ENTREVISTA> Sara J. Trigueros, Carmen Juan y Ralph del Valle / Copropietarios de la librería ’80 Mundos’
El pasado 5 de julio medio millar de personas se concentraron frente a la histórica librería ’80 Mundos’ al grito de “¡Alicante no se vende!”. Todo ello después de que los nuevos propietarios de este edificio anunciaran su querencia de no renovar el alquiler a este negocio para así reconvertirlo en apartamentos turísticos.
Fue en los años ochenta cuando Fernando Linde abrió esta tienda de libros en el Paseo General Marvá, que se convertiría en uno de los espacios culturales de referencia en Alicante. Tras su jubilación en 2018, cuatro nuevos socios le tomaron el relevo. Ahora ellos se han encontrado ante esta indeseada situación, en la que parece estar en juego mucho más que la continuidad de una simple librería.
«Nuestro contrato termina en julio de 2026, pero la empresa quiere echarnos ya» S. J. Trigueros
Creo que todos nos preguntamos lo mismo. ¿Por qué es incompatible que un edificio de apartamentos turísticos tenga una librería en su planta baja?
Carmen Juan (CJ) – Esto habría que preguntárselo a los nuevos dueños. Con los anteriores nunca tuvimos ningún problema, pero el edificio se ha vendido entero y los actuales propietarios no quieren que se conserve ninguna actividad comercial en los bajos.
Sara J. Trigueros (ST) – Por eso nos dijeron que nos marcháramos cuanto antes, a pesar de que tenemos contrato hasta julio de 2026. Nosotros incluso les propusimos reestructurar el local para que pudieran utilizar una parte. Sin embargo ellos consideraron que esto no era rentable.
Ha habido una manifestación popular en vuestro apoyo y hasta el Ministro de Cultura se ha pronunciado. ¿Cómo estáis viviendo toda la repercusión que se ha montado?
CJ – Dentro de lo malo de esta situación, ha sido muy bonito ver cómo ha respondido la ciudad. Porque éste es un problema que no solo nos afecta a nosotros, sino a toda Alicante. Recuerdo que algunos manifestantes nos dijeron que ni siquiera eran clientes habituales nuestros.
Ralph del Valle (RV) – Es que mucha gente no acudió a la manifestación por motivos culturales, sino porque sentían que debían defender el barrio. No quieren vivir en una zona donde no puedan comprar en comercios tradicionales, ni conozcan a sus vecinos, ni sepan en qué idioma hablar con ellos.
ST – Son personas que quizás no nos compran muchos libros, pero se toman el aperitivo en su bar de toda la vida y ya están temiendo que en dos años también se lo cierren por el mismo motivo. De hecho fue muy poco después cuando el alcalde Luis Barcala anunció la ampliación de la moratoria para no conceder licencias de apartamentos turísticos.
«Cambiaremos de lugar, pero aún no ha llegado el día que el capitalismo pueda con ‘80 Mundos’» C. Juan
Sin embargo, el cierre de un bar u otro negocio tradicional no suele levantar tanta polvareda.
CJ – Quizás la tienda de ‘Ultramarinos Paqui’ no tenga el altavoz que sí tenemos nosotros por haber sido un espacio para la cultura durante tantos años. Además, tenemos a la Asociación de Comerciantes de la calle Quintana que es muy combativa, y nos está apoyando a tope.
RV – Muy a nuestro pesar, creo que nos hemos convertido en un ejemplo muy paradigmático de lo que está sucediendo en Alicante… y diría que en toda Europa. El capitalismo extremo está echando a las gentes de sus barrios y desnaturalizando las ciudades. Ahora casi no distingues si estás paseando por Zaragoza, Edimburgo o Berlín. En cualquier sitio ves exactamente el mismo tipo de comercios, alojamientos y turistas arrastrando la maletita de ruedas que te admite Ryanair.
Esto disgusta a mucha gente, y por eso nuestro caso se ha convertido en un símbolo… aunque nosotros no lo hayamos buscado.
Con todo este revuelo, ¿existe alguna posibilidad de que ’80 Mundos’ siga en su histórico local a partir de agosto de 2026?
RV – Ninguna. Estamos hablando de una empresa de Madrid que quiere reformar el edificio de arriba a abajo para sacar el mayor número de mini-pisos y rentabilizarlos euro a euro. En su proyecto de negocio no entra bajo ningún concepto que nosotros les ocupemos doscientos metros cuadrados para vender libros.
De hecho nos quieren fuera cuanto antes, a pesar de que tenemos firmado hasta julio. Así que ahora mismo la negociación está en manos de nuestros abogados.
ST – Es muy naif pensar que de repente van a decir “la ciudad se ha movilizado… así que voy a recular”. Eso no va a suceder, porque ni siquiera son de Alicante. Quizás se debería prohibir por ley que, al menos, los bajos comerciales se conviertan en apartamentos turísticos.
«No es cierto que los jóvenes ahora lean menos, los índices de lectura están aumentando» C. Juan
Y entonces, ¿qué será de ‘80 mundos’? ¿Tenéis en mente buscar otro lugar?
CJ – Sí. Quiero recalcar esto… no vamos a cerrar. ’80 Mundos’ ha sido un espacio de resistencia desde la Transición, y lo seguirá siendo. Buscaremos otro local y queremos que sea en esta misma zona porque nos debemos a nuestro barrio. Todavía no ha llegado el día que el capitalismo cierre este negocio. Seguiremos en la pelea.
ST – Esta librería la cogimos en su día porque consideramos que era necesario evitar su cierre, y esa misma mentalidad nos sigue motivando ahora. La propia ciudad nos está diciendo que sigue necesitando a ’80 Mundos’.
En esta época de ebooks y de plataformas televisivas… ¿se compran más o menos libros que antes?
CJ – A veces escucho frases del tipo “los jóvenes ya no leen”, pero eso no es así. De hecho, cuando era joven también se decía eso mismo sobre nuestra generación (risas). La realidad es que en los últimos años los índices de lectura están subiendo en España. Nosotros tenemos dos clubes juveniles y vendemos muchísimo las ediciones de cantos pintos. En su día el ebook se concibió como una amenaza, y ha acabado conviviendo perfectamente con el libro tradicional.
RV – Es que no debemos plantear este debate como una batalla cultural, como si ver la televisión o consumir chorradas por internet fueran enemigos de la lectura. Todos tenemos diferentes formatos de ocio, es algo normal. No hay que enfrentar Netflix con los libros, ambas son experiencias perfectamente compatibles e incluso a veces enriquecedoras entre sí.