Entrevista > David García Valiente / Entrenador del Club Nueva Elda (Elda, 14-agosto-1990)
La mayor porción de la tarta deportiva en Elda es para el CD Eldense -especialmente tras pasar dos campañas en la División de Plata. Le sigue el Elda Prestigio de la Liga Guerreras de balonmano femenino, dejando la parte más pequeña para el fútbol sala, en este caso el Club Nueva Elda.
Pensamos que merecen su reconocimiento y por ello contactamos con David García Valiente, quien afronta su segunda temporada como máximo responsable deportivo. Nos detallará su propuesta de juego, aspiraciones reales en Tercera División y cuáles intuye como principales rivales.
Durante muchísimas temporadas fue jugador del equipo, ejerciendo incluso de capitán. Ahora aspira a traspasar sus ideas a los jóvenes, “antes que den el salto a otros equipos”, lamenta. También que las gradas del pabellón Ciudad de Elda Florentino Ibáñez se llenen un poco más.
Recuérdanos tu trayectoria en el fútbol sala.
Comencé hace ya muchos años, cerca de veinte, en este mismo club -denominado entonces CD Papas La Muñeca- y aunque pasé dos campañas fuera (Novelda y Alcoy), ésta ha sido mi entidad, mi casa.
Entre mis mayores logros, el ascenso que logramos en la campaña 2016-2017 a Segunda B. Era el capitán del equipo, pero al año siguiente debí centrarme en las oposiciones. Marché a otros clubes, como decía, regresando después.
¿Qué tipo de jugador eras?
Tácticamente correcto, por eso jugaba bastante (ríe), y técnicamente se puede decir que era un seis o un siete en todo, no muy habilidoso. En fútbol sala, sobre todo en estas categorías, debemos saber jugar en cualquier posición.
¿Echas de menos esa etapa?
A veces, especialmente entrenar, es un rol muy diferente al actual. Competir al final me costaba un poco más y quizás por esa razón colgué las botas con treinta años, en 2020.
«A veces echo de menos ser jugador, especialmente entrenar, es un rol muy diferente al actual»
¿Cuándo decidiste hacerte entrenador?
Es algo innato en mí. A los dieciocho años ya dirigía a equipos de niños y poco después entrenaba a las categorías inferiores del club. La pasada temporada me ofrecieron tomar las riendas del primer equipo y no lo pensé.
¿Eres empático, dialogante, exigente…?
Como entrenador tengo mis ideas, obviamente, aunque en muchas ocasiones los jugadores aprecian cosas dentro de la cancha que yo no. Me gusta que las indiquen, con la suerte de contar con dos veteranos (Ángel Ayuso y Aarón Barceló) que en esos aspectos me ayudan muchísimo.
También colaboran en la gestión de grupo, llevando por el buen camino a los más jóvenes. Albergan mucha veteranía, comprenden mejor si no juegan, si estás o no peor de forma… Son referentes para los demás.
¿Son ellos los que les alientan?
Casi siempre. Además, me gusta dejarles cinco minutos a ellos solos en el descanso, para que charlen. Después entro y expongo mis ideas, que mezcladas con su diálogo anterior intentamos que funcione en la segunda parte.
Obviamente no siempre es así, porque no han comprendido lo que les he pedido, no tenemos fortuna o el equipo rival es mejor.
«Tengo mis ideas, pero en ocasiones los chicos aprecian cosas dentro de la cancha, me lo comunican…»
¿El pasado año qué equipo te encontraste?
Tras la marcha de Dada (David Valverde), técnico que estuvo diez años, di un paso adelante y tomé el equipo, como avanzaba. Empezamos desde cero, prácticamente, pues Dada -ahora en La Nucía- se llevó a nuestros mejores talentos.
Nos gusta trabajar la base y anhelamos que muchos lleguen al primer equipo, compuesto en la actualidad por la mitad por jugadores de Elda y Petrer. El resto, de la zona (Aspe, Alicante, Sant Joan, Villena…).
¿Cuáles son las aspiraciones reales?
Queremos mejorar la posición del pasado año, octavos, y consolidarnos como equipo en una competición tan complicada. Tenemos la suerte o la desgracia de ser un escaparate, y cada temporada nos fichan jugadores.
Es normal, en La Nucía, por ejemplo, cobran más, están en una categoría superior -Segunda B- y las instalaciones son óptimas.
Háblanos de tu propuesta de juego.
Intentamos realizar el mismo juego en casa y fuera, aunque lógicamente influyen otros muchos aspectos, como el público. La idea es proponer desde detrás, conscientes que en ocasiones nos cuesta y un error significa un gol en contra.
En defensa me gusta que seamos intensos, ubicándonos más arriba o abajo en función del rival.
«En el descanso me gusta dejarles cinco minutos solos, para que charlen entre ellos; después doy mi opinión»
¿Es cierto que se juega como se entrena?
Considero que sí, peleo por ello. La temporada es muy larga y cuando hay malas prácticas puedes intuir que el sábado vamos a sufrir. En cambio, tras perder ser suele entrenar mucho mejor.
¿Quiénes son vuestros principales rivales?
Arriba estarán seguro Crevillent y Pilar de la Horadada. Ya en la zona media intuyo que estarán equipos como el Alcoy, Elche, Callosa, Calpe, l’Alfàs del Pi, nosotros…
¿Podemos ser optimistas?
Tenemos muy buen equipo, se pueden hacer cosas interesantes.