Elon Musk está en boca de todos, su periplo político apoyando a Donald Trump le ha granjeado perder fortaleza empresarial y ha visto cómo sus empresas más representativas junto con X (antiguo Twitter), X Space y Tesla, han caído en picado en el mercado bursátil y ha sido boicoteado en diferentes partes del globo por su atrevido posicionamiento político.
Muchos vieron con recelo la inclusión del magnate sudafricano en las entrañas, entre bambalinas, de la Casa Blanca; percibieron ese movimiento como un propio interés personal condicionado por la dependencia de algunos de sus negocios, como su agencia aeroespacial, en las inyecciones de las administraciones públicas.
Del sueño americano al sueño español
Así, SpaceX es de vital importancia para Estados Unidos debido a su papel externo en las misiones espaciales, que representan un eslabón más en esta guerra fría permanente entre la primera potencia mundial y sus adversarios.
El empresario lleva colaborando con la NASA desde el año 2006, cuando se le adjudicó un contrato relacionado con la carga y tripulación. Desde entonces, ese vínculo no ha hecho más que fortalecerse consiguiendo una colaboración público-privada en esta área, convirtiendo a la compañía de Musk en una referencia histórica en los viajes al espacio. En el último año realizaron 134 lanzamientos, pero su objetivo es aumentar esa cifra en diez más, hasta 144 lanzamientos.
En 2011 se fundó LPD Space, una compañía aeroespacial con sede en Elche que aspiraba a romper todos los moldes en el mundo de la industria aeroespacial. En octubre de 2023 realizaron con éxito su primer lanzamiento, el Miura 1. Desde entonces, están trabajando en su próximo lanzamiento, el Miura 5, para el cual requieren de una mejora tecnológica adicional a la base de lanzamiento de Guayana francesa. Una vez conseguido ese avance logístico aspiran a lograr una media de treinta lanzamientos anuales a partir de 2027.
Es el referente europeo de la industria aeroespacial y necesita medios para crecer
Las comparaciones son odiosas
En 2014 X Space estableció en Boca Chica (Texas) su sede, un terreno que cuenta con una extensión aproximada de 30.610 m2, más un área adicional de 9.300 m2. Por no hablar de las instalaciones utilizadas de forma externa en Cabo Cañaveral. Estableciendo así un área de actuación propicia para gestionar un imperio de tal calibre.
En el caso de LPD Space, la empresa ilicitana cuenta con una sede de 12.500 m2 en el Parque Empresarial de Elche. Con los nuevos visos planteados, como el ya destacado Miura 5, se hace necesaria su extensión para poder alcanzar los objetivos marcados para el año 2027. Para ello, se requeriría de la ampliación de esa zona de actuación a miles de metros cuadrados, con el objetivo de cumplir los plazos previstos.
El acuerdo firmado con la Generalitat y el Ayuntamiento de Elche crearía más de 300 puestos de trabajo
El escollo de FIRA Alacant
En el año 2023, LPD Space llegó a un acuerdo con el gobierno de la Generalitat, encabezado por el entonces president Ximo Puig, y con el Ayuntamiento de Elche, gestionado por el entonces alcalde socialista Carlos González, con el fin de la cesión de unos espacios concretos del entorno de lo que era IFA (ahora FIRA Alacant).
Ese acuerdo era trascendental, elemental para una empresa de la provincia que generaría la creación de más de trescientos puestos de trabajo además de promover la inyección de más de ochenta millones de euros.
Con el paso del tiempo, pese al cambio de colores en las carteras gubernamentales de la región, el nuevo Consell y las nuevas autoridades ilicitanas parecían dispuestas a promover lo acordado en mayo de 2023. Sin embargo, el tiempo pasa y en lugar de buscar soluciones la situación se estanca poniendo en brete a la compañía ante la imposibilidad de esperar a que haya una ejecución concreta.
Es en FIRA Alacant donde se encuentra el mayor escollo, una institución que parece haber guardado en un cajón lo acordado tiempo atrás y que supondría un antes y un después no sólo para LPD Space, sino para la provincia en general.
La colaboración de las administraciones de Teruel contrasta con la de la FIRA
Trampantojo logístico
Uno de los principales motivos de este enquistamiento está relacionado con la circunstancia de que en la ubicación espacial, en la que en teoría iba a estar ubicada la extensión de las nuevas instalaciones de la empresa aeroespacial ilicitana, en realidad está ocupado por una compañía destinada a otros fines.
Se trata de la Sociedad de Proyectos para la Transformación Digital. Un incumplimiento de los plazos y de lo establecido en las promesas pactadas y acordadas en el año 2023, en los que se establecía claramente la vinculación de ese acuerdo a la cesión de esa área a LPD Space.
Qué lástima, pero adiós
Si hubiese que poner una canción a esta circunstancia de catastróficas desdichas, no habría otra mejor que la de ‘Me voy’ de Julieta Vanegas. El 24 de julio de 2023 se firmó el contrato de concesión y el acta de entrega de la zona espacial en el Aeropuerto de Teruel entre el director general del Consorcio del aeropuerto, Alejandro Ibrahim Perera, y el CEO de PLD Space, Raúl Torres. Este acuerdo de cesión tiene una duración de 25 años pudiendo extenderlo hasta otros 10.
Las facilidades burocráticas que la compañía encuentra en Teruel no reciben el mismo feedback en nuestra provincia, confirmando esa máxima de que nadie parece ser profeta en su tierra. Si los movimientos establecidos por las administraciones hacían presagiar una colaboración público-privada, el cajón en el que han metido la consideración de LPD Space puede poner en riesgo que la empresa europea referente en la industria aeroespacial abandone nuestros fueros, rumbo hacia donde sí les traten con ese mimo que merecen.