Entrevista > Vicente Doménech García / Creador de ‘Xàbia meravellosa’ (Alicante, 10-septiembre-1957)
Vicente Domenech es el alma detrás de ‘Xàbia meravellosa’, una comunidad en redes sociales que congrega a más de 33.000 personas unidas por su amor a nuestro rincón del Mediterráneo. Lo que empezó como un proyecto personal en 2010 se ha convertido en un referente que muestra a diario la belleza del municipio.
Xàbia Maravellosa es hoy un referente en redes, ¿cómo y cuándo nace este proyecto personal?
Empecé en 2010, poco después de que las redes sociales cobraran fuerza. Creé un perfil personal en Facebook para compartir cosas con amigos y empecé a subir fotografías de Xàbia. Para mi sorpresa, gustaron mucho y su alcance empezó a crecer más allá de mi círculo de familiares y amigos.
«Comprobar que a la gente le gusta lo que publicas y recibir comentarios positivos me anima»
El crecimiento fue muy rápido. Pasó de ser un perfil para amigos a alcanzar el límite de 5.000 y tener que crear una página. ¿De qué forma gestionó esa expansión inicial?
Para poder seguir creciendo, creé la página, que no tiene límite de seguidores. Fue la única manera de que más gente pudiera unirse. Por eso ahora ya estamos en 33.000 y la cifra sigue subiendo poco a poco.
Con 33.000 seguidores y un alcance que el último mes supera los dos millones de personas, muchos le considerarían un ‘influencer’. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?
Me hace gracia cuando me llaman ‘influencer’. Me parece un poco excesivo. Los ‘influencers’ de verdad mueven a cientos de miles de seguidores y ganan dinero con ello, que no es mi caso.
Sin embargo, me alegra ver las estadísticas. Siento que de verdad estoy llegando a la gente.
Sorprende que, a pesar de la calidad de sus imágenes, no se considera un fotógrafo profesional y ha cambiado su réflex por el móvil. ¿A qué se debe esta decisión?
Mi pasión por Xàbia es lo que me mueve, porque no soy fotógrafo profesional ni pretendo serlo. Tenía una buena cámara Nikon réflex, pero cuando apareció el móvil con su cámara, la desplazó por completo. Es mucho más rápido: hago la foto, la retoco un poco y la subo al momento.
«Ver salir el sol aquí es un espectáculo gratuito y fantástico que vale la pena disfrutar»
Mantiene una constancia admirable, publicando casi a diario durante quince años. ¿Qué le motiva a seguir con esta rutina?
El ego te lo alegra un poco, la verdad. Ver que a la gente le gusta lo que publicas y recibir comentarios positivos me anima. El objetivo es reunir a gente en torno a Xàbia, y ver que lo consigo me satisface. El ‘feedback’ diario, los ‘me gusta’ y los comentarios son clave.
Además, a veces me siento hasta un poco famoso. Voy por la calle y me saluda gente que no conozco de nada, de Valencia, Madrid o de donde sea, y me dicen: ¿Tú eres el de Xàbia Maravellosa? Ese reconocimiento al trabajo que haces te ayuda a seguir.
Esa conexión ha traspasado la pantalla. Ha organizado fiestas y quedadas que reúnen a decenas de seguidores. ¿Cómo surgen estas iniciativas?
Surgió hace años porque la propia gente me lo propuso para ponernos cara y conocernos. La idea me pareció buena y hemos hecho varias. Este año nos juntamos 39 personas, pero hemos llegado a ser 45. Es una quedada muy ligera, para saludarnos, hacer una foto de grupo y conocer a otros miembros de la comunidad.
Más allá del turismo, ¿cree que la página ayuda a los propios vecinos a redescubrir su municipio?
Sí, totalmente. Hay gente de la propia Xàbia que me ha dicho que, gracias a mis fotos, ha descubierto lugares o perspectivas del pueblo que no conocía. A veces tenemos un tesoro tan cerca que no nos paramos a mirarlo, y creo que la página ayuda a ponerlo en valor también para los de aquí.
«El objetivo es reunir a gente en torno a Xàbia»
Ha compartido anécdotas muy emotivas. ¿Qué significan para usted estas historias humanas que nacen gracias a la página?
Esas historias son las que de verdad te tocan el corazón. Un seguidor me contó que se enamoró de su mujer enviándole cada día mis fotos del amanecer. Otro, que me emocionó muchísimo, me dijo que su padre, un enamorado de Xàbia, pasó sus últimos días viendo mis fotos porque le daban vida. Esos relatos te dejan los pelos de punta y te animan a seguir.
Después de miles de fotografías, llega la pregunta más difícil: de todos los rincones maravillosos de Xàbia, ¿con cuál se queda?
Es muy complicado, porque hay muchísimos. Pero me quedaría con la vista desde el final del puerto, junto al Club Náutico. Allí tuve mi taller durante cuarenta años y cada mañana iba a esa esquina para ver el Cabo de San Antonio y toda la bahía. Quizás sea el rincón que más he visto y fotografiado por tenerlo siempre a mano.
Para terminar, ¿qué mensaje le gustaría lanzar sobre el valor de mirar Xàbia con nuevos ojos cada día?
Xàbia es bonita en cualquier momento, pero hay que madrugar un poco para ver sus amaneceres, son maravillosos. En 2005 me operaron de un cáncer y, por suerte, todo salió bien. Desde entonces, tengo una frase, “Cada día, con cada amanecer, recibo el regalo de la vida”. Ver salir el sol aquí es un espectáculo gratuito y fantástico que vale la pena disfrutar.