Esta semana ha comenzado la intervención que afecta a las calles Joan Cantó, Bartolomé J. Gallardo y Diego Fernando Montañés, y tiene como objetivo consolidar un modelo de espacio público que fomente la movilidad peatonal, la accesibilidad universal y la puesta en valor del patrimonio urbano, con un diseño coherente con el entorno del Centro Histórico.
El proyecto, redactado por el arquitecto municipal Daniel Mullor, plantea la transformación de la calzada y las aceras actuales en una plataforma única de preferencia peatonal, con materiales nobles como el granito en diversos formatos y tonalidades, eliminando bordillos y barreras arquitectónicas. También se incorporará mobiliario urbano, arbolado, alumbrado eficiente y puntos de información turística, todo sin afectar al subsuelo.
El Ayuntamiento de Alcoy adjudicó el contrato para la ejecución de las obras de repavimentación de la calle Joan Cantó y su entorno, por 470.163,83 euros IVA incluido, a la empresa que presentó la mejor oferta. El proyecto forma parte de las ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos europeos Next Generation EU.
La concejala de Urbanismo, Vanessa Moltó, ha destacado: «La repavimentación de la calle Joan Cantó y su entorno no solo responde a la necesidad de renovar un espacio público céntrico, sino que nos permite reforzar una de las zonas más emblemáticas y estratégicas del Centro Histórico: el entorno del CADA y la Universidad. Hablamos de un espacio que combina patrimonio, cultura, conocimiento e innovación, y que necesitaba una transformación que lo hiciera más amable y accesible para la ciudadanía. Con esta actuación avanzamos hacia un modelo de ciudad más habitable, cohesionada y comprometida con su identidad histórica, pero también con los retos de sostenibilidad que nos marca Europa».
Entre las mejoras técnicas del proyecto destaca la incorporación de sumideros centrados para una correcta evacuación de las aguas pluviales, así como la regulación del tráfico con bolardos inteligentes supervisados por la Policía Local, que permitirán restringir el acceso a residentes y usuarios autorizados.
Esta actuación complementa y sigue la línea de la llevada a cabo recientemente en la calle Sant Josep, también financiada con fondos europeos.
El Programa de ayudas para municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, ejercicio 2022, cuenta con el apoyo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – Next Generation.