Entrevista > José María Valls Satorres / Músico (Alcoy, 29-noviembre-1945)
José María Valls Satorres es uno de los músicos alcoyanos más reconocidos, pese a llevar un total de sesenta años residiendo en Madrid, donde se formó como compositor. Asegura, no obstante, que jamás se ha desvinculado de Alcoy, y por ello recibió con mayor honor ser nombrado el 16 de mayo Hijo Predilecto de nuestra localidad.
Formado en la Banda Nova del Iris, hoy la Societat Musical Nova, prosiguió en la Escuela Municipal de Bellas Artes, antes de trasladarse a la capital. Allí realizó el servicio militar, llegó a tocar con la Banda Real y estudió en el Real Conservatorio Superior, especializándose en Armonía, Contrapunto, Fuga, Composición, Dirección y Violonchelo.
Su estilo, tan propio y reconocible, fue clave para consolidar el género de música festera, llevando a cabo piezas que arraigaran el sentimiento y espíritu del bando cristiano. “Pasaron a desfilar con una marcha triunfal, inédito hasta entonces”, apunta Valls Satorres, quien recordemos da nombre también al Premio de Marchas Solemnes.
Háblenos de sus comienzos musicales.
Se remonta muchas décadas atrás, casi desde que tengo uso de razón. Salía a la calle, escuchaba las bandas de música -tan relevantes en desfiles, procesiones y fiestas- y me llamaban mucho la atención.
Poco después, sobre 1957, influido por mi madre, mi abuelo me apuntó a la banda, donde hice solfeo y clarinete, hasta que pude tocar como educando dos años más tarde. Supe entonces que quería ser profesional de la música.
¿La razón principal de su marcha a Madrid?
Exacto, he pasado la mayor parte de mi vida en la capital. Llegué en 1965 y me enrolé en la Banda Militar para, mientras realizaba el servicio militar, poder estudiar en el Conservatorio.
«Tras mi llegada a Madrid, en 1965, me enrolé en la Banda Militar para poder estudiar en el Conservatorio»
¿Allí se especializó en música de Moros y Cristianos?
La música festera siempre estuvo en mí, en mi mente, pero en aquella época carecía de los medios para componer. En Madrid pronto me pude matricular en violonchelo, el instrumento que he ejercido; y, al mismo tiempo, estudiaba todos los aspectos de una banda, para conocerlos bien.
¿Mantenía una vinculación con Alcoy?
Por supuesto, siempre he tenido muy presente a mi pueblo, aunque fue en Madrid donde desarrollé mi carrera y formé familia. Sin embargo, he vuelvo mucho a Alcoy -ahora más, tras jubilarme- porque aquí he sido muy feliz.
¿Qué representan para usted las fiestas de Moros y Cristianos?
Son la raíz de mi enorme deseo de ser músico. Jamás he perdido la costumbre de acudir a fiestas y me considero muy festero, siendo distinguido por varias filàs a las que he dedicado una pieza. Soy Vasco de Honor, sin ir más lejos.
Del mismo modo participé en numerosos concursos de la Asociación San Jorge, con la fortuna de ganarlo en diversas ocasiones, y aposté por el bando cristiano, componiéndole una serie de piezas adecuadas.
«Pronto me pude matricular en violonchelo, mi instrumento, mientras estudiaba todos los aspectos de una banda»
Ayudó, de hecho, a consolidar el género festero.
Como indicaba, comprobé que el bando cristiano estaba ligeramente ‘huérfano’ y fui elaborando composiciones que fueron teniendo éxito. Pasaban de desfilar con pasodobles a hacerlo con una marcha triunfal, circunstancia que destacó sobremanera.
¿Está orgulloso de alguna pieza en concreto?
Realmente lo estoy de todas, aunque fue muy aclamada una que creé para los Maseros -o Labradores-, denominada ‘Pas als Maseros’. Trata un tema tan popular como la agricultura y caló en el espíritu de la gente.
Siempre quise huir de la música religiosa, no porque no me agradara, sino porque buscaba aspectos más comunes, del día a día, con los que poder identificarnos.
¿Se siente satisfecho de la carrera desempeñada?
¡Muchísimo! Es impresionante que, viviendo en Madrid, mi trabajo me haya llevado a ser nombrado Hijo Predilecto de Alcoy, título honorífico altamente significativo. Pero nunca he dejado de lado Alcoy, insisto, viniendo muy a menudo, dos o tres veces al año.
«Viví el nombramiento de Hijo Predilecto con muchísima emoción, es un título honorífico muy significativo»
¿Cómo recuerda esa jornada?
Con muchísima emoción, pues como siempre digo, medio en broma, “con tantas personas destacadas que hay en Alcoy, ¿me ha tocado a mí?” Fue el propio alcalde, Toni Francés, el que me lo comunicó, después de unos primeros contactos para saber si aceptaba la distinción.
¿Otro honor debió ser escuchar su ‘Farolero’ durante las últimas fiestas?
Por supuesto, cuando bajaba por la calle Sant Nicolau el alférez cristiano, José Cortés, de la filà Andaluces, los Contrabandistas. Le estoy muy agradecido.
¿Sigue trabajando en la música?
A diario escucho música -preferiblemente la de grandes orquestas sinfónica o festera- o sigo componiendo, ya a otro ritmo. Quisiera señalar que durante mi carrera también he hecho mucha música que no tiene nada que ver con Moros y Cristianos, dedicada por ejemplo a mis nietos u otros familiares.