Entrevista > Inma Manresa / Docente, bailarina y coreógrafa (Crevillent, 16-octubre-1979)
Muchas veces se habla de la danza como un modo de vida o incluso terapia, científicamente comprobado. También puede ser inclusivo, como nos demuestra Inma Manresa, experimentada bailarina y coreógrafa, quien desde su escuela imparte clase a personas con diversidad funcional. “Son maravillosos”, confiesa.
Se inició en esta disciplina muy pronto, a los tres años, en la escuela Mari Carmen Serrano, “el centro por el que pasaron casi todos los de mi generación”. Allí permaneció hasta los diecisiete, momento que tuvo que decidir su futuro, “aunque ya lo tenía clarísimo”.
Marchó entonces a Mannheim (Alemania), becada, donde cursó dos años unos estudios más profesionales. “Las oportunidades, que no el nivel, en el país germano eran superiores a las que podía encontrar en España”, remarca.
¿Pudiste haberte quedado en Alemania?
Hubo esa opción, porque las oportunidades eran mayores, insisto: pensaba que iba a hacer carrera fuera de España, pero luego las circunstancias fueron otras. Era muy feliz con lo que hacía, aunque pesaban otros aspectos, como la familia o la dureza de un clima al que no estaba habituada.
¿Te fijabas en otras bailarinas?
Sobre todo en las más cercanas, compañeras u otras, más mayores, con más experiencia. Hablamos de una época muy distinta a la actual, sin internet ni redes sociales.
¿Cuándo y por qué regresaste a España?
En 1999, al saber que Teatres de la Generalitat Valenciana había creado una compañía para jóvenes que, junto al trabajo como bailarina, brindaba una formación. Me presenté a la audición, en València, y me seleccionaron para formar parte del elenco cinco años.
Después me entró el gusanillo de la enseñanza y me planteé nuevos retos. Di clases en la UMH de Altea, un curso, y más tarde en el Conservatorio Superior de Danza de Alicante, como profesora de danza contemporánea.
«Después de estar en Teatres me entró el gusanillo de la enseñanza, de tener nuevos retos»
Un inciso, ¿tu estilo es más contemporáneo que clásico?
Mi base es danza clásica, como muchos de mis compañeros, pero en Alemania tuve mi primera toma de contacto con la contemporánea y en València profundicé. A partir de ahí me fui especializando.
¿Por fin creaste tu escuela de danza?
Todavía no, porque mi labor en el conservatorio la pude compaginar con un taller de danza contemporánea en la Universidad de Alicante (UA). Finalmente me lancé y en 2016 pude abrir mi propia escuela de danza, AnDanza.
¿Tuviste dudas?
Algunas. Así como la danza clásica estaba ya normalizada, con la contemporánea eso no pasaba, muchos no la comprendían, es una disciplina mucho más abstracta. Con los años creo que la he acercado a la población.
Más tarde, en 2020, junto a otra compañera, Cristina Martínez Rabasco, formamos la compañía RexFox Danza, tras participar en el Festival de Danza de Elche.
«Son muy agradecidos, y eso se aprecia en cómo te miran, cómo te tocan o cómo te sonríen»
¿Cuáles han sido vuestras coreografías más relevantes?
‘Ubuntu’ y ‘Samskara’, mientras para danza inclusiva nuestra obra más especial es ‘Origen’.
Háblanos precisamente de la parte inclusiva de tu proyecto.
Durante el verano de 2021, el posterior a la pandemia, desde el Ayuntamiento de Crevillent nos plantearon unos talleres de danza inclusiva -junio y julio- para principalmente personas con diversidad funcional. La mayoría de los alumnos procedían de la asociación de discapacitados psíquicos de Crevillent (ADIS).
El siguiente verano lo volvimos a realizar y, fascinada, quise seguir como un proyecto coreográfico, despertándose en mí una parte creativa que solo ellos me aportaban. Por ejemplo, afloraban movimientos que me sugerían. En total hemos podido completar tres proyectos coreográficos.
¿Qué significa dar clases a personas con diversidad funcional?
Uff, me considero una persona empática y sensible, imprescindible si quieres trabajar en el mundo de la danza. Ellos llevan esa sensibilidad al extremo, mediante ideas que van mucho más allá; lo que nos aportan en cada clase, en cada ensayo, es muy de verdad.
«Las personas con diversidad funcional te muestran una realidad que muchas veces no vemos»
¿Son sumamente agradecidos?
Muchísimo. En ocasiones no hace falta que te lo digan, que lo hacen, sino cómo te miran, te tocan o te sonríen. Es muy especial, ojalá sigan apoyándonos.
¿Te hacen también mejor persona?
Pienso que sí. Te muestran una realidad que, de otra forma, las personas no vemos. Por mucho que sepamos que hay gente con diversidad funcional, siempre hemos considerado que no aportan nada, y no es así.
¡Me he dado cuenta ahora! De hecho, en mi vida son una necesidad vital para continuar con la profesión. Han conseguido desarrollar cosas en mí que jamás me hubiera imaginado.
¿Tienes algún proyecto más?
Sí, el Elenco by AnDanza. Creado junto a Marta Navarro y apoyado por Carolina Penalva -ambas profesoras de la escuela- aportamos nuestra forma de ver la danza y los espectáculos en el ámbito de Moros y Cristianos.