Elena Escura / Directora y guionista de audiovisuales
Elena Escura (Castellón, 14-febrero-1981) es una directora que nos propone propuestas fuera de lo convencional, “más social o intimista”, como descubrimos en sus diferentes cortos -‘Escala en Madrid’ o ‘Hàbitat’- y en su hasta ahora única película, ‘Les vacances de Mara’ (2023).
Son muchos los films y directores que le han influido, de una manera u otra, como ‘Los lunes al sol’ (2002), de Fernando León de Aranoa; ‘Ficción’ (2006), de Cesc Gay; ‘Estiu 1993’ (2017), de Carla Simón, y ‘Creatura’ (2023), de Elena Martín.
Está ya trabajando, concretamente en la fase de preproducción, en su nuevo corto, titulado ‘Normal’. “En principio vamos a grabar en la Playa del Perellonet, en València”, nos indica, sin poder avanzar mucho más, “con la misma productora de ‘Hàbitat’, Wicker Films”.
¿Desde cuándo sueñas con dirigir?
El cine no era una disciplina en la que pensara en exceso de pequeña. En esa época sí sentía una pulsión por escribir y expresarme.
Quise estudiar Comunicación Audiovisual, en Bellaterra (Barcelona), siendo al final de la carrera cuando pensé que no deseaba dedicarme a la televisión o la radio, sino contar mis propias historias.
¿Cuál es tu estilo precisamente?
Además de siempre escribir mis guiones, pretendo que mi estilo sea intimista con perspectiva social, lejos de las películas mainstream. Por ejemplo, en ‘Hàbitat’ (2023) narramos la historia de una señora (Marisa) que entra en su antigua casa después que la hayan desahuciado.
Contamos lo que ella siente, con la intención final de hacer una denuncia, por supuesto.
¿Necesitas que haya siempre un mensaje?
Intento que sí, es el cine que yo siento, aunque no siempre lo obtengo. Mi peli no es excesivamente social, pero sí realiza una reflexión.
¿Percibes que el espectador lo capta igual?
Con los cortos generalmente sí, también por el formato, mucho más directo. Si el mensaje no llega cómo lo has intentado plasmar, quizás hay un problema. En ‘Les vacances de Mara’ se produjo una primera capa -la historia-, que impactó en el público, pero no otros aspectos.
«Hacer algo que el espectador después comente y alcance la misma reflexión es un tesoro»
¿Eso te frustra?
Considero que hay cine para todos y el mío, insisto, es más de autor, lento, contemplativo, en definitiva, complicado de encasillar. Me quedo con que le remueva al target que va destinado.
Hacer algo que el espectador después comente y alcance la misma reflexión es un tesoro, altamente satisfactorio.
¿Te inspiras en lo que ves en la calle?
Sin creer especialmente en la inspiración, lo que más me funciona es observar la realidad, las situaciones que suceden, una conversación en la playa, sin ir más lejos. Utilizo eso como una semilla, para desarrollarlo: sin duda, la realidad siempre te regala cosas.
Bebo, además, de muchas historias propias, que me apunto en libretas varias o en la app del móvil. Eso lo hace todavía más caótico, porque muchas veces no recuerdo dónde lo tenía anotado.
A la hora de dirigir, ¿con qué dificultades te has topado?
Entre las mayores, las económicas, incluso en ‘Les vacances de Mara’, film de bajo presupuesto. El dinero en el cine significa tener menos tiempo para rodar; recuerdo que mi ayudante de dirección -Julia Cerdán- me remarcaba, la segunda semana, que subrayara los planos prescindibles de la historia. Ella, pobre, solo se estaba ajustando a la producción.
También en ocasiones la película ha sido encasillada para mujeres, ¡cuando no es así!, pues tratamos temas universales que pueden interesar a cualquier género, como la amistad.
Dinos la propia trama de la peli, por favor.
Mara (Lorena López) lleva una vida que podríamos indicar como aburrida, monótona, algo le falta, es una evidencia, y de repente recibe un mensaje de una vieja amiga, Vera (Mireia Pérez), a la que hace tiempo que no ve. Ésta le explica que está viviendo en casa de su abuelo, en la Sierra de Irta (Castellón), cerca de Peñíscola.
Entonces Mara la visita por sorpresa, quedando claro de inmediato que es una relación oxidada.
«Bebo de muchas historias propias, que me apunto en libretas varias o en la app del móvil»
¿Qué sucede entonces?
Tras despedirse, Mara ocupa la casa, se viste con la ropa de Vera y se pasea por el pueblo, casi suplantando su personalidad. Conoce poco después a un chico -interpretado por Ramón Ródenas- y en un momento dado regresa Vera, pillándola in fraganti.
En la segunda parte descubrimos que a ambas les pasan cosas. Hasta aquí puedo leer.
Más allá de ‘Hàbitat’, ¿destacas algún otro corto?
Me gusta especialmente ‘Escala en Madrid’ (2015), protagonizado por dos actores que ahora han ganado una notable popularidad, Francesco Carril, que aparece en ‘Los Años Nuevos’, y Natalia Huarte, de ‘Querer’.
¿Estás ahora trabajando?
Sí, estamos en la fase de preproducción del corto ‘Normal’, escrito y dirigido por mí. Siento ilusión por el proyecto, me apasiona rodar. El protagonista es el actor catalán Francesc Cuéllar.