de confianza con el ciudadano de tú a tú. Así que nuestra filosofía con los candidatos será ésta. El votante cada vez es más riguroso a la hora de votar y precisa de proyectos claros e ilusionantes para que la ciudad o el pueblo cada día sea mejor. Esa será la clave para 2027.
«Las universidades y FP deberían estar más alineadas con el sector industrial a través de los poderes públicos»
Has comentado que las elecciones autonómicas de 2023 fueron injustas y además arrastraron a muchos ayuntamientos. ¿Por qué crees que ocurrió esto? ¿Qué se hizo mal?
Creo que nos afectó bastante la introducción de un discurso por parte de la ultraderecha que estuvo muy trabajado por redes sociales y otros canales que no son los clásicos de la prensa. Una parte de la sociedad lo compró, aún no teniendo nada que ver la Generalitat con el ‘que te vote Txapote’.
En realidad aquí tuvimos una gestión muy buena por parte de Ximo Puig. Creo que hay muchísimos alicantinos y valencianos que comparten esta opinión, incluso aunque no nos votaran. Porque hay pocas tachaduras a este gobierno en su apuesta por los servicios públicos de calidad, la educación, la sanidad, el impulso industrial, la protección de la economía durante la pandemia, etc. Creo que es un resumen de éxito.
Sin embargo estos discursos se colaron en la sociedad, y mucha gente no votó en concepto Generalitat o alcalde.
¿Cuáles dirías que son las principales problemáticas y necesidades de la provincia de Alicante actualmente?
La principal cuestión es cómo articulamos el mix del crecimiento económico. Nuestra provincia se ha derivado mucho hacia al turismo, que por supuesto es una industria buenísima que debemos seguir cuidando. Sin embargo a veces otros ámbitos se han quedado olvidados como la industria o el sector primario.
Soy de una ciudad industrial como Elda, y desde luego te digo que ninguna sociedad puede permitirse no disponer de una industria potente en su tierra. Debemos darle un porcentaje importante del PIB, pero ahora veo bastante relajo en este sentido. Por ejemplo recientemente leí una noticia sobre el poco peso que tiene el empleo tecnológico en Alicante, por debajo de zonas del norte y del entorno de Madrid.
Además tenemos zonas donde la agricultura sigue teniendo un papel importante, y debemos continuar haciendo programas con las nuevas generaciones para que no se pierdan estos espacios.
«Nuestra agricultura tiene que buscar los mercados que quieren la excelencia»
¿Qué se puede corregir para que la industria tenga mayor apoyo?
Evidentemente la Generalitat Valenciana es la que tiene las competencias y debe ayudar a los industriales en la modernización. En eso siempre vamos a ser reivindicativos. También sería fundamental desburocratizar todo este tipo de ayudas, dado que para los industriales invertir tanto tiempo en este tipo de cosas les perjudica demasiado.
Además, es necesario que la Formación Profesional (FP) y la universidad estén alineadas con el sector.
¿Cómo se podría unir más la formación académica con la industria?
Por ejemplo los ayuntamientos para encontrar profesionales sufrimos muchos problemas. De hecho los alcaldes estamos continuamente preguntándonos por WhatsApp… “¿tú tienes bolsas de aparejadores, de técnicos medios, de arquitectos, etc.?” Por eso yo he criticado que la Diputación no tenga una alianza con las dos universidades de la provincia para conectar a los graduados con las administraciones públicas.
Y si estamos fallando entre las administraciones, pues imagínate ya con el sector privado. No hay diálogo con las empresas sobre qué tipo de trabajadores necesitan. Y más ahora que la tecnología va tan rápida. Muchas veces ocurre que estamos formando a chavales en FP o universidades en aspectos que ya están obsoletos.
Antes quizás el mayor valor que tenía una empresa era su cartera de clientes o las exportaciones. Sin embargo, hoy en día, cuando hablas con un empresario, te das cuenta que le da importancia sobre todo a su capital humano.
«Debemos explicar más a los ciudadanos las ventajas de consumir productos agrícolas locales»
Respecto a la agricultura, el sector habitualmente protesta por la competencia desleal que les supone que a sus productos se les exijan más requisitos que a los extracomunitarios. ¿Qué se puede hacer ante esto?
El marco que hay en el comercio internacional evidentemente dibuja una serie de normas, pero pienso que estas cosas debemos mirarlas siempre desde el punto de vista optimista.
Precisamente el gran éxito de la Unión Europea es haber constituido un espacio con unas reglas que nos generan un bienestar como existe en muy pocas partes del mundo. Esto desde el punto de vista de la agricultura, la seguridad industrial, la sanidad, etc. Existe un movimiento muy potente en torno a la protección de la persona.
Además ocurre que así tenemos unos productos de excelencia. Por eso creo que la clave es ayudar a nuestros agricultores exportando a aquellos consumidores del mundo que buscan esta excelencia y nos miran a Europa con ojos de envidia. Por mucho que en sus países tengan menos normas, siempre habrá una parte de su sociedad que quiera comer de calidad. Y resulta que dichos estándares de calidad nosotros, como se dice con los coches, los tenemos de serie.
¿Se les puede ayudar también en el mercado español interno?
Claro. Porque aparte de darles subvenciones o ayudarles a buscar redes comerciales en el extranjero, también debemos hacer una labor pedagógica hacia el consumidor. Nuestro país a veces peca un poco de eso. Cuando vas al supermercado debes de saber que si te compras unas naranjas de Sudáfrica en vez de valencianas, posiblemente no se hayan cultivado con los mismos estándares de calidad, sin utilizar productos nocivos para el medioambiente y la salud.
Para esto los agricultores deben tener más apoyo publicitario en sus vías de distribución, haciendo pedagogía también en los colegios. Así conseguiremos que la sociedad civil comprenda que sacar la naranja de nuestra tierra con toda la plantilla laboral en regla, la tecnología punta y cumpliendo las normativas… evidentemente tiene un coste.
En Elda lo hemos aplicado esto mismo a la industria. Hemos explicado a la gente que si el zapato eldense vale diez veces más que el chino, será porque, por ejemplo, si te lo pones sabes seguro que no te hará daño en el pie. Esto se puede aplicar perfectamente a la agricultura.