Entrevista > Lola Moltó / Actriz (Carlet, 22-marzo-1959)
Lola Moltó es una referente de las tablas valencianas, donde la hemos visto en numerosas funciones, inicialmente en ‘Gresca al Palmar’ y ‘Los figurantes’ y, más tarde, en ‘El Saperlón’, “donde aprendí lo que era hacer comedia”. Sin embargo, su vena teatral ya venía de lejos, “porque me recuerdo cantando, aprendiendo todas las coreografías que veía, junto a mi padre, en las películas de Fred Astaire”.
“Antes de ser actriz ya lo era, había nacido con gracia”, remarca, con el deseo, siendo ya una adolescente, de bailar en el grupo de danzas de su Carlet natal. “Acababa de finalizar la dictadura y muchos jóvenes estábamos hambrientos de sabiduría y creatividad”, confiesa.
Junto a Diego Braguinsky, y su hija Paula forman una saga de actores, “como los Guillén Cuervo versión valenciana”, sonríe. Talento no les falta, demostrado por Lola durante muchísimas temporadas de ‘L’Alqueria Blanca’ -donde se hizo sumamente popular- o en la divertidísima función ‘Por los pelos’.
¿Cómo empezaste en esto del teatro?
En realidad, no lo sé, porque estudié Magisterio, y aunque hice alguna sustitución pronto supe que enseñar no era lo mío, había que tener mucha paciencia. Precisamente ese verano una amiga me dijo que se iba a presentar a la Escuela de Arte Dramático y decidí acompañarla.
Hasta entonces apenas había interpretado a García Lorca, en el instituto, pero allí me di cuenta de que algo me impulsaba hacia la interpretación. Ya me lo decían en mi pueblo, “¡qué artista eres!”.
¿En qué momento pasó a ser una profesión?
Más adelante, pese a que no dejaba de soñar y me veía todas las películas que ponían en la televisión. No pensaba que podía ser actriz, para mí lo eran las de Hollywood.
Este pensamiento cambió en segundo curso, con veintidós años, al hacer ‘Yerma’, nuevamente del poeta granadino, obra que siempre me fascinó. Me di cuenta de cómo me encantaba actuar, que era lo mío, aunque mi padre todavía no lo sabía: tenía miedo que no me dejara.
«No pensaba que podía ser actriz, para mí lo eran las de Hollywood, pensamiento que cambió»
¿Cuándo te consolidas como actriz?
Realmente en la Comunitat Valenciana, a diferencia de Barcelona, es complicado consolidarte, porque enseguida te bajan. ¡Qué se va a crear ésta!, te espetan. Nunca dejo de formarme.
Luego sí has podido hacer una carrera muy digna.
Por supuesto, la primera obra que me marcó fue ‘Los figurantes’ (1989), junto a Pilar Martínez entre otros, seguido de ‘Gresca al Palmar’ (1991), donde tenía mi primer protagonista.
Igualmente, importantes fueron ‘El Saperlón’ (1998), con Carme Teatre, y ‘Bebé’ (2005), para la compañía La Pavana.
«Con ‘L’Alqueria’ logramos audiencias del 35%, increíble, y paraban por la calle hasta a mi padre»
¿Otro boom fue tu incorporación a ‘L’Alqueria’?
Sin duda, muchas veces digo que me tocó la lotería, ¡a todos los niveles!, porque me hice mucho más popular. Entré en la serie sin hacer casting, la primera vez que me pasaba, para hacer de Dora, un homenaje a las mujeres de mi familia.
Recientemente hemos acabado de grabar la última temporada, que se emitirá en los próximos meses. Con ‘L’Alqueria’ logramos audiencias del 35%, increíble, paraban por la calle hasta a mi padre, para comentarle cosas de mí.
¿Después de tantos años continúas sintiendo nervios?
Ya menos, se controlan mucho mejor, pero cada vez que comienzo un personaje se mantienen las inseguridades. Me tengo que decir a mí misma que confíe.
Cuando has hecho tantas cosas que han gustado, tu listón es muy alto, y las expectativas se deben cumplir.
«Lo peor de esta profesión resulta, sin duda, la continua incertidumbre, es como una carrera de fondo»
¿Te consideras una privilegiada?
Uff, ¡y tanto!, aunque el verdadero privilegio es trabajar en lo que me gusta. He llegado a combinar hasta seis obras, una barbaridad, y he trabajado -y sigo haciéndolo- con los mejores actores y actrices valencianos, tanto veteranos como más jóvenes. Por ejemplo, fue un honor colaborar con Bigas Luna en ‘Las comedias bárbaras’.
Lo peor de esta profesión es que no es continua, te genera mucha incertidumbre, es una carrera de fondo, lo leí el otro día hasta en Meryl Streep, a la que siempre he admirado.
Las veces que me ha pasado, he montado mi propia producción, porque si algo depende de ti, ¡debes hacerlo! Por otro lado, el nuestro es un trabajo maravilloso, especialmente el teatro, que nos alimenta el alma, la creatividad.
¿Qué estás haciendo a día de hoy?
‘Tres dones i Estellés’, una función que realiza un tributo a la figura de Vicent Andrés Estellés, tras conmemorar en 2024 el centenario de su nacimiento, ‘La comedia de la vida’, ‘Descarados’ y ‘La ratonera’.
En verano estaré en el Talía con ‘Por los pelos’ y estoy comenzando dos nuevas producciones de las que no puedo avanzar nada.