Contundente ha sido el mensaje que el Grupo Municipal Popular ha lanzado al equipo de gobierno de Altea ante lo que consideran “una preocupante dejadez en la conservación del Casco Antiguo”.
Este enclave, el más emblemático del municipio y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), muestra, según la portavoz popular, Rocío Gómez, “síntomas evidentes de abandono”. Una situación que, “lejos de corregirse, se agrava con el paso del tiempo”, afectando tanto a la imagen del municipio como a la calidad de vida de los vecinos.
“Los vecinos están cansados. Las quejas se acumulan en el registro del ayuntamiento, pero el equipo de gobierno de Compromís y PSOE sigue de brazos cruzados, ofreciendo buenas palabras y ninguna solución”, ha manifestado Gómez, quien no ha dudado en calificar el estado actual del Casco Antiguo como “una triste caricatura, más cercana al descontrol turístico que a un espacio protegido y cuidado”.
Basuras, vehículos y descontrol visual
Entre los principales problemas denunciados por el Partido Popular se encuentran el caos circulatorio durante las horas de carga y descarga, la falta de control en el acceso de vehículos, la acumulación de residuos y la ausencia de una limpieza adecuada, incluso en zonas tan simbólicas como la entrada a la Plaza de la Iglesia.
A esta situación se suman las condiciones del pavimento, “que presenta manchas y roturas en múltiples puntos”, y el impacto visual generado por “un entramado de cables que sobrevuelan calles y fachadas sin orden ni integración estética”. Un problema que, a juicio de Rocío Gómez, resulta doblemente hiriente: “Se niega a los vecinos el acceso a servicios básicos como la fibra óptica, mientras se tolera un caos de cableado que afea y deteriora el entorno”.
Los populares denuncian caos en el tráfico, acumulación de basuras y un cableado descontrolado en el entorno BIC
Aplicación arbitraria de las normas
Uno de los aspectos que más preocupa a los populares es la disparidad en la aplicación de las normas que regulan las intervenciones en el entorno BIC. Según denuncian, mientras a algunos vecinos se les exige un cumplimiento escrupuloso de los criterios estéticos y patrimoniales, a otros se les permite actuar con total impunidad.
“Esa arbitrariedad genera frustración, abandono vecinal y una sensación generalizada de injusticia”, afirma la portavoz del PP. “¿De qué sirve tener un BIC si no se cuida ni se respeta?”, se pregunta Gómez, que alerta sobre el riesgo de que el Casco Antiguo de Altea “se convierta en algo cutre, perdiendo su alma y su valor patrimonial”.
Desde el PP acusan al gobierno local de aplicar las normas de protección con arbitrariedad
Moción con soluciones concretas
Ante esta situación, el Grupo Popular ha anunciado que presentará una moción en el próximo pleno municipal para exigir un plan de actuación urgente en el Casco Antiguo. La propuesta incluirá medidas concretas en materia de mantenimiento, vigilancia, limpieza y restauración, así como una revisión de la normativa que regula las actuaciones dentro del entorno protegido.
“No se puede proteger lo que no se cuida. Y no se puede presumir de patrimonio mientras se deja morir”, subraya Gómez. Para el Partido Popular, es imprescindible establecer un sistema de gestión del BIC que combine el respeto por el legado histórico con una aplicación justa y razonable de las normas.
Se presentará una moción para exigir un plan urgente de limpieza, vigilancia y restauración
Participación vecinal
El PP plantea también que cualquier estrategia de recuperación del Casco Antiguo debe contar con la implicación de los residentes. “Son ellos quienes conviven a diario con esta realidad y quienes mejor conocen las necesidades reales del barrio”, explica Rocío Gómez. Por eso, una de las propuestas que integrarán la moción será la creación de un consejo vecinal consultivo que participe en el diseño y seguimiento del plan de actuación.
Desde el Grupo Popular insisten en que el Casco Antiguo de Altea no puede seguir dependiendo exclusivamente del voluntarismo político o del esfuerzo de algunos propietarios. Es necesaria una planificación a medio y largo plazo, acompañada de recursos económicos y humanos suficientes para asegurar una conservación digna de un espacio declarado Bien de Interés Cultural.
Abandono injustificado
El crecimiento del turismo en la zona, especialmente durante los meses de verano, no puede convertirse en excusa para justificar el deterioro de uno de los principales atractivos del municipio. Así, desde las filas ‘populares’ se defiende que el turismo debe ser una oportunidad para Altea, no un problema. Pero para eso, aseguran, el Ayuntamiento debe ejercer un control real sobre las actividades que se desarrollan en el Casco Antiguo y garantizar que se respetan tanto las normas como la convivencia.
La formación advierte que, si no se actúa con urgencia, el Casco Antiguo corre el riesgo de caer en una degradación irreversible, afectando no sólo al valor patrimonial, sino también a la reputación turística de Altea como destino cultural y respetuoso con su historia.