Hay cosas para las que da igual la época del año. Un claro ejemplo, muy de la ‘terreta’, es la obligatoria paella de los domingos. El arroz, en cualquiera de sus formatos y presentaciones, se convierte cada semana en la excusa perfecta para lo realmente importante: la reunión con familiares y amigos y, sobre todo, la larga sobremesa que lo acompaña.
En Reino Unido, las cosas como son, la paella no es la reina de las mesas dominicales. Muy conocidas, y no precisamente para bien, son las múltiples variantes que allí han inventado (chorizo incluido) para protagonizar polémicas que han llegado, incluso, a amenazar con serios conflictos diplomáticos que harían palidecer, incluso, al ‘Brexit’.
Allí, en la pérfida Albión, el rey de los domingos es el ‘Sunday roast’. Un plato que, perdido ya el Imperio Británico, queda casi como el último reducto de aquel ‘Britannia rules de seas’ que con tanto orgullo siguen cantando los súbditos de Carlos III, aunque ya no reinen sobre ningún mar conocido.
Una ganga
Un claro ejemplo de ello lo encontramos en muchos rincones de Benidorm. Aquí, incluso en pleno verano, con temperaturas que a menudo superan los treinta grados, uno pensaría que lo último que apetece a orillas del Mediterráneo es un plato caliente, copioso y contundente como el ‘Sunday roast’.
Pero en Benidorm, la tradición británica se impone también en agosto. En lugares como el Yorkshire Pride, un popular bar ubicado en el corazón de la ciudad, ese asado dominical se ha convertido en uno de los platos más demandados por su clientela, integrada en gran parte por turistas británicos.
Por menos de ocho euros, los comensales pueden disfrutar de un almuerzo completo que incluye carne, puré, verduras, ‘gravy’ (salsa) y, por supuesto, un gigantesco pudding de Yorkshire. La opción con cordero apenas sube un par de euros el precio final. “Una ganga si los comparamos con las más de quince libras que nos cuesta lo mismo en casa”, asegura Martin, un orondo habitante de Chesterfield, mientras da cuenta de una refrescante pinta.
En 2024 el tabloide The Mirror aseguró que el mejor ‘Sunday roast’ fuera de Reino Unido se sirve en Benidorm
Propuesta irresistible
Las cifras respaldan lo que comenta este turista. En 2024, casi 900.000 visitantes británicos llegaron a la Costa Blanca, y una buena parte de ellos lo hicieron con Benidorm como destino principal. La ciudad, que desde hace décadas acoge con entusiasmo al visitante del Reino Unido, ha sabido adaptarse a sus costumbres y preferencias, ofreciendo desde ‘fish and chips’ hasta desayunos completos de estilo inglés, pasando por platos icónicos como las salchichas con puré dentro de un Yorkshire pudding.
Hablan por sí solas las opiniones de los comensales. “La mejor comida de domingo que he probado en Benidorm… y he probado muchas”, subraya rotundo Martin. A su vera, Meg Dennison añade: “la comida fue absolutamente increíble. Las raciones eran generosas, pedí el ‘roast dinner’ y quedé encantada”. Ellos, y muchos más, no esconden su entrega a la cocina ‘guiri-benidormense’ y reconocen repetir con asiduidad.
Cada vez son más los vecinos que se han rendido a las propuestas gastronómicas llegadas de la mano del turismo
Sin rastro de la turismofobia
Mientras en otros puntos turísticos del país, como Barcelona, Málaga o las Islas Baleares, han surgido protestas contra el turismo de masas y sus efectos sobre la vivienda y los precios locales, Benidorm se presenta como una excepción. ¿Son bienvenidos los turistas en Benidorm? La respuesta es un rotundo sí.
De esta forma, al menos, se deduce de los mensajes que ‘expats’ residentes en la ciudad y visitantes que han pasado por ella dejan en sus redes sociales. “Aquí nadie protesta contra el turismo. Y eso tiene una razón: casi todo el mundo que vive en Benidorm trabaja, directa o indirectamente, en el sector”, explica Frank, un británico que vive en la ciudad desde hace décadas y que, aunque ahora está jubilado, dedicó parte de su vida laboral a recibir a sus compatriotas.
La relación calidad-precio es uno de los grandes atractivos para los turistas
La mejor solución a la resaca
Y sí. El turismo británico (como el resto) encuentra en Benidorm un lugar ideal para disfrutar del sol y la playa y, evidentemente, de los excesos habituales de las vacaciones. Excesos que suelen mojarse en importantes cantidades de cerveza y otras bebidas espirituosas que convierten las mañanas, especialmente las más calurosas del verano, en complicadas horas de pasión para las que el ‘Sunday roast’ se convierte en la comida de resurrección.
Así, al menos, lo confiesa, entre risas, un nutrido grupo de amigas de mediana edad con evidentes síntomas de haber disfrutado con ganas de la noche anterior. “Cuando tienes resaca, lo mejor es una buena comida. Lo mejor es el ‘Sunday roast’. Lo cura todo”, afirma la más dicharachera.
Además, venían sobre aviso: “El año pasado leímos en el periódico -un reportaje publicado por The Mirror’- que el mejor ‘Sunday roast’ que se sirve fuera de Reino Unido lo encontraríamos en Benidorm”. ¿Es cierta esa afirmación? Tras la prueba de campo, ellas son claras: “Sí… incluso, es mejor que el de muchos pubs de nuestra ciudad”. Y eso que ellas vienen de York, cuna de ese plato.
Vecinos entregados
Hasta no hace tanto tiempo, estos contundentes platos dominicales, que en la mayoría de locales se pueden disfrutar cualquier día de la semana, eran coto privado de los turistas británicos, pero cada vez son más los vecinos de Benidorm que han caído rendidos al asado más típico de Reino Unido… aunque en este caso, no en estos meses tan calurosos.
Ocurre lo mismo con otras propuestas que llegaron para el turismo como el ‘fish and chips’ británico o las frikandelas con patatas fritas belgas. Y no. Por ahora, la paella no corre peligro de extinción, aunque no son pocos los que han ido ya introduciendo esas otras propuestas importadas de tanto en cuanto.