La edil de Sanidad de Villena, Alba Laserna, y el diputado autonómico, Carles Esteve, han denunciado hoy la situación que sufre el servicio de sanidad pública en la ciudad de Villena, tras el cierre de los servicios de Urgencia, Radiología y Laboratorio del Centro Sanitario Integrado (CSI) y la falta de profesionales, en concreto de las especialidades de rehabilitación, anestesistas y dermatólogos. Por ello, han reclamado la apertura del CSI en el mes de septiembre tras la finalización de las obras, el retorno de todos los profesionales de sanidad a sus plazas en Villena – ahora destinados al Hospital de Elda – y un nuevo marco como Zona de Difícil Cobertura Sanitaria que garantice la presencia de profesionales de manera estable en Villena, que cubre una población de más de 40.000 habitantes. Ambos han coincidido en la urgente necesidad de reforzar las plantillas de sanitarios en el conjunto del Área de Salud de Elda, que cubre las comarcas del Medio y Alto Vinalopó.
Laserna y Esteve mantuvieron una reunión previa con los representantes de la Plataforma por la Sanidad Pública en las comarcas del Vinalopó con quienes coincidieron en la falta de transparencia por parte de la Conselleria y la ausencia de datos. En este sentido, la edil de Sanidad recordó que los datos conocidos son la media de 1,5 especialistas en dermatología para atender a toda el área de salud y dos en el caso de rehabilitación, a modo de ejemplo de la falta de personal sanitario en la comarca.
Ante esta situación, la propuesta de Laserna es la reapertura del CSI en el mes de septiembre, después de extender el periodo de obras iniciado en diciembre pasado ante los problemas estructurales detectados que sufre en el inmueble por problemas arrastrados desde su construcción. “Ante esta situación, lo correcto hubiera sido reubicar de manera provisional el servicio de Urgencias en otro lugar en Villena y no trasladarlo a Elda, lo que ha supuesto su colapso en estos meses y la falta de atención de proximidad a los pacientes de Villena”, ha comentado.
La concejala criticó a la Conselleria de Sanidad quien no autorizó la visita al Centro Integrado de Salud que sigue en obras, lo que alimenta la falta de transparencia y las dudas entre la población. La edil avanzó la presentación de una moción en este sentido en el pleno ordinario de agosto y la solicitud de medidas concretas ante la declaración de Zona de Difícil cobertura que incluya incentivos, mejoras laborales, adecuación de las infraestructuras y otras medidas que atraigan y retengan a especialistas a esta áreas del interior de la provincia de Alicante.
Laserna alertó de la situación de excepcionalidad de Villena, que organiza en agosto varios eventos musicales que conllevan la concentración de más de 15.000 personas y que necesitan un refuerzo en atención sanitaria que o no se ofrece o se pretende ofrecer desde el Hospital de Villena.
Degradación Programada
Por su parte, el diputado autonómico Carles Esteve señaló la “política de degradación programada” que aplica el actual gobierno autonómico en materia de sanidad. Desde su punto de vista, una acción deliberada donde “la ciudadanía pierde y donde ganan las empresas que reciben las derivaciones”.
Dentro de esta “degradación programada”, Esteve señaló la situación que sufre la atención primaria en Villena, donde el periodo de espera para ser atendido en consulta médica alcanza las dos semanas, aunque las cifras oficiales hablan de 4,7 días. El diputado autonómico también se refirió a la situación del CIS de Villena, “que ha pasado a ser un modelo de referencia en las zonas del interior y rurales de otras comarcas” a convertirse en el símbolo de la eliminación de servicios y prestaciones.
Desde su punto de vista, la falta de previsión por parte de la Conselleria de Sanidad ha dejado a Villena sin un servicio esencial y ha llevado al Hospital de Elda a una situación de colapso, agravando los problemas de saturación que ya venía padeciendo. Entre los argumentos de Esteve, destacó el cierre de los servicios de Radiología y Laboratorio. “Si no hay diagnóstico no hay una prescripción, y por lo tanto se reducen las listas de espera y la demora” que en un principio se situaba en 133 días de media, aunque los datos oficiales ofrecidos los sitúa en la actualidad en 68.