ENTREVISTA > Isabelo Gómez / Coordinador de montañismo inclusivo (Toledo, 14-julio-1953)
Con casi ochenta años de historia, el Centro Excursionista de Petrer es mucho más que un lugar de montaña y senderismo. Es un espacio de inclusión, esfuerzo y emoción compartida. Desde hace siete años, sus socios llevan la aventura más allá del paisaje, acompañando a personas invidentes y con otras discapacidades, en excursiones que transforman sus vidas.
Solidaridad compartida
Cada cima alcanzada no solo representa un logro físico, sino un triunfo del espíritu, la solidaridad y la alegría compartida. Aquí, la montaña se convierte en puente y en experiencia única, donde todos, con ayuda y coraje, pueden llegar más lejos de lo imaginable.
Isabelo Gómez ha recorrido las principales cordilleras del mundo en sus cincuenta años como montañero, pero nunca había vivido experiencias como estas.
¿Cuál es el sentimiento al ver la emoción de alguien que alcanza la cima gracias a vuestra ayuda?
Lo que hacemos genera una emoción que solo quien la vive puede sentir en ese momento. Cuando se llega a la cima, o incluso sin llegar porque a veces hacemos excursiones a lugares que no tienen cima, es la alegría de haber podido alcanzar ese lugar con nuestra ayuda.
Normalmente, muchas personas no pueden subir por sí solas, así que contamos con una silla adaptada, diseñada especialmente para subir. Es una silla con una rueda central que permite sortear terrenos difíciles. Es un esfuerzo compartido para quienes los subimos, ya que nos vamos turnando, pero merece la pena.
¿Qué características técnicas tiene la barra direccional que empleáis para invidentes?
Se trata de una barra rígida de aluminio. En el centro se coloca un usuario invidente, mientras que en el extremo delantero va siempre una persona con visión total, que es la encargada de guiar e interpretar el itinerario.
El acompañante trasero puede tener una visión reducida o alguna limitación leve, pero nunca el del frente. El usuario del centro interpreta los movimientos de la barra (derecha, izquierda, ascenso o descenso) y, además, recibe indicaciones verbales para mayor precisión.
«Debido a tanto fuego nos vamos quedando sin bosques»
¿Cómo gestionáis la seguridad en el Centro Excursionista?
En nuestro centro hemos priorizado siempre la seguridad. Hasta ahora no hemos tenido accidentes porque no improvisamos.
Si planificamos una ruta con cierto número de usuarios y voluntarios, es porque estoy seguro de que se puede llevar a cabo sin riesgo. El guía responsable es quien asume la responsabilidad en caso de incidente, por eso debe tener total control y experiencia.
¿La planificación de las actividades incluye protocolos de contingencia?
Sí. Hasta el último momento podemos modificar la actividad. Los usuarios suelen tener problemas de salud, por lo que puede que alguno no asista el mismo día de la salida. Por eso siempre preparamos dos o tres alternativas de ruta, además de opciones de sustitución o actividades adaptadas para otro grupo.
En estas actividades inclusivas, ¿qué grado de integración tienen las personas sin discapacidad?
Son actividades abiertas. Puede participar cualquier socio o persona externa, aunque recomendamos formalizar la participación en el Centro Excursionista. De esta forma, fortalecemos la estructura del club y obtenemos más recursos para mejorar la calidad del servicio inclusivo.
«En nuestro centro hemos priorizado siempre la seguridad»
¿Cuál es la diferencia entre montañismo inclusivo y actividades recreativas adaptadas?
La diferencia está en la exigencia. No buscamos simples paseos por pistas forestales, sino la práctica del montañismo en senderos de montaña, con el mismo nivel de reto que en las actividades convencionales, pero con la adaptación necesaria para garantizar la seguridad de todos.
¿Cuánto alcance geográfico tienen vuestras salidas inclusivas?
Actualmente trabajamos en red con clubes de toda España que comparten la misma filosofía. Nos coordinamos para organizar encuentros colectivos en distintos puntos del país, cada club aporta sus usuarios y voluntarios, y así se amplía el impacto de la actividad inclusiva.
Nuestras próximas salidas son una en septiembre a subir la montaña del Cid; y la segunda en octubre al nacimiento del Río Vinalopó en Bañeres.
«Lo más importante en la montaña es el sentido común»
¿Hacen falta voluntarios?
Siempre hacen falta voluntarios para que este proyecto sea posible, y si vuestros lectores están interesados, pueden ponerse en contacto con nosotros.
Ver cómo se alcanza el objetivo de la ruta, y sobre todo, la alegría de tantas personas que a pesar de sus limitaciones no se detienen, es una vivencia insuperable para todos los que participan.
¿Qué sentís cuando veis cómo han ardido tantos bosques?
Una gran indignación y una profunda pena. En la montaña lo más importante es el sentido común, y los montañeros lo tenemos muy claro.
El problema es que cada vez acude más gente y muchos no siguen recomendaciones tan básicas como no fumar, no encender fuego, no dejar basura o retirar la vegetación seca de su alrededor. Y a nivel general, dejar el ganado adecuado en la montaña, y que los técnicos entendidos se reúnan y tomen decisiones, que deben ser muy urgentes porque nos estamos quedando sin bosques.