Entrevista > Antonio Luis Galiano / Cronista e historiador (Orihuela, 20-julio-1946)
El cronista e historiador Antonio Luis Galiano, fiel a su espíritu incansable, presentó el pasado 26 de junio ‘Presencia de la mujer en la historia y las tradiciones de Orihuela’, libro que pertenece a la colección ‘Capítulos de nuestra historia’ y en el que realiza un amplio repaso al protagonismo femenino en nuestra localidad -nacidas o residentes- durante los últimos siglos.
Sin duda, considera, su papel ha mejorado, “especialmente desde mediados del siglo XX”, aunque “todavía se merece más”. Son mujeres heroínas para muchos y han sido determinantes para que Orihuela sea hoy el municipio que es.
Galiano también nos explicará la pasión que siente por México, país que bien conoce tras tantas veces visitarlo. Pronto, de hecho, se desplazará a Zacatecas, ciudad hermanada con Orihuela, para llevar a cabo una serie de conferencias.
«En Orihuela, y otros muchos puntos, la evolución de las mujeres se ha dado desde mediados del siglo pasado»
Háblanos del libro que acabas de presentar.
Trata, como bien dice el título, de la mujer en la historia y las tradiciones de nuestro pueblo, haciendo un recorrido desde el siglo VIII -con las que ayudaron a la defensa de las murallas- hasta bien entrado el siglo XX.
Escribo sobre las que ya han fallecido y, debido a que hablo de tradiciones, tampoco dejo fuera a la Armengola ni a la Virgen de Monserrata, que también fue una mujer. Relato mujeres que han tenido cierta relevancia en cuanto a beneficencia y cultura, centrándome entonces en las que vivieron en el siglo pasado y el actual.
¿La documentación ha sido clave?
Por supuesto, y amplia, en cuanto a libros, bibliografía y hemeroteca, incluyendo trabajos publicados por mí mismo. Ahora los he rescatado y actualizado en algunos puntos.
¿Qué mujeres oriolanas te han llamado la atención?
Como Hijas Adoptivas tenemos a Rocío Caparrós Sánchez, catedrática en uno de los institutos, así como las archiveras y bibliotecarias Inocenta González Palencia y Rosario Martín Sanz.
De igual modo, la poetisa-ensayista Conchita Martínez Marín, sin olvidarnos de Sara Montiel, que tras abandonar su Campo de Criptana natal se instaló en Orihuela, formándose en las Dominicas.
En cuanto a pintoras, del estilo naif está Carmen Carrillo, mientras en religión, sor Patrocinio Vives, a quien se le dedicó una calle en 1918 con motivo de la mal llamada Gripe Española, o sor Juana Guillén, de las Agustinas (siglo XVII).
«Me gusta mencionar a las mujeres anónimas, las que limpiaban el teatro-circo o llevaban el puesto de pipas»
¿Has descubierto anécdotas, al mismo tiempo?
Me gusta mencionar a las grandes olvidadas, una serie de mujeres que formaban parte de la vida cotidiana, pero de un modo anónimo. Un ejemplo claro son las limpiadoras del Teatro Circo o las que vendían en los puestos de pipas.
Asimismo, aquellas que quedaban viudas por alguna circunstancia y debían trabajar para mantener a sus hijos, con grandísimos sacrificios. Eran épocas en las que no había pensión y se les agotaba el sustento.
¿Cómo ha ido evolucionando la mujer en nuestro pueblo?
Ha habido un gran avance, importante, pero creo que falta más. La mujer, afortunadamente, está muy presente en el día a día de Orihuela, evolucionando a partir de mediados del siglo XX. Sin embargo, como indicaba, merece todavía más.
Cambiando de tercio, ¿pronto marchas a México?
A mitad de agosto, en concreto viajo a Zacatecas, a lo que ellos denominan feria -congreso- de ciudades Patrimonio de la Humanidad de México. Se trata de una urbe preciosa, con una catedral digna de conocer.
«De México me produce una sana envidia el respeto que tienen por los símbolos patrios, bandera e himno»
¿Para ti qué representa ese país?
Mi relación con México es tal -tras visitarlo en muchas ocasiones- que lo considero mi casa, por el trato de la gente, que hace mucho. Sin ir más lejos, el propietario del hotel al que suelo ir en Ciudad de México es asturiano. Me han pasado muchas vivencias o anécdotas en el país azteca.
Cuéntanos alguna, por favor.
Ese hotel, ubicado en el centro, ha tenido ampliaciones, y durante la misma han encontrado restos de un templo y del juego de pelota. Tuvieron que cambiar el proyecto y acondicionar esa zona, visibles desde ventanas arqueológicas en el pasillo que comunica una parte y otra del hotel. Es una maravilla.
¿Has notado que sea peligroso?
El secreto, no solo de México, sino de cualquier otro lugar, es saber hasta dónde puedes llegar, porque además lo ves.
En uno de los viajes pasamos la noche en la capital, pues al día siguiente nos desplazábamos a Texcoco, a pocos kilómetros al norte. Hicimos una rápida visita y al volver transitamos una calle conflictiva, sin saberlo. Una vez conocida su peligrosidad, nunca más la volvimos a pisar.
De México sí me produce una muy sana envidia el respeto que le tienen a los símbolos patrios, bandera e himno.