Entrevista > Víctor Lledó / Humorista (Sueca, 30-marzo-1993)
Sueca y la Ribera Baja en general es tierra de artistas, con numerosas asociaciones y genios del humor como Eugeni Alemany. “Somos como una cuna del humor valenciano”, se atreve a afirmar Víctor Lledó, “quizás porque la vida en nuestros municipios es tan tranquila”.
Defensor de su lengua madre, “para que no se pierda”, sus vídeos siempre son en valenciano, consciente que tendría muchos más seguidores si los mezclara con contenido en castellano. “Forma parte de mi identidad y así me dirijo a la gente que deseo hacerlo”, asevera.
“Soy un amante de las lenguas, ojalá las pudiera hablar todas, incluso con los animales”, dice, sonriente, antes de recordarnos sus monólogos más conocidos: ‘Expressions macabres’ y ‘Em cabreja’. Ahora divide su tiempo entre los guiones de los vídeos y la escritura, “otra pasión”.
¿Cómo fueron tus inicios en el humor?
Hacer comedia siempre me gustó y, conforme me hacía mayor, aspectos que me daban vergüenza dejaron de hacerlo. Pronto me di cuenta de cómo el humor me ayudaba a transmitir mucho de lo que tenía escrito, textos que ni siquiera mis amigos más íntimos había leído.
Llegó un clic, hace cinco años, y me dije: ¿por qué no explico todo esto?
¿Durante el confinamiento?
Fueron unas semanas en las que muchos nos replanteamos la vida. Reflexionamos para sacar algo en positivo: me moví mucho, en ese sentido, con la ayuda de mi gente más cercana. Creé entonces mi canal de Instagram y TikTok.
También determinantes han sido referentes como Goyo Jiménez, Eva Hache -que ensombrecía a los demás en ‘El Club de la Comedia’-, Rocío Ladrón de Guevara y ya a nivel valenciano, María Juan y Fran Tudela (Cabrafotuda), un crack en todo lo que propone.
«Hacer comedia siempre me gustó y, conforme me hacía mayor, aspectos que me daban vergüenza dejaron de hacerlo»
¿Cuándo te lanzaste con tu primer monólogo?
Entre finales de 2021 y principios de 2022, destinado básicamente a mis amigos. Llevó por título ‘Pel.lícules valencianes’, sobre cómo se enfocaría el cine actual o los grandes clásicos si los protagonistas fueran de aquí.
Por ejemplo, la orquesta del ‘Titanic’ en versión valenciana hubiera sido una xaranga y muchos habrían muerto igual, pero con un mayor descontrol (ríe).
Eres igualmente un gran defensor de los dichos valencianos.
Me encanta el que dice “el que fa tot el que pot, no está obligat a més”, frase que muchas veces utilizamos para quitarnos las culpas. Asimismo, “qui vinga darrere, que reme” -sobre que mi labor ya está hecha, que se espabile el resto- y, una muy habitual de mi madre, “qui vulgui peixet, que es banye el culet”, es decir, si quieres algo, trabájatelo.
«Utilizo un humor blanco, también para no desviarme de mi objetivo y poder transmitir nuestras expresiones»
¿Consideras que se puede hacer humor de todo?
Es un tema complicado, pues el humor no tiene límites, pero sí contexto, saber dónde estás y con quién estás. Por eso empleo mi alter ego, ‘Viclleor’, que realiza uno ‘family friend’, blanco, sin meterme en líos, porque no quiero desviarme de mi objetivo, transmitir con humor los dichos valencianos, expresiones, costumbres o palabras.
Ya como Víctor muestro un humor más ácido, que aparece entre amigos. Dentro de un tiempo podremos hacer humor negro de la dana, pero en Sueca, un pueblo no afectado. En Algemesí u otras localidades, que tanto sufrieron, sería distinto, por eso señalo la relevancia del contexto.
Cuéntanos alguna anécdota que te haya pasado.
Uff, recuerdo una actuación en un restaurante, mientras los comensales cenaban. Nadie les había avisado que habría un monólogo, apenas me hacían caso -hablando entre ellos-, más allá de mis amigos, que estaban en una mesa y casi ni me oían.
Soy una persona a la que le cuesta mucho tener vergüenza, pero esa noche fue un desastre, me sentí fatal. Incluso tuve ganas de llorar.
«La orquesta del ‘Titanic’ en versión valenciana hubiera sido una xaranga, siendo todo un mayor descontrol»
¿Cuáles son tus otros monólogos?
‘Expresions macabres’, centrado en palabras valencianas que no tienen ningún tipo de sentido traducidas al castellano. Me refiero, sin ir más lejos, a ‘a fer la mà’, que tiene tantas connotaciones, algunas positivas y otras que no lo son tanto (ríe). O ‘comboi’, palabra que es intraducible, es como el ‘hype’ en inglés, un bombo publicitario, una ilusión, pero más, porque ya sabemos que en València siempre todo es más.
También ‘Em cabreja’, sobre aspectos cotidianos que me sacan de quicio. Uno de ellos es cuando preparo junto a Alba, mi pareja, las lavadoras los sábados por la mañana: yo pongo mis siete calzoncillos, los de la semana, mientras ella introduce catorce bragas, seis tangas…
¿Qué importancia tienen para ti las redes?
Son fundamentales, como un escaparate, en el que todo debe estar organizado y bien iluminado, igual que mi pastelería. Intento colgar uno o dos vídeos a la semana, pues el proceso de elaboración es largo, unas cuatro horas cada uno.




















