Entrevista > Carlos Pomares Rayo / Jugador del Real Oviedo (València, 5-diciembre-1992)
Carlos Pomares, lateral izquierdo del Real Oviedo, debutará este mes en Primera División, tras un largo periplo que le ha llevado a disputar prácticamente todas las categorías de nuestro fútbol. Durante su formación incluso pasó tres años en Inglaterra, concretamente en el Sheffield United, considerado el club más antiguo del mundo.
Sin embargo, se siente perfectamente preparado para el reto, igual que un club que ha estado casi un cuarto de siglo fuera de la élite. “Sé la pasión con la que viven el fútbol los aficionados ovetenses”, señala, como ha comprobado.
Reconoce, asimismo, que el objetivo es la permanencia, “pensar más allá no sería ni real ni coherente”. Se define como un lateral frío, cerebral, con cierto recorrido en ataque, “contundente si la situación lo requiere y, según dicen, que aporta seguridad con y sin balón”.
Por fin alcanzas la Primera División.
¡Así es! Ciertamente me ha tocado conocer todas las categorías, profesionales y semiprofesionales, y es una alegría, aunque llegue en la parte final de mi carrera. Es una bonita manera de acabar.
¿Ha sido un periplo tan duro?
Bastante, porque muchas veces pasas por un mar algo revuelto y debes sacarte las castañas del fuego. Llegué a firmar contratos de solo un año, con todo el estrés y riesgo que implicaba, por si sufría alguna lesión o no gustaba al técnico. Ves que se acaba, que necesitas otro…
Creciste futbolísticamente en el Alboraya.
Empecé de pequeño en el Malvarrosa, pasando después un año en el equipo de mi colegio, Escolapios, antes de incorporarme al Alboraya, donde estuve hasta juvenil de primero. Después marché a Inglaterra, al Sheffield United.
¿Cómo fue ese periodo inglés?
Era muy joven, juvenil de segundo año. No tuve excesiva suerte, con movimientos que hubo en el propio club. Me dirigió un muy buen entrenador, John Pemberton, quien introdujo numerosas innovaciones tácticas para la época.
«He pasado por momentos duros, contratos de un solo año, con todo el riesgo y presión que implica»
Volvamos al presente. ¿Se sufrió mucho ante el Mirandés?
Uff, muchísimo, al ser un equipo con las ideas clarísima, que con muy pocos toques se plantaban en nuestra portería y con bastante gente. Así llegaron sus dos goles, porque recordemos se adelantaron en los dos partidos de la eliminatoria.
¿Qué nos puedes contar de la fiesta posterior?
Lo que más me llamó la atención fue la cantidad de aficionados que había. ¡Era impresionante!, un manto de gente que no se veía el final. Fue muy bonito, intenso y espectacular, estas celebraciones son un punto y aparte en estos clubes.
La alegría se puede comparar a lograr una Champions, porque ganarla no te cambia tanto la vida, en todos los sentidos.
Ahora en Primera, ¿esperas muchas más dificultades?
Como ya me pasó de Segunda B a Segunda. Ya entonces pensaba que iba a ser un salto de calidad, en cuanto a ritmo, pero me encontré con otra penalización, la que te provocan los rivales cuando tienes un error o un medio error.
Si en Segunda podías permitirte el lujo de fallar dos veces, y aun así te creaban una ocasión, en Primera será mucho peor.
«Lo que más me llamó la atención de la fiesta del ascenso fue la cantidad de aficionados que había»
El calendario tampoco ayuda…
Debutamos en La Cerámica, frente al Villarreal, y luego nos visitan Real Madrid y Real Sociedad. Pero recién ascendidos casi cualquier rival te parece un reto. Un ejemplo claro es Osasuna, equipo ampliamente asentado en Primera, con muy buenos jugadores.
Además, muchos nos verán como uno de los débiles de la tabla, pero si hemos ascendido es porque estamos haciendo las cosas bien.
¿Te hace ilusión visitar algún estadio en concreto?
Mestalla, por varias razones. Soy de allí, iba de pequeño a ese estadio y deseo conocer su ambiente en un partido de Liga. Ya viví una eliminatoria de Copa del Rey con el Barakaldo, pero no es lo mismo.
¿Cuál es tu objetivo personal esta campaña?
Primero ganar minutos en Primera, confianza, poder adaptarme. Quisiera aprovechar esta oportunidad, para mantenerme en la categoría varios años.
«Santi Cazorla, bellísima persona, nos transmite humildad y siempre busca la colectividad en el juego»
Háblanos del entrenador, del serbio Zeljko Paunovic.
Es sumamente exigente con lo que se hace, demanda mucha intensidad, energía y orden, que seamos bastante decididos en el campo.
Para casi acabar, ¿cómo es compartir vestuario con una leyenda como Cazorla?
A nivel deportivo, Santi nos pone las cosas muy fáciles, algo complicado en el fútbol actual, con tantos egos. Le da colectividad a su juego. Después, es una bellísima persona y nos transmite constante humildad en el día a día. Siempre tiene la mejor predisposición en el vestuario.
¿Va a ser su última temporada?
Realmente hará lo que él quiera, porque suma desde tantos aspectos… Es nuestro líder, no para de enseñarnos.