Entrevista > Sandra González / Investigadora del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública
El desarrollo físico, social e intelectual en edad infantil, desde su concepción hasta finales de la adolescencia, requiere un ambiente protector, para evitar en la medida de lo posible los problemas de salud relacionados con los hábitos, como la dieta y los contaminantes que consumimos a través de ella.
La dieta, desde el embarazo de la madre, es fundamental para su desarrollo, y está asociada con la salud posterior del recién nacido.
Infancia y Medio Ambiente
La investigadora Sandra González (Elche, 6-noviembre-1989) y el catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Miguel Hernández (UMH) Jesús Vioque, participan de forma activa en el proyecto ‘Infancia y Medio Ambiente’ (INMA) que desde hace más de veinte años evalúa el papel de los contaminantes ambientales más importantes que se encuentran en el aire, en el agua y en la dieta durante el embarazo e inicio de la vida, y sus efectos en el crecimiento y desarrollo infantil.
González ha recibido el reconocimiento de la Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana por su estudio, y por incorporar el análisis de la diferencia por sexo, perspectiva de género, así como por abordar temas relevantes en la salud relacionada con la mujer.
¿En qué consiste vuestro estudio?
Tiene como objetivo general, evaluar los factores asociados a la transmisión de la dieta mediterránea de madres a hijos/as durante la infancia hasta los 9-11 años, y su asociación con la concentración de metales en orina y otros marcadores de riesgo cardiometabólicos, como son el peso, la circunferencia de cintura o la tensión arterial, entre otros aspectos.
Los investigadores principales de este proyecto somos Jesús Vioque y yo, y el proyecto ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y cofinanciado por la Unión Europea. Su gestión se realiza a través del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL).
«El eje central de nuestra investigación es la dieta mediterránea»
¿Qué papel ocupa la dieta mediterránea en esta investigación?
La dieta mediterránea se caracteriza por un consumo elevado de alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, frutos secos y el aceite de oliva, y un consumo de moderado a bajo de productos de origen animal.
Esta dieta, ha sido asociada a una gran variedad de efectos positivos en la salud, y por ello es el eje central de nuestra investigación. Buscamos entender cómo se transmite de madres a hijos, y qué factores hacen que los niños y niñas sean más propensos a seguir esta dieta saludable.
¿Se están evaluando otros marcadores?
Esperamos analizar su impacto en marcadores de riesgo cardiometabólicos, tales como el índice de masa corporal, la circunferencia de cintura o la tensión. Además, queremos evaluar la asociación que existe entre la dieta mediterránea y la exposición a metales que esté presente en muestras de orina.
«Los cuidados durante el embarazo son fundamentales, y tienen un impacto significativo en la descendencia»
¿Dónde se encuentran y como afectan a nuestra salud estos metales?
Entre los factores ambientales destacamos la dieta, y más concretamente en nuestro proyecto, la dieta mediterránea, ya que es conocida mundialmente por sus beneficios para la salud.
Pero también es una de las principales fuentes de exposición a contaminantes, entre los que se incluyen los metales, por lo que es de gran relevancia explorar la relación entre la dieta mediterránea y la exposición a metales.
¿A qué problemas de salud se asocian?
Queremos evaluar la asociación entre la dieta mediterránea y la exposición a metales presente en muestras de orina, ya que ciertos metales como el arsénico, el plomo o el cadmio, han sido asociados a diversos problemas de salud, como problemas cutáneos, diabetes e incluso enfermedades cardiovasculares.
«En los primeros años de vida los hábitos son muy relevantes para la salud futura»
¿Hasta qué punto son importante los cuidados que lleve la madre en la gestación para el futuro de la salud de su descendencia?
Los cuidados durante el embarazo son fundamentales, y tienen un impacto significativo en la salud futura de la descendencia. Factores como la alimentación materna o la exposición a tóxicos, influyen directamente en el desarrollo fetal, y podrían predisponer a posibles enfermedades en la infancia.
También los hábitos en los primeros años de vida son muy relevantes, por ello en nuestro proyecto vamos a evaluar el papel que juegan otros factores, como puede ser el nivel educativo, el nivel económico y hábitos como la actividad física en la adherencia a la dieta mediterránea a las edades de cuatro, ocho y once años.
¿Se puede hablar ya de conclusiones?
Por el momento nos encontramos en la primera fase de este proyecto, por lo que todavía no hemos publicado ningún resultado, pero hemos conseguido avances que consideramos importantes.
Hemos enviado a un laboratorio que se encuentra en Estados Unidos más de quinientas muestras de orina para analizar la concentración de metales, y se han sumado nuevos investigadores al proyecto.