Paterna está de enhorabuena. Las recientes Fiestas de Moros y Cristianos del mes de agosto han tenido lugar bajo la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico de la Comunitat Valenciana, un reconocimiento que la Generalitat ha otorgado tras constatar su valor histórico, cultural y social.
Con más de medio siglo de trayectoria, esta celebración se ha ganado su espacio entre las manifestaciones culturales y populares singulares del panorama valenciano, reuniendo cada año a miles de vecinos y visitantes en torno a la música, el colorido y la recreación histórica.
La fiesta nació en 1965 como recuerdo de la entrada de Jaume I en la villa
Origen ligado a las Clavarías
El germen de estas fiestas se remonta a 1965, cuando los clavarios del Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer organizaron una representación histórica para conmemorar la entrada de Jaume I en Paterna en 1237. Aquella escenificación, que recreaba la entrega pacífica de la villa al rey conquistador, dio lugar a un desfile que acabaría convirtiéndose en tradición.
A partir de entonces, los Moros y Cristianos fueron ganando protagonismo dentro de las Fiestas Mayores, sumando comparsas y organizándose bajo la Federación Intercomparsas, nacida a finales de los setenta. Hoy, el colectivo integra veintiséis comparsas masculinas, femeninas y mixtas, reflejo de la evolución social y del carácter inclusivo de la fiesta.
Nunca ha dejado de crecer
Los Moros y Cristianos de Paterna no se limitan a un par de noches de desfiles. Son un ciclo festivo vivo durante todo el año, con actos tan diversos como el Mig Any Fester, la Semana Cultural, la Cena de Gala, o la participación de las celebraciones del 9 d’Octubre. Todo ello en escenarios de alto valor patrimonial como el Palau, la Torre y las cuevas, declarados Bien de Interés Cultural.
Si Alhama, Beduins y Jaume I fueron las primeras comparsas constituidas, este año se han incorporado dos nuevas agrupaciones, Los Hidalgos y Bandoleres i Trabuquers, equilibrando los bandos con trece comparsas cada uno. “Algo estaremos haciendo bien cuando cada año hay más gente que quiere formar parte. No ha habido merma, no ha habido pérdidas, y seguimos creciendo”, señala la presidenta de Intercomparsas María Ángeles Salvador, conocida en Paterna como ‘La Cota’.
«Para mí la comparsa es un espacio de libertad y salud mental» Mª A. Salvador
Una fiesta que resiste y se reinventa
Con el paso de las décadas las Fiestas de Moros y Cristianos de Paterna han brillado cada vez con más fuerza. Con el tiempo se introdujeron mejoras en los desfiles, incrementado el engalanado de las calles con mejor iluminación, estandartes y faldones, se añadieron sillas a pie de calle, se ha reforzado la figura de los cargos festeros o consolidado el Desfile Infantil con parlamento propio, asegurando la continuidad generacional de la tradición.
Ni siquiera la pandemia logró quebrar el espíritu festero. Durante las restricciones, las comparsas mantuvieron el contacto a través de redes sociales y actividades simbólicas, y en cuanto fue posible, salieron de nuevo a la calle. “Ese desfile de 2021 fue el del sentimiento festero. Lloramos al vernos de nuevo juntos, porque la fiesta estaba viva”, recuerda Salvador.
Motor social, cultural y económico
Más allá de su espectacularidad, la fiesta es un motor de convivencia y cohesión en Paterna. Las comparsas son auténticos centros sociales donde se cultivan la amistad, la tradición y el sentimiento de comunidad. La propia presidenta, que fue una de las fundadoras de Raxida hace 45 años, lo resume con emoción: “para mí la comparsa es salud mental. Ha sido mi espacio de libertad, donde me he olvidado de problemas y he compartido ilusión con mi gente”.
Su impacto trasciende lo social. El gasto que cada comparsa realiza en vestuario, música, maquillaje, flores o pirotecnia genera un notable dinamismo económico, que se suma al atractivo turístico de una fiesta capaz de congregar a miles de visitantes cada verano, como certifican los informes de la Policía Local.
En Paterna los Moros y Cristianos suman ya veintiséis comparsas, trece por cada bando
Reconocimiento a generaciones de festeros
La declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico supone el colofón a décadas de esfuerzo colectivo. María Ángeles Salvador, la presidenta más longeva de la historia de Intercomparsas, lo vive como la culminación de un sueño: “Es un honor recibir este título porque es el resultado del trabajo y la ilusión de generaciones de festeros. No es un premio personal, es un premio colectivo”.
Además, la Federación ha sido una entidad que ha querido salir de lo puramente local. “Nuestros principios siempre se han basado en la ilusión, el trabajo, la unión entre federaciones y poblaciones festeras, y el respeto tanto a lo nuestro como a lo de los demás”, señala Salvador.
El reconocimiento llega justo cuando la dirigente se prepara para dar un paso al lado tras doce años al frente: “Me voy con los deberes hechos. Siempre quedan cosas por hacer, pero lo importante es que la Federación sigue creciendo y la fiesta está más viva que nunca”.
Paterna como referente festivo
Con este título, Paterna suma un nuevo logro a su patrimonio festivo, que ya cuenta con la Cordà, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Ambos reconocimientos sitúan al municipio como un nuevo referente de la Comunitat Valenciana en materia de tradición, cultura y turismo.
De este modo se puede decir que los Moros y Cristianos, dentro de las Fiestas Mayores de Paterna, suponen “una forma de vida, una pasión que une a generaciones enteras y que seguirá proyectando a Paterna con tres premisas claras: Foc, Festa i Fe”, concluye Salvador.