Entrevista > Pepe Miralles / Artista (Crevillent, 14-marzo-1974)
Pepe Miralles, reconocido artista local, siempre ha estado especializado en escultura cerámica, sobre todo gracias a lo aprendido en Faenza (Italia), la cuna ceramista del país transalpino, “donde cambié totalmente la perspectiva, también por lo accesibles que eran los artistas”, reconoce.
El suyo es un estilo muy personal, fundamentado ligeramente en el ‘One Line’, con Jean Negulesco, director de cine rumano, como gran referente. “Me fascinaba su etapa como pintor, mucho antes de triunfar en Hollywood con películas como ‘Belinda’ o ‘Cómo casarse con un millonario’”.
De reciente creación es ‘La literatura alimenta la imaginación’, obra muy bien acogida, ubicada en los bajos del Puente de San Sebastián. Sin duda, el objetivo de Miralles es honrar el 23 de abril, Día Internacional del Libro, fecha en la que curiosamente fallecieron tres grandes literatos mundiales: Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega y William Shakespeare.
¿En tu formación fue básica la Escuela de Orihuela?
Entre otras, porque igualmente relevantes fueron la Escuela de Arte de Murcia y mi periplo -a mediados de los noventa- en Italia, realizando el Programa Petra, similar al posterior Erasmus. Estuve en Faenza, en la Emilia-Romaña, una pequeña ciudad focalizada en la cerámica, como Talavera de la Reina (Toledo).
«Intento sintetizar empleando el menor número de líneas, sin que todo se haga en un trazo, no me interesa»
¿De ahí parte tu pasión por la cerámica?
Ya la empecé a estudiar en Orihuela, pero obviamente en Italia la perfeccioné. La cerámica que se trabajaba aquí era mucho más tradicional, mientras durante el Petra pude seguir con las prácticas y conocer a artistas que exponían por toda Europa, muchos de ellos profesores de la propia Escuela de Cerámica.
¿El nivel en Italia era muy superior al nuestro?
En esos años sin duda. En España teníamos pocos artistas, aunque buenos, como Josep Llorens Artigas, al tiempo que en Italia había muchísimos, casi todos de gran calidad, accesibles y concentrados en la zona de Faenza. Me marcó especialmente Carlo Zauli.
Se dispuso incluso una ruta de talleres, para visitar los lugares donde trabajaban. Recuerdo que alguno había transformado una iglesia abandonada en su estudio. Ahora España se ha equiparado, con un sinfín de profesionales, concursos y ferias.
¿Cómo es tu estilo?
Trabajo principalmente la cerámica en hierro, basándome en la técnica ‘One Line’, sin intentar hacer las cosas bajo una línea, sino que sintetizo, empleando el menor número de líneas. No busco que todo se haga en un trazo, no me interesa.
Picasso, sin ir más lejos, ya hizo dibujos con este estilo. Una de mis obras más destacadas de ‘One Line’ es el mural que elaboré en Alcora y logró un premio internacional.
«Soy muy despistado, muchas veces no encuentro nada, aunque este caos está ordenado en mi cabeza»
¿La inspiración te llega trabajando?
Exacto, como la suerte, que debes buscarla. Dibujo mucho, constantemente, numerosos bocetos (ideas), de los cuales el 95% desecho, hasta encontrar la línea que me gusta y poder seguir por ahí.
Poseo cientos de libretas rellenas de dibujos que no me han servido, la mayoría desconozco dónde están (ríe). Soy muy despistado, muchas veces no encuentro nada, aunque este caos está ordenado en mi cabeza.
Acabas de presentar una nueva obra.
La escultura ‘La literatura alimenta la imaginación’, una propuesta de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento. Se la ofreció a varios artistas de Crevillent, recogí el guante, presenté mi idea, gustó y la llevé a cabo.
¿Agradó desde el primer momento?
Realmente no maticé qué iba a hacer. Confiaron en mi trayectoria y trabajo anterior, sabiendo que no iba a desarrollar nada extraño: tuve plena libertad, como ya me había sucedido en una anterior obra dedicada a San Francisco, situada actualmente en el Paseo Fontenay.
«La piel de ‘La literatura alimenta la imaginación’ se compone de obras literarias que he leído y me han marcado»
¿Quisiste que fuera un homenaje al mes del libro?
Plasmando mi idea de un modo muy evidente, para que el espectador apreciara claramente esa intención. Así, la piel de la obra está llena de diseños de libros que ya he leído y me han marcado.
Para la imaginación, la literatura es básica y para tomar iniciativas debes nutrirte de sitios (libros, cine…), si no es imposible crear algo nuevo, porque crear no es otra cosa que transformar.
¿Qué libros te influyeron?
Muchos, tanto de ciencia ficción como grandes clásicos. Me impresionó altamente ‘La Caverna’ (2000), de José Saramago, además de ‘Sinuhé, el egipcio’ (1945), de Mika Waltari; ‘Crónica de una muerte anunciada’ (1981), de Gabriel García Márquez, y los cómics de Sandman, producidos por Neil Gaiman.
¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy con dos esculturas públicas, cuyo desarrollo suele ser largo (año o año y medio), al ser mediante iniciativas municipales. Poco puedo avanzar, únicamente que se destinarán a dos localidades alicantinas.