Entrevista > Javier Cáceres, Enrique Oliver y Miguel Pérez / Responsables y entrenadores del C.F. l’Alfàs del Pi femenino
El fútbol femenino sigue su imparable crecimiento en todo el mundo y l’Alfàs del Pi no es una excepción. Esta temporada, por primera vez en su historia, el club de fútbol del municipio cuenta con varios equipos femeninos federados, lo que supone un gran salto cualitativo respecto a los últimos años.
En l’Alfàs del Pi el auge del fútbol femenino no solo se refleja en el número de equipos, sino también en su diversidad. De las más de sesenta jugadoras que componen las plantillas, cuarenta pertenecen a alguna de las noventa y una nacionalidades que conviven en el municipio. Destaca especialmente la presencia de futbolistas noruegas, quienes han mostrado un gran interés por sumarse a este proyecto deportivo.
Equipos internacionales
El equipo juvenil, compuesto por catorce jugadoras, cuenta con siete noruegas, una colombiana y una alemana. En el equipo infantil, con trece jugadoras, siete son noruegas y una rumana. Por su parte, el equipo alevín federado cuenta con dieciocho jugadoras, de las cuales tres son noruegas, una rumana, una colombiana y una británica. Además, el equipo alevín no federado está formado por quince jugadoras, con ocho noruegas entre ellas.
Este crecimiento contrasta con la situación de años anteriores, cuando el club solo podía formar un equipo femenino juntando jugadoras de diferentes categorías para alcanzar el mínimo necesario. Ahora, la evolución del fútbol femenino y el carácter integrador de l’Alfàs del Pi han permitido que muchas niñas cumplan su sueño de jugar al fútbol, siguiendo la estela de la Selección Española, campeona del Mundo, de Europa y de la Champions.
«El auge del fútbol femenino llega a raíz del buen momento que atraviesa la Selección femenina, por lo que vivimos en el último Mundial y en la Eurocopa» J. Cáceres
¿Por qué pensáis que se ha producido de repente este subidón de licencias?
Javier Cáceres (JC) – Creo que es a raíz del buen momento que atraviesa la Selección femenina. Por lo que vivimos en el último mundial y en la Eurocopa. Ese éxito deportivo hace mucho. Después de eso hemos visto como las niñas vienen con ganas y, sobre todo, tienen a sus ídolos dentro del fútbol femenino.
En l’Alfàs del Pi, además, todos esos equipos, como en el resto de deportes, están formados por niñas de muy distintas nacionalidades. ¿Cómo os entendéis? ¿Cómo va tu inglés?
JC – (Ríe) Hay de todo, sí. Bueno, mi inglés… Tengo a mi ayudante, a Marcel, que es mi comodín. Y bueno, la verdad es que ellas hacen siempre un esfuerzo y aprenden bien el idioma. A eso ayuda mucho la escolarización, salvo alguna que vaya a alguna línea británica o las noruegas que van al cole noruego… pero también están en la calle, en el día a día del municipio y conviven con el idioma.
Evidentemente, ese incremento en las licencias es fruto del trabajo que habéis hecho desde el club, pero ¿hay alguna nacionalidad que esté mostrando más interés en el fútbol femenino?
Miguel Pérez (MP) – La verdad es que cuando fuimos a Noruega, a todas nos sorprendió la cantidad de chicas que juegan allí al fútbol o que hacen algún tipo de deporte. Mucho más que aquí, en España. Eso hace que, efectivamente, muchas noruegas que vienen aquí se apunten al fútbol o cualquier otro deporte.
«Cuando fuimos a Noruega, a todos nos sorprendió la cantidad de chicas que juegan allí al fútbol o que hacen algún tipo de deporte» M. Pérez
Cuando has dicho lo de ir a Noruega te refieres a la participación en la Norway Cup. ¿Con qué equipo fuiestéis?
MP – Con el Sub18, con las chicas de Cadete y Juvenil.
¿Cómo fue esa experiencia?
MP – Pasamos de fase de grupos, pero tuvimos mala suerte en los cruces. En el siguiente partido quedamos cero a cero y nos eliminaron en penaltis. No concedimos ni un gol en todos los partidos, pero tuvimos mala suerte y nos quedamos fuera por los penaltis.
Ahí me ha contestado el ‘Miguel entrenador’. Pero supongo que si apelo a tu faceta formativa, el poder participar de una experiencia como viajar a Noruega y jugar la Norway Cup debe de ser una pasada para las niñas.
MP – Es una pasada. Fui en 2018 como jugador y ahora he vuelto a repetir como entrenador y la verdad es que es algo que quiero agradecer muchísimo al club por darnos la oportunidad de ir. Estoy muy agradecido por ello.
«Interés por hacer deporte siempre ha habido. Lo que pasa es que ahora las chicas sí que tienen la oportunidad de jugar con chicas» E. Oliver
¿Se vive esa experiencia de manera muy distinta como entrenador que como jugador? ¿Cuál prefieres?
MP – Hombre, como jugador. Ten en cuenta que teníamos dieciséis años y fuimos con todos los amigos a disfrutar de aquello. Ahora, como entrenador ha sido un poco más intenso. Tienes que hacer esto y lo otro y, sobre todo, tienes más responsabilidad. Tienes dieciocho niños a tu cargo.
En el equipo Juvenil tenemos catorce jugadoras, siete noruegas, una colombiana, una alemana… ¿Haces la misma lectura que tus compañeros respecto al origen de ese repentino interés?
Enrique Oliver (EO) – Creo que interés por hacer deporte siempre ha habido. Lo que pasa es que ahora las chicas sí que tienen la oportunidad de jugar con chicas. Antes, al no haber tantos equipos femeninos, llegaba un momento en el que les daba ‘corte’ entrenar con chicos. Podía existir cierta timidez. Ahora que sí tenemos tantos equipos de chicas, el camino es más natural. Pueden seguir dando pasos adelante.
A la vez, supongo que ha tenido que cambiar también la sensibilidad desde dentro. Es decir, el propio club, vosotros, habéis tenido que daros cuenta de que existía esa carencia y adaptaros para darle respuesta. ¿Cómo ha sido el proceso?
EO – Para contestarte, me iré al primer año que trabajé con las chicas. Ese año hicimos unos entrenamientos de tal manera que fuera muy divertido para ellas. Al final, lo que quisimos es que las jugadoras se consolidasen en el equipo. Los entrenamientos eran mucho más dinámicos, fluidos.
Por ejemplo, si tú entrenas ahora a un Juvenil de chicos, trabajas con jugadores que llevan doce o trece años jugando y tienes que hablar más de tácticas y otros procesos. Claro, en nuestro primer año era todo mucho más divertido para que, al final, las chicas quisiesen volver. Eso creo que ahora es lo que está pasando con Javi, que trabaja con las Alevines.
«Ahora que sí tenemos tantos equipos femeninos, el camino es más natural. Pueden seguir dando pasos adelante» E. Oliver
Al final, se trata de ir plantando semillas para que dentro de unos años, cuando lleguen a la categoría Juvenil, se pueda trabajar igual en las dos categorías.
JC – Exacto. Lo que hago ahí es formar a las jugadoras con unos valores e intentar explicarles lo que es el fútbol, los movimientos que tienen que hacer. De alguna forma, formarlas para que cuando lleguen al Infantil no tengan ese tipo de problemas.
Vamos a llamar a las cosas por su nombre: el mundo del fútbol ha sido siempre bastante ‘machirulo’ y, aunque vuestro trabajo demuestra que tenéis sensibilidad por cambiarlo, ¿habéis tenido que hacer alguna vez un ejercicio de autocrítica en ese sentido?
MP – Sí lo he hecho. Tengo tres hijas… qué te voy a contar.
¿Qué conclusión has sacado?
MP – Pues mira, la conclusión que he sacado es que disfruto mucho más viendo jugar a la Selección femenina que a La Roja.
Además, en mi día a día como entrenador, siempre he entrenado a equipos de chicos y ahora estoy viviendo como una segunda juventud porque, si lo haces bien y con cariño, aprendes tú más de ellas que ellas de ti. Creo que es algo que los padres también ven.
«Estoy buscando un poquito más, empezar a competir, por lo menos los partidos que se pueda» J. Cáceres
Como decíais antes, todavía estamos en un momento en el que, a la misma edad, los niños llevan más años jugando al fútbol que las chicas. ¿Eso hace que tengáis que trabajar de manera muy distinta con un grupo y otro pese a tener la misma edad?
JC – Ese es el dilema que estoy teniendo esta temporada. El año pasado llevé a este mismo equipo en Alevines, que fue el primer año de la mayoría, y la idea era más formar, que empezaran a asociarse con el fútbol.
Este año, con la plantilla que tengo, estoy buscando un poquito más. Busco empezar a competir, por lo menos los partidos que se pueda y eso requiere más carácter de entrenamiento, más esfuerzo, más cosas, por así decirlo, estrictas. Pero siempre intento buscar el equilibrio, que se lo pasen bien y se diviertan, porque eso es lo importante: para eso hacen este deporte.
¿Y cómo va ese proceso?
JC – Va bastante bien. Estoy muy sorprendido por algunas jugadoras que han pillado esos conceptos mucho más rápido de lo que yo pensaba. Con otras sí que es verdad que cuesta más y hay que darles más tiempo, pero la cosa va bastante bien, la verdad.
En cuanto a resultados, bueno, hemos ganado esta primera vuelta dos partidos y hemos empatado dos, pero para mí teníamos que haber ganado un partido más. Se nos ha ido por muy poco.
Las chicas, ¿son tan aficionadas a seguir el fútbol como los chicos?
MP – Tengo bastantes futboleras que cuando llegan al entrenamiento han visto al Madrid o al Barça, sí.
«La conclusión que he sacado es que disfruto mucho más viendo jugar a la Selección femenina que a La Roja» M. Pérez
Supongo que, más allá de las comparaciones que ya hemos hecho, cuando hablamos de resultados en las competiciones, vuestros equipos se las tienen que ver con otros que ya llevan más tiempo de rodadura.
EO – Efectivamente. En mi caso, entre el 70% o el 80% llevan sólo cuatro años jugando al fútbol y nos enfrentamos a equipos con jugadoras que llevan prácticamente el doble de años jugando. Elche, Intercity, Villena… son equipos muy trabajados y se nota que llevan mucho tiempo jugando, que tienen conceptos que, por ejemplo, las mías, aún no tienen. Estoy trabajando duro en eso.
¿Y ese trabajo va bien?
EO – Muy bien. No es sólo que entiendan los conceptos, sino que lo captan al momento. Las chicas tienen una forma de absorber que no he visto nunca en los chicos. Con ellos hay que esperar un poquito más. Somos más cazurros para eso.
¿Cuánto nos falta para poder tener un Sénior?
MP – Eso es cuestión de cuatro o cinco años más. Muchas de nuestras jugadoras del Juvenil están todavía en edad de ser Cadetes. Son muy jóvenes y aún faltan unos añitos para que ellas lleguen al nivel de Sénior.
Pero lo más difícil no es eso. Lo más complicado es que cuando llega esa edad la mayoría comienza con los estudios superiores y se tiene que marchar de l’Alfàs del Pi para ir a la universidad. Cuesta darle continuidad a los grupos en ese momento.