Entrevista > Benja Figueres / Actor y director de doblaje (Denia, 16-febrero-1966)
Los audiolibros están de moda, una tecnología que no únicamente facilita la vida a los invidentes -el segmento más evidente-, “sino a muchos más, como mayores, con dificultades para leer, o personas que pasan mucho tiempo conduciendo, paseando o realizando varias actividades”, remarca Benja Figueres, un pionero de este sector.
Licenciado en Arte Dramático, se inició en el doblaje cuando todavía no había una industria en València, coincidiendo con la apertura de Canal 9 (1989). “Dirigí doblaje, además de actuar, un total de 25 años, haciendo ciclos de Burt Lancaster, o incluso ‘Heidi’”, rememora, pero el cierre de la cadena provocó que tuviera que reinventarse, junto a su socio, Milton Font.
Ambos crearon kHz & dB, fijándose qué se hacía en Estados Unidos, “donde los audiolibros estaban funcionando realmente bien”. Se introdujeron en este mercado, entonces inaudito en España, “arriesgándonos mucho”, y contactaron con Audible (Grupo Amazon), además de con las grandes y pequeñas editoriales del país. El éxito vino después, con el tiempo.
¿Los inicios fueron duros?
Muchísimo. Recuerdo que enviamos centenares de mails a compañías, a las que igualmente llamábamos. La mayoría nos colgaban, al pensar que éramos de venta directa, y los que nos atendían al saber de qué se trataba, pasaban. ¿Eso qué es?, nos decían.
Hasta que contestaron desde Audible.
A finales de 2013, en concreto el delegado para América Latina, René Paula. Nos citó en Madrid, le expusimos lo que hacíamos, le gustó y nos enviaron la gran prueba: 180 horas, que debíamos producirlas en 30 días.
Era una barbaridad, porque además no contábamos con estructura, pero sí la voluntariedad de muchos técnicos, en ese momento en el paro. El estudio no cerró ni un instante, sin parar ¡24 horas de día!
«En una sesión de cuatro horas se aprovechan 90 minutos, pues debemos eliminar sonidos, hacer correcciones…»
¿Lo conseguisteis?
Tras un esfuerzo titánico, pero era determinante lograrlo, nos había tocado la lotería. A partir de entonces Audible nos empezó a enviar trabajo, poco a poco, porque aquí seguían reacios a vender los derechos de los libros y el mundo de los audiolibros acababa de arrancar, todavía no se fiaban.
Hoy en día las agencias literarias tienen clarísimo que un libro es papel, e-book y audiolibro, llegando al mercado simultáneamente. ¡Algo inimaginable hace cinco años!
Exactamente ¿cómo se hacen los audiolibros?
Los clientes, ya sean plataformas -tipo Audible o Storytel- o editoriales, nos encargan una producción a través de un PDF. Seguidamente nosotros hacemos un casting, porque se pueden necesitar una voz o varias, ellos lo aprueban y nos ponemos a grabar.
¿Cuánto tardamos? Obviamente según el número de páginas del libro, pues en una sesión de cuatro horas de un profesional se aprovechan unos 90 minutos, por diversas razones, como repeticiones, que el sonido no esté del todo claro, que la tonalidad sea incorrecta…
«Hay mucho apasionado a los podcasts o audiolibros, que además te dan privacidad, nadie sabe qué escuchas»
¿Tan intenso es?
El locutor debe tener una gran capacidad de lectura a primera vista, además de alta concentración y otros muchos aspectos, como práctica. Trabajamos con profesionales que llevan muchos años.
De igual modo, nos debemos avanzar a la lectura, prepararnos los personajes para cuando llegan. Seguidamente se edita, se eliminan todas las respiraciones, los clics de saliva, para que quede un producto totalmente limpio, ya que no incorpora música.
¿Cuál es la etapa final del proceso?
La revisión, en la que un técnico va observa los puntos, comas, la duración, la separación o si hay algún retake (error) que corregir. Una vez hecho todo esto -que puede costar unas tres semanas- se lo pasamos a la editorial, que lo sube a las diferentes plataformas, habitualmente de suscripción.
«Para elaborar un audiolibro es preciso trabajo humano, antes y después»
Mejoráis la vida de muchas personas, como los invidentes.
No únicamente a ellos, sino también a mayores, a aquellos que les encanta pasear, a los que se pasan muchas horas conduciendo o a los que disfrutan haciendo varias cosas a la vez.
¡El abanico es enorme!, porque en la actualidad son muchos a los que les apasionan los podcasts, audiolibros o audioseries, siempre con la máxima intimidad, porque nadie sabe lo que estás escuchando.
¿La Inteligencia Artificial (IA) hasta qué punto os puede afectar?
Lo hará a todos los sectores. Sí puede hacer libros largos, pero se nota que no es humano -mucho más si es largo-, y para llegar al nivel de interpretación le queda todavía mucho.
Además, para elaborar un audiolibro es preciso trabajo humano, antes y después. No obstante, somos conscientes que la IA alcanzará todas las cosas, por eso nos estamos centrando en producción propia y en contar con grandes voces del star-system, un aspecto muy atractivo.