Entrevista > Wladimir López de Zamora / Coordinador del proyecto Roboluti_ON (Caudete, Albacete, 8-diciembre-1966)
Hablamos con el impulsor y coordinador del proyecto Saxun-Roboluti_ON, Wladimir López de Zamora, un apasionado de la ciencia que, aunque nació en Madrid, fue estudiante del IES Hermanos Amorós, en el cual ejerce como docente desde hace veinticuatro años.
Este proyecto desarrollado por el alumnado de 2º de Bachillerato ha desarrollado una aplicación basada en Inteligencia Artificial (IA) que analiza las imágenes captadas por las cámaras de la Estación Espacial Internacional.
Un interesante trabajo, que, mediante el reconocimiento de patrones y coincidencias entre las imágenes, logra calcular la velocidad orbital. ‘Vladi’ nos cuenta el secreto de su éxito y el estado de la docencia en nuevas tecnologías.
«Comprobamos cómo alumnado que estaba fuera del sistema se enganchaba a un proyecto con un objetivo de equipo»
Tu arraigo al Hermanos Amorós es indudable en los últimos años, ¿cómo y cuándo llegaste a nuestra ciudad?
Pertenezco a esas generaciones que, con apenas catorce años, llegaban en autobús al IES Hermanos Amorós desde todos los rincones de la comarca. Años después, el destino me trajo de vuelta como profesor y ya han pasado veinticuatro años desde entonces.
Durante ese tiempo, además de ejercer la docencia, he desempeñado el cargo de jefe de estudios durante ocho años. He pasado media vida en el instituto y en Villena, donde siempre me he sentido como en casa.
¿Cómo nació el proyecto Roboluti_ON?
Cuando Encarna Mora y yo dejamos la jefatura de estudios, encontramos en la robótica una excusa para seguir desarrollando las ideas que entendíamos debían estar presentes en la educación. Enseguida comprobamos como alumnado que estaba fuera del sistema se enganchaba a un proyecto con un objetivo de equipo, en el que cada componente era una pieza necesaria en el mecanismo.
¿Qué objetivos se plantearon?
El primer objetivo fue acercar la robótica a todos. Como profesores de enseñanza pública debemos eliminar cualquier brecha y hacer accesible la ciencia y la tecnología a todos. El segundo ha sido hacer una robótica con un fin social, dirigiendo muchos de nuestros trabajos a aquellos colectivos con más dificultades.
Por último, queremos potenciar la ciencia y la tecnología entre las chicas, ofreciéndoles opciones que muchas veces difieren de la idea preconcebida que tienen.
«Debemos eliminar cualquier brecha y hacer accesible la ciencia y la tecnología a todos»
El proyecto ha conseguido resultados extraordinarios, ¿qué hace especial esta iniciativa?
Ilusión. Puede parecer una respuesta fácil, pero cuando te ilusionas con un proyecto, y eres capaz de transmitir esa ilusión a tu alumnado, tienes el 90% del trabajo hecho.
¿De qué forma surgió el lema que os acompaña?
El lema ‘Ad astra per aspera’ responde a los últimos proyectos que estamos llevando a cabo. Viene a traducirse como ‘Hacía las estrellas a través de las dificultades’, es una frase que preside numerosas entidades aeronáuticas.
Resume perfectamente la ideología del equipo. Seguimos creyendo que los grandes logros requieren tiempo, constancia y compromiso. Solo enfrentando las dificultades es posible, realmente, alcanzar las estrellas.
Habéis logrado que el experimento sea ejecutado en la Estación Espacial Internacional. ¿Cuál es vuestro objetivo con la ISS (International Space Station por sus siglas en inglés)?
Estamos a la espera de noticias por parte de la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre cómo ha funcionado nuestro experimento. Nuestro alumnado de 2º de Bachillerato desarrolló una aplicación basada en IA, que analiza las imágenes captadas por las cámaras de la ISS. A través del reconocimiento de patrones y coincidencias entre esas imágenes, logran calcular la velocidad orbital.
Es muy emocionante pensar que, en algún momento, un astronauta leerá su lista de tareas diarias y encontrará ahí una propuesta nacida en las aulas de nuestro instituto.
«Hace tres años le poníamos a la IA los límites de la creatividad… nos ha pasado por encima»
Robótica e IA se imponen en nuestra sociedad. ¿Dónde están los límites de estas tecnologías?
Tenemos la suerte de vivir la época en que se van a producir los mayores cambios de la historia de la humanidad. Es un campo tan apasionante como inquietante. Hace tres años le poníamos a la IA los límites de la creatividad, y nos ha pasado por encima.
Ya no me atrevo a ponerle límites. Solo me queda preferir disfrutar de un concierto de Leiva que escuchar una de esas esperpénticas “canciones” creadas con IA.
Gracias a ellos vivimos una verdadera revolución industrial, pero ¿qué peligros adviertes a tu alumnado?
Resulta preocupante observar que el alumnado ha pasado de pretender no aprenderse las corrientes artísticas del siglo XIX, porque están en internet, a dejar de ser capaces de obtener las ideas claves de un texto, porque es más efectivo y más rápido preguntárselo a la IA.
La capacidad de indagación, el espíritu crítico y la curiosidad por el conocimiento está desapareciendo a pasos agigantados, y eso es algo que como sociedad nos debería preocupar, y no se hace.
¿Cómo ves el futuro de la educación en ciencia y tecnología en el ámbito escolar?
Andamos superando el trauma que nos vendieron con la llamada generación de los nativos digitales. Nos hicieron creer que estos chicos que habían crecido delante de la pantalla de un móvil dominaban la tecnología y no es verdad. Viven para las redes sociales y fuera de ahí son incapaces de comprar un billete online o simplemente de guardar un archivo en un pendrive.