Entrevista > Cristian Ruso / Profesor de tenis (Santa Pola, 12-octubre-1990)
Nos recibe con contundencia el monitor Cristian Ruso: “el tenis continúa siendo el rey de los deportes de raqueta” cuestionado sobre el imparable crecimiento de otros, especialmente el pádel. “Todos están a su estela”, el tenis tiene algo diferente.
Sí es cierto que muy pocos -quizás solo la selección nacional de fútbol- nos ha hecho vibrar como Rafa Nadal ante Roger Federer en la final de Wimbledon 2008 o la reciente de Roland Garros, con el apurado triunfo de Carlos Alcaraz sobre Jannik Sinner.
Ruso, también presidente del Club de Tenis Cap de Santa Pola, nos hablará de cómo son sus clases y de la caballerosidad que casi siempre implica disputar un partido. “Comencé a practicar el tenis porque a mi padre no le gusta lo irrespetuosos que son en el fútbol”, indica.
«Es básico que los pequeños disfruten en las clases, que se enganchen a este deporte»
¿Cuáles son tus inicios en el tenis?
Empecé con mi padre, me gustó, se me daba bien y seguí, tanto que con apenas dieciséis años ya impartía clases, en Elche.
¿Querías ser profesional?
Era mi meta, igual que la de otros muchos. Pero pronto me di cuenta de que es un mundo muy complicado, sumamente competitivo y no destacaba tanto. Mis grandes ídolos fueron Álex Corretja, Carlos Moya, Joan Balcells -especialista en dobles, campeón de la Davis de 2000- y Juan Carlos Ferrero.
«Hay un momento que debes parar y analizar si vale la pena o no seguir en el tenis»
¿Cómo era tu juego?
Agresivo, muy plano, sobre todo al principio, provocando tanto ganadores como muchos errores. Después fue variando, introduciendo golpes más liftados.
¿Cuándo llegas y tomas las riendas del club?
Estaba trabajando como profesor de tenis en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y contactaron conmigo desde el club, pues querían darle algo más de visibilidad y competitividad. Accedí, poco después surgió la opción de gestionarlo y con los años se dividió en dos secciones, tenis y pádel.
Trabajamos en unas instalaciones públicas y quisiera agradecer su cesión por parte del Ayuntamiento de Santa Pola.
«Hubo un crecimiento con Rafa Nadal y lo vuelve a haber ahora gracias a Carlos Alcaraz»
Háblanos de tus clases.
Doy a todos los niveles, desde niños hasta casi de competición. La de los infantes se centra, principalmente, en el aprendizaje, que se lo pasen bien y se enganchen a este deporte, pues suelen tener unos veinte-veinticinco minutos de atención. Luego se dispersan.
Ya en los adultos trabajamos direcciones, profundidad, técnica, servicio, volea… Funcionamos por meses, teniendo en cuenta que muchos ‘usan’ este deporte por diversión, disfrute y para desestresarse del día a día.
¿Debes mostrar mucha empatía?
Resulta fundamental que lo que se respire en la pista sea positivo. Me llevo fenomenal con todos mis alumnos y muy pocas veces -por no decir ninguna- he tenido algún tipo de desencuentro, pese a que sabemos que hay personas con un carácter muy singular. Debemos adaptarnos a todos ellos.
«Quería ser profesional, pero pronto me di cuenta de que es un mundo sumamente competitivo y no destacaba tanto»
¿Entre tus alumnos hay alguna promesa en ciernes?
Muchos muestran ganas, que es fundamental, en una sociedad donde hay tantas distracciones tecnológicas. Destaca Rubén González Samper, nacido en 2008, actualmente el 1.200 de España.
Obviamente quisiera ser profesional y su próximo objetivo es marchar a Estados Unidos para continuar su progresión.
También es un deporte caro.
Hay un momento que debes parar y analizar lo que tienes alrededor y todo lo que hacen por ti, tus familiares principalmente -a nivel económico y de apoyo-, para saber si vale la pena o no.
«Doy clases a todos los niveles, desde niños hasta casi de competición»
¿El tenis sigue siendo el rey de la raqueta?
Siempre lo ha sido, desde sus orígenes en Inglaterra a finales del siglo XIX. Es el deporte en el que se han basado muchos otros, como el pádel, pickleball o tenis de playa.
Utilizan los puntos de tenis, el formato del tie-break (muerte súbita) y se comienza con un saque.
¿Tanto han ayudado Nadal y Alcaraz a popularizar el tenis?
En el instante de la eclosión de Rafa, con su primer Roland Garros, en 2005, yo ya era entrenador de tenis y se notó una proyección importante, fueron muchos los que se sumaron a nuestro deporte.
El tenis, hasta ese momento, era más desconocido, entre comillas, al menos mucho menos que otros como el fútbol o el baloncesto. En su momento dio un salto, con Rafa, y lo vuelve a dar ahora con Carlos, porque, aunque no lo practiquen, se sigue más.
«Resulta fundamental que lo que se respire en la pista sea positivo»
Es, además, un deporte de caballeros.
Solo hay que mirar el protocolo de Wimbledon, que obliga a todos los jugadores a vestir de blanco inmaculado. El tenis, sin duda, es un deporte de valores.
Jamás se lo he preguntado, pero sé que mi padre me apuntó al tenis porque no le gustaba lo irrespetuoso que se era en el fútbol.