Entrevista > David Galiana / Ingeniero naval y marítimo (San Vicente, 7-noviembre-1994)
Se habla de la fuga de cerebros que sufrimos en España y nos dicen que exageramos, hasta que conocemos casos como el de David Galiana, quien tras estudiar dos carreras -una de ellas Ingeniería Naval, la segunda más complicada- pronto marchará a Asia para trabajar como capitán de la Marina Mercante, “lo que aprendí en un máster”.
Confiesa que han sido muchísimos años de sacrificio extremo. “De pequeño no sabía qué estudiar y tras finalizar la ESO opté por una Formación Profesional, pues me atraía más un campo tecnológico”. Hizo primero Electromecánica de Vehículos, antes de pasarse a la Naval.
“Fue mi introducción en la Náutica, campo poco arraigado en San Vicente”, indica. Seguidamente completó Ingeniería Naval en Madrid, en cinco años y medio, “todo un logro”, e Ingeniería Marítima, concluyendo con un máster de Capitán de la Marina Mercante.
¿Tanto sacrificio ha valido la pena?
No lo sé. Han sido infinitas horas de estudio, incluida la academia: nadie salía a tomar algo, mucho menos de fiesta, y aun así llegábamos muy apurados al examen.
La segunda carrera y el máster lo hice casi al mismo tiempo, conocedor del esfuerzo y del hecho de renunciar a todo.
Es una vida de monje, prácticamente.
Encerrado, todas las tardes estudiando. Tenía envidia de los estudiantes de otras carreras porque disponían de tiempo para sus cosas. Por eso siento muchísima decepción a día de hoy, como muchos otros compañeros, pues ninguno se dedica a lo que estudiamos.
Alguno incluso ha entrado en depresión, después de tantos esfuerzos, de todo tipo, con tus padres pagando academias carísimas…
«Tenía envidia de los estudiantes de otras carreras porque disponían de tiempo para sus cosas»
¿Qué funciones tiene un ingeniero naval?
En un barco hay muchos subsistemas, porque no deja de ser como una ciudad portátil. El ingeniero naval es aquella figura que diseña elementos como la sala de máquinas, las hélices o los motores, en definitiva, todos los sistemas que permiten que el barco funcione correctamente.
Muchos descubrimos esa figura tras ver ‘Titanic’.
Exacto, el primero en indicar cuántas horas tardaría en hundirse, porque somos los encargados de realizar el diseño del casco y sabemos la capacidad que tiene el barco para no naufragar.
En esa película se aprecian las paredes de los barcos, mamparos, dispuestas transversalmente. El ‘Titanic’ se hundió porque el agua superó la altura de esos mamparos, pasando a los siguientes.
¿Por qué decidiste hacer una segunda carrera?
Finalizando Ingeniería Naval ya sabía las dificultades laborales que iba a tener. Eran muchos los que me comentaban que los puestos principales estaban cubiertos, que para entrar en uno de ellos se necesitan ‘ayudas’, y decidí continuar estudiando.
Acabé en septiembre de 2024, a punto de cumplir treinta. A lo largo de muchos años pensé que mi carrera, tan complicada, me proporcionaría un trabajo menos sacrificado, pero la realidad ha sido bien distinta.
«Estaré fuera un total de seis meses, entre Taiwán, Corea del Sur y Canadá, transportando petróleo»
¿Hasta el punto que debes emigrar?
En las próximas semanas me desplazaré a Asia, pero no para trabajar como ingeniero naval, sino como capitán de una ruta -de unos seis meses- entre Taiwán, Corea del Sur y Canadá. La mercancía que transportaré será petróleo.
Una función, suponemos, muy bien remunerada.
Siempre que pague los impuestos fuera de España, porque en nuestro país están cerca del 50%. El barco, aunque es español, lleva la bandera de Chipre, donde las tasas son notablemente menores.
¿Eso es legal?
Sí, porque el barco es un bien inmueble y puede desplazarse allí donde desees.
«Ahora soy oficial de barco: necesito un año de experiencia para ser capitán y en un buque grande»
¿Ser capitán de barco podría ser tu futuro?
Perfectamente. En toda la costa mediterránea únicamente hay una escuela para ser Capitán de la Marina Mercante, ubicada en el puerto de Barcelona. Allí, para los barcos grandes, existe carencia de este tipo de capitanes.
Actualmente soy oficial de barco y necesito un año de experiencia para ser capitán y en un buque amplio, de más de 300 GT.
¿No te hace reflexionar?
Es un poco triste que me vaya a dedicar a una cosa teniendo en mi currículo dos ingenierías tan sacrificadas. Por eso se produce la fuga de cerebros, cualquiera que vale un mínimo se va a trabajar al extranjero.
De mis compañeros, los más brillantes han tenido que emigrar a Londres (Reino Unido), Francia o Alemania. Te mueves o sufres, ¡no hay más! Aquí sabes que el futuro es muy complicado, simplemente sobrevives.
¿Volverías a estudiar lo mismo?
En absoluto, mi consejo es no estudiar esta carrera, porque es desalentador, a todos los niveles. Cada vez veo más empobrecida la sociedad. Antes se tenían cuatro o cinco hijos, una casa y un apartamento, ahora no podemos ni planteárnoslo.