Entrevista > Vicent Boria y Antoni Baixauli / Músicos (Sedaví, 13-abril-1973 y 1-agosto-1968)
‘The Sepionets’ se fundó en Sedaví en 2011 como herencia de ‘Els Matxotes’, después que cuatro componentes de la desaparecida banda (Franxi y Carles Sospedra, Antoni Baixauli y Jaume Verdeguer) quisieran crear un nuevo proyecto musical. Se unió entonces Vicent Boria ‘Trifón’, para continuar desarrollando su creatividad.
La banda se caracteriza por darle la vuelta a canciones populares, esas que todos conocemos, versionándolas en valenciano. Siempre bajo un afán de divertirse, “estamos para eso”, practican lo que ellos llaman ‘freak-cover-albuferenc-rock’, con ligeros giros en las letras “para hacer gracia o describir situaciones cotidianas”.
En la actualidad forman ‘The Sepionets’ los mencionados Franxi Sospedra (bajo), Jaume Verdeguer (batería), Antoni Baixauli (vocalista) y Vicent Boria ‘Trifón’ (guitarrista), además de Carlos Prado (guitarrista) y Carles Puchades (trompeta).
«Contamos con verdaderos fans, muchos de ellos de edad avanzada, algo que nos enorgullece» A. Baixauli
¿Cómo os enganchó la música?
Vicent Boria (VB) – De pequeño escuchaba mucha música, pues a mi padre le apasionaba el flamenco, Rafael Farina especialmente. Pero también tuve la influencia de mi tío, Manolo Boria, al que le gustaba la más moderna; recuerdo con cariño una cinta que me grabó, con Credece Clearwater Revival por un lado y Bob Dylan por otro.
Antoni Baixauli (AB) – En mi casa sonaban muchos boleros, aunque tenía muchos amigos a los que les agradaba el tecno-pop y la música electrónica de los setenta. ‘El Muro’ (The Wall) de Pink Floyd, por ejemplo, lo poníamos una y otra vez.
Escuchábamos los temas de principios de los ochenta, hasta que, en las fiestas de mi pueblo, Sedaví, vino a tocar ‘Dr. Feelgood’, momento en que sentí la epifanía del rock and roll.
¿Qué os diferencia como banda?
VB – Nuestro producto es peculiar, tocando en valenciano temas sumamente conocidos, de Raffaella Carrà, Rocío Jurado, Elvis Presley y muchos otros. Y variamos constantemente, buscando siempre aquello que más nos gusta.
Las versiones originales las introducimos en la batidora de la sepia, y sale pues lo que sale (ríen). Básico es que nosotros estemos a gusto y al público le pueda agradar.
Un público ya cuarentón…
AB – ¡O más!, si no tienen canas no les dejamos entrar (ríen), a no ser que sea hijos nuestros o de amigos. Contamos con verdaderos fans, muchos de ellos de edad avanzada, algo que nos enorgullece.
«Introducimos las versiones originales en la batidora de la sepia, y sale pues lo que sale» V. Boria
¿Por qué gusta tanto la música remember?
VB – Siempre se tiene nostalgia a lo vivido de joven. Te evoca hacia los mejores momentos de la vida, cuando sentíamos libertad de verdad, sin apenas preocupaciones. La música te lleva, en parte, a ese periodo; por eso agrada tanto.
La gente de nuestra generación -quizás de otras también- solo escuchaba música en la juventud. Después, al casarte y tener hijos, la dejabas, al menos la misma cantidad, y en nuestro cerebro queda la música que sentíamos a los 20-25 años, muchas veces porque no hemos evolucionado.
Una gran verdad.
AB – Hoy en día escucho música de los ochenta, noventa, 2000… y me sigue agradando, llevándome a un estado de alegría. Por mis inquietudes sí he evolucionado musicalmente, acercándome a otros estilos (metal, pop, indie…). La mayoría no siente la música con el entusiasmo que teníamos en la juventud.
¿Vuestras giras son por la Comunitat Valenciana?
VB – La mayor parte de los conciertos los hemos celebrado en la provincia de València, aunque vamos allá dónde nos llamen. Sí en hemos tocado, por ejemplo, en Alcoy, en un local alternativo del municipio.
«En marzo tocamos en un evento por la dana y el escenario era tan grande que nos sentimos los U2» A. Baixauli
Anécdotas habréis vivido miles…
AB –La mayoría nos han pasado en los últimos dos años. Recientemente, en marzo, actuamos en el Germanor Fest, un evento celebrado en Torrent con motivo de la dana: el escenario era tan grande que nos sentimos como los de U2.
Había varios grupos tocando (‘La Fúmiga’, ‘La Casa Azul’…) y nos veíamos tan pequeños frente a ellos, pero lo disfrutamos muchísimo.
¿Os afectó mucho la propia dana?
VB – Lo perdimos prácticamente todo, el local acabó destrozado y hemos tenido que invertir para volver a ponerlo en marcha. Sin embargo, estamos contentos, recibimos ayudas y organizamos un crowdfunding con amigos y familiares que igualmente funcionó bien.
AB – Vivo en planta baja y jamás olvidaré lo sucedido ese día. Quise ir a salvar el coche y afortunadamente salí del parking cuando se estaba llenando de agua. No fui consciente en ese momento que me estaba jugando la vida.
Finalmente, ¿cómo ha transcurrido el verano?
VB – Es nuestra época más tranquila, debido a que no somos profesionales, no vivimos de la música, tocamos porque nos gusta, disfrutamos. Hacemos unos catorce-quince bolos al año.
Estamos preparando temas nuevos, una versión del ‘Eres tú’ de Mocedades y otras muchas sorpresas.




















