Entrevista > Antonio Bravo / Escritor
El profesor Antonio Bravo presentaba el pasado mes una nueva obra sobre la Carta de Poblament concedida por el almirante Bernat de Sarriá a Benidorm en 1325 y de la que el pasado 8 de mayo se cumplieron setecientos años. La obra, titulada ‘Carta Puebla de Benidorm.
Reconstrucción, edición y estudio de la versión de 1325’, ha sido editada por V. J. Sanjuán Ediciones y elaborada a partir de la copia notarial de este documento realizada en el año 1430, cuyo paradero se desconoce, pero del que existen en la actualidad dos juegos de fotografías.
Durante la presentación del libro explicaste que has estado dos años trabajando en él. Supongo que siempre con la intención de poder hacerlo coincidir, precisamente, con el 700º aniversario de la efeméride.
En efecto. Sabiendo que se iba a celebrar el 700º aniversario, me puse a trabajar, aunque ya había escrito sobre esta materia anteriormente en alguna publicación.
Has vivido muchos años en Oviedo, pero tras veinte años aquí, ya te sientes como un benidormense más.
Nací en Extremadura y ya muy de niño fui a Asturias. Pasé toda mi vida profesional, salvo algunas estancias más o menos prolongadas en Oxford, Harvard, Cambridge o Yale, en la Universidad de Oviedo.
Me he preparado bien en mi vida profesional y tal vez como consecuencia de aquellos estudios, concretamente en paleografía, me sirvieron para esto, que yo no esperaba que llegara a pasar, porque no deja de ser un texto que está escrito en letra gótica y se exigen conocimientos de paleografía para poder describirlo.
¿Por qué te llamó la atención la carta puebla de Benidorm para iniciar este trabajo?
La vida es más compleja. Mis conocimientos sobre la carta puebla vienen porque gracias a algunos contactos muy interesantes aquí en Benidorm y metido dentro del mundo cultural, escribí, por ejemplo, un poemario sobre Benidorm.
A este respecto, escribí una biografía de Pere María Orts i Bosch que fue el primero que descubrió una de las copias, la de 1521, concretamente. A partir de esa biografía me interesó mucho todo lo que había escrito. De hecho, en su biografía hago mucho énfasis en todo lo que publicó. De ahí vienen mis conocimientos y mi interés en seguir.
«Me pasé dos años trabajando con la copia fotográfica de la carta»
¿Qué curiosidades vamos a poder descubrir en este libro? Me decías hace un momento, para empezar, que está escrita en letra gótica.
Sí, es letra gótica del siglo XIV y está en latín. Por lo tanto, hace falta manejar estas herramientas para poder llevar a cabo una misión como esta. Además, la carta puebla original, la de 1325, ha desaparecido.
De hecho, ni tan siquiera se sabe si realmente existe.
Posiblemente, la de 1325 no existe. Pero es que tampoco existe la de 1430, que se copió directamente de la de 1325. Una de ellas se suponía que estaba aquí, en el ayuntamiento, y la otra en el Archivo Naval.
Me fui a Madrid, al Archivo de la Armada, y fue allí donde me pasé tiempo, durante dos años, trabajando sobre la copia fotográfica de la carta puebla que teníamos.
Estando el documento original desaparecido, ¿cómo se puede saber que esa copia fotográfica es, efectivamente, una imagen del documento real?
La historia es muy compleja y parece más bien un texto más propio para hacer una novela. En 1430, cuando pasa de ser propiedad de la monarquía de Alfonso V, su hermano Juan II la vende a la Baronía de Benidorm, a un tal Ruiz Díaz Mendoza y después pasa a manos de la Casa Fajardo, que es muy importante dentro de la comunidad de Murcia.
Ellos la mantuvieron y se hicieron copias de ella, de esos textos. De hecho, el de Pere María es una copia hecha en 1500 por parte de la familia Fajardo. Pero esa también desaparece durante mucho tiempo hasta que reaparece en Madrid en 1944.
«Posiblemente la carta puebla original de 1325 no existe»
Sin saber cómo ha llegado.
No se sabe cómo ha llegado, pero se supone que una librería de libros antiguos tomó esto de algún sitio y se lo comunican al Ayuntamiento de Benidorm, que envía al secretario y se queda con ella…
¿A título personal?
Sí. Se la queda para él porque, posiblemente, el Ayuntamiento no llegó a un acuerdo económico por el precio que pedían.
Ahora esto no pasaría.
En absoluto. Posteriormente a todo eso, ese secretario la vuelve a vender a un hombre que no se la deja ver a nadie. No sabemos el motivo, pero se sabe que era una persona un poco extraña. No tenía familia, pero permite que Vicente Llorca, un estudioso que acabó siendo bibliotecario en las Cortes, pudiera hacer dos copias fotográficas.
«Este trabajo no da frutos económicos, pero sí satisfacción profesional»
Con tantas apariciones y desapariciones, ¿ha habido algún momento en que creyeras que el proyecto no iba a ser posible?
Estoy acostumbrado a trabajar en textos así. He trabajado en muchas antologías, porque mi profesión ha sido investigar y he publicado bastantes libros sobre textos medievales y sobre escritura antigua. Sé que estas cosas requieren calma y una dedicación.
No me extraña que mi esposa dijera que no estaba bien de la cabeza si me dedicaba a estas cosas, que después no me dan fruto económico, sino simplemente la satisfacción profesional.
¿Qué sensación tienes en el momento en el que, al fin, tienes en las manos la primera copia del libro ya editado?
La de sentirme realizado. Piensas que ha merecido la pena. Es como un hijo nuevo. Espero que, al menos en Benidorm, se reconozca ese trabajo porque es al lugar al que está dedicado el libro.
¿Cuál esperas que sea el recorrido de esta obra?
Como es lógico, cualquiera que escribe quiere que se lea mucho y lo lea mucha gente. Pero este es un libro muy específico y basta con que se sepa que va a estar en el archivo y en la biblioteca.